Omnisciente:
Mikey te besaba con desesperación, estabas debajo de el sobre la cama, besaba tu cuello a la vez que acariciaba tu piel, tú estaba muy excitaba como para detenerlo, te habías imaginado tantas veces teniendo a Mikey arriba de ti que te dejaste llevar por el momento a pesar de tu situación.
Un completo psicopata interrumpió en tu casa con un arma en mano y tú sólo te lo querías coger, ya no se sabía cuál de los dos era el verdadero psicopata.
—No esto no está bien— el peli negro se detuvo luego de decir esas palabra —vine aquí para matarte no para hacer esto.
—Espera ¿que?— sus palabras te devolvieron a la triste realidad.
Volvió a apuntarte con el arma —cuando decidiste terminar con nuestra relación pensé mucho en lo que debería hacer contigo, mi primera opción era secuestrarte pero luego me di cuenta que no soy del tipo de persona que secuestra a mujeres para obligarlas a tener sexo.
Mirabas a los lados buscando algo que te ayudara a salir de esta situación, algo que te ayudará a defenderte, alcanzaste a ver tu lámpara pero esta estaba un poco alejada de ti, si estirarás el cuerpo la conseguirías pero moverte descuidadamente sería arriesgado.
—Ya que la primera opción no era negociable sólo decidí matarte— sonreía —¿sino eres mía qué sentido tienes tú en esta vida?
—¡Estás completamente loco!— empezaste a verlo con desprecio.
Este se limitó a sólo sonreír para después bajar su mano hacia tu zona íntima, llevabas un vestido puesto eso facilito que su mano llegara a tu ropa interior.
—No deberías hablarme en ese tono cuando estás así de mojada— hizo presión en tu zona íntima por encima de tus bragas
—Aaahh— no querías pero fue inevitable que dejaras salir un gemido.
—Esto es puro éxtasis, es más satisfactorio ver tu rostro que solo escuchar tus gemidos— las mejillas del pelinegro estaban un poco rojas.
Mikey siguió presionando tu zona íntima, esta vez entró su dedo echando a un lado tus bragas, te mordiste los labios para no gemir, no querías darle el gusto.
—Maldición otra vez me distraje— mikey saco sus dedos de tu vagina, a leguas se notaban sus problemas mentales —ya deja de seducirme maldita perra— te sorprendieron sus palabras.
—Pero qué demonio, maldito hijo de perra mal de la cabeza, ni siquiera he movido un dedo psicopata de mierda— ante tus palabras Mikey colocó su dedo en medio de tus labios.
—Shhh esa boquita deberías usarla para algo más productivo como chupármela por ejemplo— mikey sacudió su cabeza —no mas distracciones ahora sólo muere— quito el seguro del arma.
Mikey iba en serio con lo de matarte, el arma traía silenciador, aunque disparara el disparo no lo escucharía nadie.
—Adiós— Mikey apretó el gatillo del arma pero antes de que eso pasara ya habías tomado una pequeña lámpara que estaba cerca de la cama con ella golpeaste a Mikey en la cabeza.
Aquel golpe hizo que la bala se desviara dando en la almohada.
en verdad iba a matarme.
Aprovechaste que Mikey estaba distraído por la sangre su rostro saliendo de su agarre bajando de la cama, antes de que pudieras salir por la puerta este te sujeto de pelo tirándote nuevamente a la cama.
—Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que alguien me hizo sangrar— se posicionó otra vez sobre ti —te daré algunos puntos por eso— varias gotas de sangre que recorría el rostro de Mikey cayeron en tu frente.
—Sino lo hacía me ibas a matar de verdad, porque demonios tengo que morir solo por tus caprichos— empezaste a llorar.
Todo por culpa de esa app— pensaste mientras tu rostro estaba cubierto de lágrimas, pensabas que ahora si ibas a morir, que ya no tenías escapatoria.
—Joder no llores, cualquiera pensaría que yo soy el malo en esta situación— tu que crees.
Mikey volvió a apuntar su arma a tu cabeza, cerraste los ojos esperando lo peor pero sólo sentiste como el peli negro se desplomó encima de ti.
—¿Eeh?— pestañeaste un par de veces ante dicha situación, Mikey se encontraba inconsciente encima de ti, al parecer ese golpe en la cabeza le afectó bastante.
No lo pensaste mucho en seguida echaste el cuerpo de Mikey tomando el arma, luego llamaste a la policía con el teléfono de la sala.
Una vez que terminaste la llamada saliste de la casa esperando afuera, te asustaba estar ahí adentro con mikey, no sabías cuando iba a despertar.
Los policía fueron rápidos ya que una patrulla llegó en unos 3 minutos, al parecer se encontraban cerca patrullando la zona.
—Está dentro— aunque estabas asustada guiaste a los dos policías a la habitación, estos al ver el rostro de Mikey cubierto de sangre se miraron en uno al otro.
—Señorita debería acompañarnos también para que dé su testimonio— te dijo unos de los policías mientras que el otro llamaba por la radio.
—Está bien oficial, cooperaré en todo lo que pueda.
Sólo querías que el pelinegro pasara el resto de su vida en la cárcel y así no volverlo a ver.
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Por esas razones es peligroso hablar con extraños por internet, puede que el líder de una pandilla de mafiosos que está bien guapo se obsesione contigo.
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Todo por culpa de esa app Mikey y tú
FanfictionDescargue una app para adultos en mi teléfono sin pensar que eso me llevaría a las manos de un completo psicópata obsesivo. ⚠️No acto para menores de edad ni personas sensibles, esta historia contiene lenguaje inapropiado, abuso físico y verbal leer...