ℂ𝕒𝕞𝕓𝕚𝕒𝕣 |𝕊𝕖𝕧𝕖𝕣𝕦𝕤 𝕊𝕟𝕒𝕡𝕖 𝕪 𝕃𝕚𝕝𝕪 𝔼𝕧𝕒𝕟𝕤

19.- La advertencia

"¿Tienes el soplón?" preguntó Sirius detrás de ellos.

"Pensé que no podías quedarte con la snitch". Lily comentó.

Macmillian miró a James. "No puedes".

James solo sonrió y se colocó detrás del grupo junto a Sirius.

"Al menos ya no están enojados contigo", susurró Macmillian.

Ella solo asintió en acuerdo. Parecía que todo lo que James necesitaba hacer era volar. Su ira se había desvanecido durante el partido de quidditch. Solo esperaba que no volviera a aparecer en la sala común.

Mientras el grupo se acercaba a los vestuarios hablando con entusiasmo sobre la victoria, Macmillian, James y Sirius se despidieron y desaparecieron adentro.

"¿Por qué Sirius fue con él...?" Luis le preguntó.

"Él siempre lo hace," respondió ella con poco entusiasmo cuando entraron de nuevo en la calidez de Hogwarts. Una figura vestida con túnicas negras acababa de escapar de su visión. O eso creía ella al menos.

Fue suficiente para hacer que ella redujera la velocidad. "¿Y si fuera Snape?" No había hablado con él en toda la semana. Parecía la última persona en buscarla.

"Lily... hola Lily-" Louis interrumpió sus pensamientos errantes. "¿Vienes a la sala común?"

"Me uniré a ustedes más tarde... tengo que hacer algo".

Sin esperar su respuesta, se dio la vuelta y aceleró hacia la otra dirección.

"¿Hola?" ella llamó. Caminó por el pasillo vacío escuchando los ecos de sus zapatos golpeando el suelo de piedra. Podría haber jurado que vio a alguien. O tal vez solo quería ver a alguien.

Como si respondiera a sus pensamientos, alguien la agarró por la muñeca y la arrastró a un aula vacía antes de que pudiera gritar. Lily miró sorprendida a la figura vestida de negro y verde esmeralda. Snape.

"¡Snape! ¿Qué haces empujándome a las aulas?" ella le siseó.

Su expresión pétrea pareció suavizarse cuando escuchó esto. "Mis disculpas. Necesitaba hablar contigo".

"Por supuesto." Lily estuvo de acuerdo rápidamente. Ella no había hablado con él en toda la semana. Hablaría de cualquier cosa en ese momento si eso significaba que podía tener al menos una conversación. El entusiasmo de tener una conversación con Snape anuló la sensación de molestia que le producía ser arrastrado a un salón de clases vacío.

Pareció desconcertado por su rápido acuerdo, pero comenzó a hablar.

"Mulciber y Avery están planeando algo para ti. Intentaré evitar que lo hagan, pero no los seguiré por la escuela por ti".

"Nadie dijo que lo necesitabas", resopló ella. Esta no era la conversación que ella esperaba. A Mulciber y Avery les gustaba atormentarla cada vez que tenían la oportunidad. No necesitaba advertencias sobre algo de lo que ya era consciente.

"Escúchame", siseó. "No solo van a arrojar una botella de tinta sobre su pergamino. Te persiguen por tu sangre. Podrían hacerte daño".

"Snape basta. Mulciber y Avery me atormentan todos los días por ser un hijo de muggles. Estoy bastante acostumbrado y dudo mucho que me hagan daño. ¡Eso es indignante!"

"¡Lirio!" él chasqueó. "¡Mulciber y Avery no tienen miedo de poner sus pensamientos en acción!"

"No Snape. Escúchame. Si me atacan en esta escuela, ¡sería una tontería! Ahora, esto es todo de lo que querías hablarme porque si es así, realmente me gustaría empezar".