Advertencia ⚠️
POV: ___—Que hombre más bruto, me duele todo el cuerpo.
Cuando desperté en la mañana lo primero que noté fue que Mikey ya no estaba en la habitación y que mi cuerpo estaba limpio, vestía ropa nueva.
Por lo menos no es tan descuidado— supuse que Mikey fue quien limpio mi cuerpo y me vistió.
Hace media hora que había despertado pero seguía acostada en la cama, todo mi cuerpo dolía no era de extrañar con lo qué pasó anoche, lo hacíamos una y otra vez no sé de dónde sacaba tanta energía.
La puerta empezó a abrirse pensé que era Mikey pero ese no fue el caso,
—¿Eres Ran o Rindou?— el chico traía en su mano una pequeña bandeja con desayuno que dejó a un lado de mi cama.
—Ran— me respondió sin verme a los ojos, parecía como si evitara mi mirada.
No hizo falta que le preguntara si me escuchó ayer con Mikey, por su expresión ya sabía la respuesta, la verdad pregunta es "¿cuánto fue que escuchó?" no sé lo iba a preguntar ya estaba lo suficientemente avergonzada como para hablar del tema.
Ran estaba observando algo, seguí su mirada notando que miraba mi cuello, puse mi mano en el lugar que él estaba observando, este volteo la mirada al instante.
No tenía que verme en el espejo para darme cuenta de todas las marcas que Mikey dejo en mi cuello.
—Pensé qué Mikey te haría gritar de dolor por lo que le hiciste pero fue lo contrario— a la habitación entró Rindou.
Por qué tenía que mencionarlo, aunque Ran y él son hermanos sus personalidades son completamente diferente, uno es muy directo y el otro un poco más reservado.
—¿De casualidad ustedes estaban muy cerca de esta habitación ayer?— me atreví a preguntar.
Anoche gemí mucho eso no es un secreto pero mis gemidos no eran demasiado fuerte como para escucharse por todo el "vecindario"
—estábamos detrás de la puerta, era nuestro trabajo— respondió Rindou.
Tome mi almohada colocándola en mi cara que estaba súper roja de la vergüenza.
—Es mejor que nos vallamos Rindou, dejemos que desayune a gusto— tomo el brazo de su hermano sacándolo de la habitación.
Mikey sabía que ellos estaban detrás de la puerta aún si no se detuvo, ayer mi mente estaba tan ocupada que me daba igual que me escucharan, ahora que soy consciente de lo sucedido me quiero morir.
Omnisciente:
Pasaste el día en cama, Ran y Rindou iba a verte de vez en cuando para llevarte algo de comer o saber de tu estado.
—Aun sigo sin saber dónde estoy— la habitación estaba cubiertas por grandes grietas que tapaban las ventanas, a penas entraba a luz del sol.
Te paraste de la cama caminando haciendo una de las ventanas echando la cortinas para un lado viendo el paisaje frente a ti.
Estabas en un segundo piso, sólo podías ver árboles y montaña lo que te hizo pensar lógicamente que te encontrabas en algún tipo de bosque.
—Aunque quisiera escapar no creo que podría— miraste como el sol se ocultaba poco a poco detrás de las montaña —es hermoso— la vista de ese lugar era increíble.
Mikey no volvió esa noche lo que te pareció gratificante, tomaste un baño antes de volver a la cama quedándote completamente dormida.
.
.
.
.
Ya llevabas tres días en ese lugar sin ver al pelinegro desde aquel día, su ausencia no te molestaba para nada, ya habías explorado la casa por completo, tenías la libertad de ir donde fuera siempre y cuando sea dentro de la casa, también podías llamar a tus padres las veces que quisieras.Los hermanos Haitani siempre estaban contigo pero pocas veces se acercaban a ti o te hablaban, las pocas veces que interactuaban contigo era para llevarte el desayuno o alguna que otra comida.
Te encontrabas en una gran sala sentada en el suelo viendo hacia la chimenea, estabas muy aburrida lo único interesante era mirar las llamas de la chimenea.
Distraída por el fuego no te percatas de que un pelirosa te miraba a la distancia, este se acercó a ti, pudiste sentir su presencia cuando este se se agacho acariciando un mechón de tu pelo por tu espalda.
Dicho acto hizo que te asustaras poniéndote de pie, el chico había entrado de repente sin decir una sola palabra.
—¿Quien demonios eres?— volteaste viéndolo.
Este siguió guardando silencio mientras se ponía de pie, cuando se puso de pie pudiste ver claramente su rostro, pelo largo rosa con una cicatriz a cada lado de sus labios.
—Solo por ser de Mikey ya quiero poseerte— el pelirosa puso su mano al rededor de tu cintura acercando tu cuerpo más al de él.
—¿Qué sucede contigo?— pusiste ambas de tus manos en su pecho tratando de alejarlo pero este no se movió ni un centímetro.
—Mikey te beso aquí— dejo un beso en tu cuello —te lamió aquí— pasó su lengua por tu oreja —te beso aquí también— acerco sus labios a los tuyos.
Antes de que tus labios tocaran los del pelirosa le metiste un cabezazo, este al fin soltó tu cintura alejándose un poco de ti.
—¿Maldición porque me andas tocando sin mí consentimiento? ya tengo suficiente con las perversiones de Mikey como para que uno de sus amiguitos obsesionado con él me esté jodiendo también— pudiste notar de inmediato la pequeña obsesión del pelirosa por Mikey.
El pelirosa te miro un poco sorprendido por tu respuesta para después sonreír.
—Ya dejaré de usar los modales contigo— empezó a acercarse a ti peligrosamente.
—Espera.... No vengas— intentaste correr.
El pelirosa tomó tu brazo apretándolo contra tu espalda parado detrás de ti.
—Me gustan cuando se hacen las difícil— te susurro al oído —deberíamos empezar— escuchaste el sonido del zipper de su pantalón bajar.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
ESTÁS LEYENDO
Todo por culpa de esa app Mikey y tú
FanfictionDescargue una app para adultos en mi teléfono sin pensar que eso me llevaría a las manos de un completo psicópata obsesivo. ⚠️No acto para menores de edad ni personas sensibles, esta historia contiene lenguaje inapropiado, abuso físico y verbal leer...