Beautiful Boy ⭑ [Cedric Diggory]

~Dos

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EL GRAN DÍA
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La última semana que Bonnie pasó con su familia, antes del 1 de septiembre, había sido bastante movida. Entre que organizaba el equipaje para su año escolar, la vista de familiares para despedirse, y que sus papas no se desprendían de ella, la había dejado exhausta. Pero su emoción por asistir a Hogwarts no había disminuido ni un poco.

- Bonnie, ya es hora que te despiertes si quieres llegar a tiempo – dijo Paul en un intento de levantar a su hija.

Al no haber respuesta por parte de la menor, lo intentó un poco más fuerte.

- Hija, vamos arriba – repitió.

Pero la pequeña de los Gamp seguía inmersa en sus sueños de vaya a saber que.

- Paul, si le hablas así vas a dormirla más de lo que ya está – protesto Grace mientras entraba a la habitación.

- ¡BONNIE CHARLOTTE GRACE! – grito la mayor, obteniendo que su hija por fin se levantara de un brinco.

- ¡Mamá! Merlin, casi me matas de un infarto.

- Ni que lo digas, ami también – dijo con una mano en el corazón Paul mientras tomaba aire.

- Aja, como sea, no sean bebés y bajen a desayunar – ordenó Grace.

- A sus órdenes jefa – respondió Paul mientras la seguía por detrás.

Bonnie se levantó de su tan cómoda cama y se dirigió al baño bufeando.

- Menuda manera de levantarse – se quejó mientras tomaba su cepillo de dientes.

Tras alistarse la menor bajó hacia la cocina y se sentó en la barra del desayuno. Bonnie odiaba esa mesada, pero sabía que si no la usaba ahora la iba a extrañar mucho. Vaya a saber uno porque Bonnie iba a extrañar una mesa, pero así era ella, muy aferrada a aquellas cosas con las que había crecido.

Acto seguido empezó a tomar el té con una sola tostada de acompañamiento. Los nervios le habían cerrado el apetito por completo. No paraba de pensar si conseguiría amigos, bueno aunque ya tenía uno, Luke, pero él debía tener su propio grupo de amigos, no iba a estar pendiente de ella ¿o si?.

- Bonnie apurate quieres, tomate tu té o se te va a enfriar.

- Claro mamá, lo siento.

Al ver a su hija tan inmersa en sus pensamientos, Paul decidió alentarla con algunas palabras de consuelo.

- Sabes, Bonnie no tienes de que sentirte nerviosa, todos tiene su primer día – dijo - Además el nerviosismo hace que esta experiencia sea más mágica, créeme y disfrútalo.

- Pues si, no lo sé – respondió para luego agregar - Es que toda mi vida he deseado esto, pero ahora no se si lo quiero.

- ¿Y eso a que se debe Bonnie? – pregunto Grace.