∆10: Una noche complicada∆

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La noche transcurría incómoda pero bien para los caballeros dorados que se encontraban durmiendo juntos. Fue incómodo tener que dormir muy cerca para contrarrestar el frío pero más incómodo para ambos era la situación que se daba justo ahora.
Ambos estaban despiertos conscientes del tema pero ninguno se había atrevido a hablar hasta que el silencio se volvió ansiedad.
El santo de capricornio tenía una erección que no había sido provocada por nada en particular, sino más bien pretendía ser un reflejo de un deseo que estaba sintiendo alguien que no se encontraba presente allí. Alguien que probablemente estaba pensando en él justo ahora.
Sisifo y El Cid estaban acostados al lado del otro viendo el techo, ya no querían pensar en darse calor.

-El Cid...? «menciona moderado pero directo» estás erecto.
-Lo sé. Lo siento.
-Deberías ir al baño a resolverlo, a menos que quieras que te ayude con eso «bromea y ríe en voz baja, tratando de poner un poco de humor a la desabrida y bizarra situación»
-Qué te pasa, eso no es gracioso. «se queja Cid»
-Perdon, estaba tratando de hacer un chiste para que no fuera todo tan incómodo, ya sabes, romper el hielo... Es algo normal después de todo, a todos nos pasa de vez en cuando.
-Si, así es pero, «duda antes de decirlo» no es mía.
-...A qué te refieres?...
-La erección, no me pertenece, no lo siento así. Simplemente es un reflejo de lo que probablemente esté sintiendo 'él' en este momento.

No necesita decir su nombre para que Sisifo entienda de quién se trata, aunque no esté familiarizado con el dichoso lazo está comenzando a entenderlo porque esa es la base para comprender y ayudar a su amigo.

-Oh... ya veo. «responde sin dejar que su tensión se note»

Ninguno de los dos decía nada más, Sísifo sabía que no podría acostumbrarse a todo eso, la tensión seguía siendo tangible en el ambiente. El Cid estaba lo suficientemente avergonzado como para seguir hablando de ese tema en particular y su compañero no sabía qué proponer para no hacer sentir mal a su amigo, ni que pensar sobre lo explícito que se estaba volviendo el lazo. El santo de Sagitario apretaba los labios tratando de dejar el tema, abría y cerraba la boca indeciso a decir lo que estaba pensando, aunque en la oscuridad su compañero talvez no podía ver eso; No era propio de Sagitario callarse sus pensamientos sin importar lo mal que podían caer a veces. Cid lo sabía y lo entendía sin juzgar, por eso eran buenos amigos. Hablando sin pensar demasiado y sin filtros como siempre, Sisifo continuó con el tema muy a pesar del otro.

-Quieres decir que Manigoldo está teniendo una erección en este momento?... «dice casi murmurando temiendo que el otro se enoje»
-Si... Eso parece.
-Es que, «finalmente lo dice sentándose en la cama» son las tres de la mañana! Cómo puede estar,
-No creo que sea eso «se apresura sin dejarlo terminar»
-Qué más podría ser?... Que atrevimiento de su parte.
-Sisifo no creo que él espere a que sean las tres de la mañana para hacer lo que tú piensas, «responde hastiado» menos después de sentirse tan mal. Solo creo,,, pienso que él estaba soñando y ésta fue la consecuencia «apunta su miembro entre las sombras»

A pesar de la parcial oscuridad Sisifo logra ver el gesto del otro a la perfección y puede distinguir el miembro ajeno temblando elevado bajo las sábanas, traga en seco ya que jamás se había preguntado cómo sería complacer en lugar de ser complacido. Estaba acostumbrado a recibir placer de las mujeres con las que había salido pero no sabía aún que se sentía estar del otro lado, qué sentían ellas al hacerlo, se preguntó.
Qué se siente complacer a otro hombre.
Entonces su mente le jugó una mala pasada, un hombre yacía a su lado cuyo cuerpo necesitaba obvia atención, era la oportunidad que había estado esperando sin atreverse a buscarla. Aunque en el fondo sabía que si exteriorizaba ese oculto deseo, El Cid podría reaccionar muy mal y no quería perder lo único real y bueno que tenía, su amistad. Hizo a un lado ese pensamiento alejándolo de su mente lo más que pudo, indirectamente Cid estaba defendiendo a Manigoldo y aunque eso no le gustara no podía decir más, sabía que debía dejar el tema ahí.

COMPLEMENTARIOS (El Cid X Manigoldo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora