Capítulo 14

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Yuri suspiró, limpiando su rostro con la manga de su uniforme y se levantó, dispuesta a irse como si nada hubiera pasado

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Yuri suspiró, limpiando su rostro con la manga de su uniforme y se levantó, dispuesta a irse como si nada hubiera pasado. No obstante, un agarre en su muñeca se lo impidió.

Molesta, la pelinegra giró repentinamente, encontrándose a Jisung, quien, sin darle oportunidad de pronunciar palabra, comenzó a hablar, tan rápido que pareciera que rapeaba:

—Lo siento en verdad lo siento, fui un grandísimo idiota al portarme de forma tan inmadura, fui un idiota al ni siquiera dejar que terminaras de hablar, fui un idiota por esquivarte todos estos días, y soy un gran idiota por hacerte llorar y hacer que te sintieras mal cuando no tenías la culpa de nada, pero nada va a superar lo enormemente idiota que soy por no ser lo suficientemente valiente como para admitir que eres la chica más linda, por dentro y por fuera –aclaró– que conozco, y mucho menos lo suficientemente valiente como para decirte que me gustas –finalizó el peliblanco, cerrando los ojos con fuerza debido al miedo–.

Yuri tenía los ojos y boca abiertos de par en par, completamente sorprendida. Pero esa sorpresa paso a ser furia en un abrir y cerrar de ojos, ¡¿Ambos estaban locos por el otro, y nunca lo habían notado?! ¡¿Era en serio?!

—Entiendo perfectamente que no sientas lo mismo por mí, después de todo soy el ser menos interesante que jamás ha pisado la tierra jamás, y... –antes de que Park comenzara nuevamente un discurso en velocidad record, Yuri lo detuvo–.

La pelinegra suspiró, y con el entrecejo fruncido y apretando la mandíbula, acortó la distancia entre los dos y tomó a Park de la solapa del saco del uniforme para atraerlo hacia ella bruscamente.

—¡Tú, grandísimo idiota!, ¡Tú eres quien me gusta! –exclamó Yuri, sacudiéndolo–.

El peliblanco se quedó estático mientras era sacudido. Era imposible que le gustara a Yuri, ¿Qué le había visto?, ¿El no poder decirle dos palabras de corrido a la señora de la cafetería por su timidez?

—¿Y-Yo? –preguntó temerosamente el más alto–.

—¡Si, tú! –volvió a decir Yuri, sacudiéndolo nuevamente–.

Jisung se petrificó, ni en sus mejores sueños habría creído que sería correspondido.

—Y-Yo...

—Me gustas desde hace más tiempo del que te imaginas, y... –la voz de la pequeña pelinegra se quebró, pero casi al instante se recuperó– no tienes idea lo dolorosas que fueron estas semanas.

—Lo siento –fue lo único que Jisung pudo decir–.

—No solo porque me gustaras, también te consideré mi amigo –se quejó Yuri, soltándolo de una vez–.

—Lo sé, lo siento, sé que estuve mal, lo hice porque creía que te gustaba alguno de los chicos –dijo el peliblanco, refiriéndose a sus amigos– creí... Creí que solo querías usarme –confesó con notoria vergüenza el más alto–.

Yuri volvió a suspirar, para luego pasar sus brazos alrededor de la pequeña cintura de Park, en un cálido abrazo, el cual fue rápidamente correspondido.

—En verdad lo lamento, juro que no volveré a hacer algo parecido –volvió a disculparse el más alto, alcanzando a oler el suave aroma a coco que desprendía el cabello de Yuri–.

—Más te vale –amenazó Yuri contra el pecho del peliblanco– jamás te usaría, Jisung, eres el chico más bueno, amable, encantador y adorable que he conocido nunca, ¿Por qué te usaría?, Eso jamás va a pasar –aseguró Yuri, aferrándose aún más a Park–.

Jisung era muy delgado, pero no por eso no era cómodo de abrazar. Su cuerpo irradiaba calor como si fuera una estufa portátil, sus brazos la rodeaban como si en algún momento fuera a desaparecer, y mentiría vilmente si dijera que no amaba eso.

Gracias a la diferencia de altura, su cabeza quedaba justo en el pecho del más alto, pudiendo oír a su corazón acelerado calmarse lentamente conforme más tiempo pasaban abrazados. Podía sentir perfectamente como su pecho vibraba cada vez que hablaba con su característica voz grave. Podía sentir sus grandes manos acariciar suavemente sus hombros. Y por sobre todo, por primera vez estaba completamente segura de sentir su cariño.

⠀⠀⠀

[...]

⠀⠀⠀

—¿En qué momento creímos que sería buena idea ayudarlos? –bufó asqueada Yoojin a su lado–.

Casi dos semanas habían pasado desde los sucesos en la biblioteca, durante esas dos semanas, Yuri y Jisung eran, en palabras de Renjun y Yoojin: uña y mugre.

En ese momento exacto, el grupo de amigos se encontraba reunido en el patio, sentados y dispersos por el césped. Yuri se encontraba sentada entre las piernas de Jisung y prácticamente recostada sobre el mismo, mientras veía como este jugaba videojuegos muy centrado en su teléfono, aunque sin perder la oportunidad de dejar diversos y castos besos en su mejilla de vez en cuando.

El resto del grupo estaban centrados en sus actividades: ver sus teléfonos y hablar de los chismes más recientes. Pero no podían pasar por alto a la parejita.

—¿Acaso ya son pareja? –preguntó Yoojin, cuando Mark se había llevado a Jisung con él para que jugaran al básquet junto al resto de los chicos–.

—Realmente no, nos conocemos hace poco, así que decidimos dejarlo en... ¿Algo? –respondió Yuri, intentando ponerle un nombre a lo que fuera que tuvieran ella y Jisung– no oficializamos para no presionarnos y conocernos mejor, pero tampoco somos nada porque es demasiado obvio que nos queremos demasiado.

Yoojin frunció el ceño, pero asintió.

—¡De hecho, hoy tendremos una cita en su casa! –comentó Yuri muy emocionada–.

Era la primera vez que vería la casa de su (casi) novio, y no podía negar que eso la emocionaba como si fuera a visitar la casa blanca. Apenas había escuchado de su madre y hermana, mientras que no sabía absolutamente nada sobre su padre, aunque estaban en igualdad de condiciones en ese aspecto realmente, pues Jisung apenas y sabía sobre sus padres, y mucho menos de su abuelo, quien prácticamente la había criado, pero en su defensa, no habían encontrado la oportunidad para hablar del tema.

—¿En su casa? –preguntó Yoojin, con el ceño fruncido, y probablemente muchos posibles escenarios cruzando por su mente–.

—Vamos a cenar, inclusive accedió a acompañarme a almorzar en casa el fin de semana, con mis padres y el abuelo –dijo Yuri con una sonrisa de oreja a oreja–.

—Se va a orinar –dijo Yoojin, refiriéndose a Jisung, mientras se dejaba caer de espaldas en el brillante césped–.

—No lo creo... –intentó contradecirla Yuri, aunque luego de pensarlo un poco más, terminó por suspirar– si, lo hará.

Kang Kyujoo era probablemente en abuelo más intimidante sobre la tierra. Cuando Yuri había tenido su primer "casi algo" y había intentado presentarlo a su familia, su abuelo lo había intimidado de tal forma bombardeándolo de preguntas y anécdotas con su hermosa y talentosa nieta, que lo había hecho huir despavoridamente.

Sus padres, por otro lado, aunque se mostraron preocupados, no le prestaron mucha atención, pues era ya una costumbre en ellos restarle importancia a todo.

No obstante, en estos momentos, la mayor preocupación de Yuri no eran sus padres, sino su abuelo.

¿Qué pasaría si él no aprobaba a Jisung?

Puppy Love | Park JisungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora