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18.- Gryffindor vs Huffplepuf

L. E

"¿Vas a verlo hoy?"

"No, no lo creo."

Lily y Macmillian estaban discutiendo lo que había planeado para el día. Desafortunadamente Lily no había planeado nada pero realmente quería ver a Snape.

"Tenemos nuestro partido de Quidditch hoy. Contra los Hufflepuff. Estoy seguro de que Lupin se sentará contigo si Sirius aún no quiere", ofreció Macmillian con la esperanza de sacar a Lily del dormitorio.

Lily nunca se había perdido un partido de quidditch de los Gryffindors y no quería empezar ahora. Incluso si tuviera que sentarme sola, saltar y animar.

"Sí, supongo que iré", dijo.

"¡Excelente!" dijo su compañera de cuarto. "Voy a reunir a los jugadores ahora. Te veré después del partido".

Macmillian saltó fuera de la habitación con un palo de escoba en la mano y su túnica de quidditch sobre su brazo.

"¿Alguno de ustedes idiotas ha visto a Arthur o James?" Lily la escuchó gritar cuando la puerta se cerró de golpe detrás de ella.

Lily se había quedado escondida en su dormitorio todo el viernes por la noche sin cenar y también había planeado dormir hasta el desayuno, pero Doris y Macmillian la sacaron a rastras de la cama y le ordenaron que se vistiera. Después del desayuno, se escapó de regreso a su dormitorio sin despedirse mucho y se quedó allí la mayor parte de la tarde. Ahora estaba atrapada yendo a ver el juego de quidditch. No le importaba demasiado, ella quería ir.

El único problema que tuvo fue encontrar un lugar para sentarse. A diferencia de lo que dijo Macmillian, Lupin no se sentaría con ella voluntariamente a menos que Sirius quisiera. Y Sirius todavía la evitaba. Las únicas otras personas con las que podía pensar en sentarse eran Macmillian y Doris, pero ambos estaban en el equipo de quidditch.

Media hora más tarde, el frío le mordía la cara y sus rizos salían volando de su cola de caballo mientras luchaba contra el viento mientras se dirigía al campo de quidditch. Había esperado hasta el último minuto posible para salir de la sala común con la esperanza de no encontrarse con nadie.

Se sintió inusualmente sola mientras recorría los pasillos para salir de Hogwarts. Ella siempre andaba por lo general con alguien. O Macmillian, que hablaba sin cesar de quidditch, las sonrisas silenciosas de Lupin, o Sirius, que se burlaba de ella hasta el punto de que se ponía roja de ira. Incluso James, que constantemente la llamaba 'cosa bonita' o la criticaba por estar escondida en la biblioteca.

Todo era bastante solitario sin ellos, se dio cuenta con una punzada de tristeza.

Cuando Lily llegó a las gradas, no tuvo que pensar mucho en dónde sentarse porque Louis la estaba saludando.

Parecía que se había olvidado de estar avergonzado por ella o no le importaba. Mientras se dirigía hacia él, los Gryffindors le lanzaron miradas furiosas, pero en su mayor parte parecían haberse calmado y la mayoría la ignoraba cuando pasaba.

"Hola, Louis", respiró aliviada.

"Hola Lily. Mira, lo siento por lo de hoy... ya sabes lo que pasó en pociones". Se puso rojo ante esto y se miró los zapatos.

Ella se rió y echó la cabeza hacia atrás dejando que el aire frío rozara su cálido cuello que había estado oculto por la bufanda.

"No te preocupes por eso. Sin resentimientos".

"¡Excelente!" él brotó. "De todos modos... este es Amos Diggory, él es de Hufflepuff como puedes ver". le indicó al niño pequeño vestido de pies a cabeza de amarillo.