━Amor de cachorros ━dijo su mejor amiga suspirando mientras negaba━ ¿Por qué no le dices a Jisung de una vez por todas que te gusta? ━exclamó ésta vez en tono mucho más alto━.
━¡Cállate! ━se apresuró a decir mientras cubría la boca de su amiga━.
Por...
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—¡Estoy en casa! –anunció Jisung mientras dejaba su mochila junto a la puerta–.
Al extrañarse debido al silencio, fue a la cocina, sin encontrar a nadie, y luego al segundo piso, obteniendo el mismo resultado.
Al pasar nuevamente por la cocina para buscar algo de comer, se encontró con una pequeña nota sobre la encimera.
Mamá fue llamada de emergencia en su trabajo, y yo tuve que ir a hacer un trabajo grupal con unas compañeras de curso.
La comida de los gatos de Ten está en el gabinete esquinero de la bajo mesada, te dejamos comida en el microondas.
PD: no vuelvas a intentar bañar a Louis y Leon porque no quedan más curitas y no pienso comprarte más.
—Minjeong
Jisung suspiró, volteando hacia el esquinero de la bajo mesada, posteriormente se dirigió a el y abrió la pequeña puerta, sacando la bolsa de comida para gatos premium de allí.
Segundos después, en cuanto sacudió levemente la bolsa, ambos gatos prácticamente se teletransportaron a la cocina maullando como locos y corriendo hacia el, como si días antes no lo hubiesen triturado.
Luego de depositar cierta cantidad de alimento en los platos de ambos animales, fue escaleras arriba a paso cansado con la mochila a cuestas.
Había terminado molido y lo único que le "reconfortaba" era que había pasado tiempo con Yuri y ella lo había hecho sentirse bien, pero el resto había sido una completa basura.
No había podido ver a sus amigos debido a sus horarios distintos, y que casualmente el universo se había puesto en su contra para no hacerlo, pues, mientras unos se habían ido de excursión, otros estaban haciendo un paseo por un museo.
Las palabras de Kim Mingyu estaban en su cabeza como un veneno marchitando a una flor, cada vez que las recordaba, una potente ira recorría su cuerpo.
El era considerablemente tranquilo y era muy raro verlo molesto, y mucho menos enojado.
Entonces... ¿Por qué estaba tan furioso por unas simples palabras?
Lo que Mingyu le había dicho, en resumen, fue algo así: «Vi que estás mucho con Kang Yuri, si no me dejas el paso libre, creo que estaría bien hacerle una pequeña visita cuando salga de compras durante la noche».
Eso lo había enfurecido totalmente, el solo pensar en Kim Mingyu detrás de ella como un acosador, o peor, haciéndole algo, siquiera acercándose a ella, hacía que su mandíbula se tensara tanto que sentía que en cualquier momento la rompería.
