ℂ𝕒𝕞𝕓𝕚𝕒𝕣 |𝕊𝕖𝕧𝕖𝕣𝕦𝕤 𝕊𝕟𝕒𝕡𝕖 𝕪 𝕃𝕚𝕝𝕪 𝔼𝕧𝕒𝕟𝕤

48.- Alejarse de nuevo

L. E

A la mañana siguiente, Lily abrió los ojos y vio un entorno desconocido. No era su habitación ni los dormitorios de Gryffindor en los que se estaba despertando, sino la exótica habitación que había creado la noche anterior antes de desmayarse junto a Sev. Lily se giró esperando verlo dormido a su lado, pero no se sorprendió cuando el espacio a su lado estaba vacío y frío al tacto. Era demasiado esperar que fuera tan descuidado como para quedarse dormido en una habitación al azar junto a ella. Sin embargo, el hecho de que él se hubiera ido no la molestaba y no estaba demasiado preocupada por eso.

Lily bostezó y agarró su suéter grande que había tirado en el brazo del sofá al entrar a la habitación. El reloj alrededor de su cuello marcaba las once y sabía que probablemente debería bajar a almorzar y luego posiblemente ir a Hogsmeade a esperar el tren que llegaba a las doce de la tarde.

Mientras caminaba hacia el Gran Comedor, Lily se dio cuenta de que estaba un poco reacia a ir a almorzar, no porque no tuviera hambre sino porque si Bohemian y Severus estaban presentes entonces este sería su último almuerzo con ellos en la mesa de Slytherin. . Considerando las circunstancias cuando el resto del alumnado regresara a Hogwarts, ya no los acompañaría a los dos a las comidas en las mesas de Slytherin, especialmente cuando sus propios amigos regresaran.

Lily encontró a Bohemian solo al final de la mesa con un libro abierto y sin señales de Snape cerca. De todos modos, no había muchos estudiantes en el Gran Comedor, considerando que el Expreso de Hogwarts debía llegar en aproximadamente una hora, se esperaba que la mayoría de los estudiantes fueran a Hogsmeade para entretenerse en las tiendas antes de que llegara.

"¿Dónde está Snape?" Preguntó Lily mientras se sentaba frente a Bohemian.

"Está estudiando en la sala común. Le pregunté si quería acompañarme a almorzar, pero se negó". Bohemian cerró su libro y se centró en Lily.

"Eso es extraño", dijo frunciendo el ceño.

"No exactamente. Teniendo en cuenta que todos los que se quedaron en Hogwarts durante las vacaciones saben que has estado andando con él y comiendo con nosotros dos, bueno, es normal que él esté en la sala común evitándote ahora. Seguramente habrá chismes. rápidamente sobre ustedes dos, especialmente desde su casa y la nuestra", explicó Bohemian. Inclinó su cabeza hacia el final de la mesa donde estaban sentados algunos Slytherins y parecían completamente molestos como solían hacerlo cada vez que Lily se sentaba en su mesa.

Lily suspiró pero buscó en su comida suponiendo que Bohemian tenía razón. La tensión entre las dos casas era fuerte. Después de terminar su almuerzo, caminó hacia Hogsmeade envuelta en un grueso suéter negro con la bufanda que Doris le había enviado alrededor de su cuello, secretamente contenta de que escondía el colgante que Snape le había dado.

Bohemian había rechazado su invitación para acompañarla a Hogsmeade a esperar el expreso alegando que no tenía a quién esperar y que sería lo mejor. Probablemente tenía razón, pero ahora Lily se sentía un poco sola sentada en el banco balanceando las piernas hacia adelante y hacia atrás esperando el tren cuando fácilmente podría haber estado sentada con Severus hablando sobre la escuela. Los temas de los que rara vez hablaba con sus otros amigos porque estaban muy consumidos por el Quidditch y otras cosas.

Después de unos minutos de espera que parecieron mucho más largos que unos pocos minutos, el tren llegó a la pequeña estación en un torbellino blanco que agitó sus rizos alrededor de su cabeza. Los estudiantes inmediatamente salieron del tren lanzando objetos de un lado a otro y gritando a sus amigos en el tren o en el andén a los que se habían quedado atrás. Lily se hizo a un lado y al instante vio un destello de túnica roja a quien reconoció como Louis corriendo hacia ella con su equipaje a cuestas. No muy lejos de él estaba su primo Amos saltando arriba y abajo emocionado por alguna razón y parecía estar tratando de entablar una conversación con Macmillian y Arthur, quienes parecían demasiado atrapados en su propia conversación para reconocer al ansioso Hufflepuff que intentaba conversar con ellos.