Beautiful Boy ⭑ [Cedric Diggory]

~Uno

╔══════════╗
CALLEJÓN DIAGON
╚══════════╝

Bonnie se despertó temprano esa mañana. Sabía que se le venía un día muy alocado. Se levantó de la cama y fue directo al baño para poder lavarse la cara y cepillarse los dientes, tenía un aliento terrible.

- ¡Bonnie baja!, el desayuno ya está servido - exclamó Grace desde la cocina.

- Ya voy Ma – le respondió la menor mientras se terminaba de vestir.

Una vez en la cocina Bonnie pude ver el banquete que su madre había hecho, todo tenía pinta. Había huevos revueltos, algunos muffins que parecían ser de vainilla, y las tostadas infaltables.

- Vamos hija tomate tu té y come algo así te llenas de energía, hoy será un día largo – le dijo – Y no te demores, sabes que tu padre nos espera en el Callejón Diagon junto con los Bagman.

- ¿Los Bagman? – pregunto extrañada la pequeña –¿Y esos quiénes son?.

- Una familia amiga de tu padre, trabajan juntos en el ministerio – le explicó Grace a su hija – Además tienen un hijo un año mas grande que tú, pensábamos que te podía ayudar a la hora de elegir los útiles y demás cosas.

Bonnie asintió con la cabeza. Resulta que hace algunos meses la habían admitido en Hogwarts, la escuela a la que sus padres habían asistido. Claro estaba que desde entonces no había podido dormir bien por la emoción de asistir a esa escuela. No se paraba de preguntar en que casa le tocaría, pues había estado leyendo un poco la historia de Hogwarts, y esperaba quedar en Gryffindor o Ravenclaw, las casas a las cuales sus padres habían ido, y las que pensaba que con su personalidad pegaban más, pues era súper creativa y porqué no un poco inteligente, pero además se consideraba muy valiente, como un digno de Gryffindor.

Sus padres les habían estado contando cómo había sido su experiencia allí. La primera vez que viajaron en el Expreso de Hogwarts, y cómo fue llegar al castillo y verlo por primera vez. Como en ese lugar su historia de amor había comenzado y seguía hasta el día de hoy.

Grace mientras se tomaba un sorbo de su café miró al reloj que colgaba en la pared.

- ¡Bonnie mira la hora! – exclamó media atragantada debido a la bebida que no había podido terminar de tragar – Ya levántate y toma los polvos flu que están en la mesada.

Tal y como le dijo su madre Bonnie se levantó de un brinco y fue corriendo hacia la mesada para agarrar los polvos y dirigirse directamente hacia la chimenea. Su padre le había explicado como eran esos tipos de viajes, nada muy complicado.