Cuando era pequeña mi madre solía repetir demasiado una frase: "Dios lo ve todo, Dios mira las cosas malas que hacen a mis espaldas y será Dios el que los castigue cuando yo no pueda"
Sin embargo la empecé a escuchar cada mañana a partir de mi cumpleaños número doce; fue cuando tenía casi diecisiete años que mi madre decidió que yo era un engendro del demonio, que había sido puesta en la cuna equivocada.
Y hoy, mirando a ese recuerdo de hace casi diez años atrás. Sigo sin poder comprender esa frase.
La mayoría de familias religiosas tienden a regirse por el nuevo testamento, pero mi hogar era diferente y se regía por el antiguo testamento, en donde los sacrificios eran bien vistos, aunque bien, nunca noté algo fuera de lugar cuando era pequeña porque mi realidad era diferente a la de los demás.
La familia Chankimha era conocida por ser una familia sumamente religiosa, con una economía estable en la cual te podías dar ciertos lujos.
Alrisa Chankimha, era mi madre, una mujer hermosa con un cabello caoba que le llegaba por debajo de los pechos, una piel pálida y su rostro era adornado por unos hermosos labios rojos. En su cuello estaba un collar de oro con una cruz y en su dedo anular lucía con orgullo su anillo de matrimonio.
Según mis vecinos era un ejemplo a seguir, una ama de casa hermosa y religiosa. Con el paso de los años me di cuenta que el fanatismo religioso cegó a mi madre quien había impuesto reglas en casa para que todos fuéramos puros.
Matthew Chankimha, era mi padre, un hombre de negocios muy admirado por su inteligencia, con una estatura de un metro ochenta, con un cuerpo bien formado, siempre perfumado y bien presentable. Ni siquiera parecía que estuviera en sus cuarenta. Siempre donando dinero a la iglesia porque decía que compraba su entrada al cielo.
Siempre fui la adoración de mi padre, durante toda mi infancia y parte de mi adolescencia fui el tesoro de él, que a pesar de su vicio con el alcohol siempre estuvo pendiente de mí.
Y mi hermano mayor, Heng Chankimha, era un hombre hermoso que se dedicó a estudiar, era cinco años mayor que yo, sin embargo aún me arrepiento de nuestra última conversación.
La Familia Chankimha era mejor conocida como "perfecta familia", siempre fuimos un ejemplo ante todos a pesar de los problemas que se dieron dentro de casa.
Mi padre admitió que su único error había sido juntarse con la familia Arsmtrong.
Aún en las pocas conversaciones con mi madre que conservó en mi memoria, mencionaba constantemente que si no hubiéramos hablado con los Armstrong yo seguiría en el camino del señor.
Pero el destino quería algo diferente y posiblemente el mismo Dios me puso a propósito en una cuna equivocada, puesto que, siempre terminaría encontrándome con mi boleto VIP al infierno.
Rebecca Armstrong.
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A I'antenne || Freenbecky
Random❝No hay nada de malo en acostarse con alguien de su propio sexo.❞ Una persona le dió la vuelta a la forma de pensar de Freen Sarocha pero estaba segura de que se hundiría en el infierno si continuaba. --- Esta historia no es mia, es solo una adaptac...