Freen
Mi cabeza daba vueltas, ¿qué había sucedido?
Siento que mis ojos no pueden abrirse por completo, pero finalmente me puedo sentar en la cama. Aún con las vueltas en mi cabeza puedo ver las paredes de color rosa pastel... yo no tengo paredes de ese color, las mías son celestes.
- Despertaste, ¿te sientes bien? - Su voz aún se escucha lejana...
- ¿Dónde estoy? - Nam está sentada frente a mí, puedo notar que sus manos sostenían una pequeña taza.
- En mi casa, no se donde esta la tuya así que traerte aquí me parecía lo más responsable, te traeré medicina, ya vuelvo.
Ahora que mi cabeza está en un solo lugar puedo notar que la habitación era cálida, las sábanas eran blancas y la cama era bastante grande, supongo que vive con su pareja. ¿Acaso no le incomodaba a su pareja?
Nam no tardó mucho en volver a la habitación, me dió una taza con un líquido amargo y extraño, casi me hace vomitar.
- ¿Puedo preguntar sobre lo que pasó en tu casa?
- Lo siento, en verdad lo siento... quería mostrarle a mi madre que podía ser feliz pero... solo logré meterte en problemas
- ¿No eres feliz?
No tengo respuesta a esa pregunta, ser feliz es solo un estado de ánimo. No estoy satisfecha con mi vida.
- ¿Y tu pareja?
- Ella no vendrá a dormir, horas extra - Nam arrugó la nariz de una forma adorable- Puedes quedarte a dormir, aún te ves pálida...
- Gracias...
No hablé mucho esa noche, me quedé dormida después de esa rara medicina. Para la mañana siguiente aun me desperté algo mareada, a pasos pesados y algunos mareos llegué a la sala.
En la cocina pude ver a Nam cocinando algo que no puedo distinguir, ¿por qué esto me trae un deja vú? Necesito dejar de sentirme así.
- ¿Quieres desayunar antes de irte? - Asentí con la cabeza, ella me hizo sentarme en el sofá de la sala, en la televisión estaban pasando un drama.
Nam me puso un plato con tostadas y una taza de té, ella se sentó a mi lado. Las tostadas parecían sacadas de una revista pero no pude dar más de dos mordidas antes de regresar todo en el baño de casa de Sana.
Nam me acarició la espalda y sostuvo mi cabello, pero mi mente solo me trae el recuerdo de una escena familiar.
Becky
¿Por qué me atormenta ahora? ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ella?
•Una semana después•
Becky
- El cabello negro te queda bien cariño - No pude quitar mis ojos de ella, tal vez era por el gran cambio que había hecho- ¿Por qué ya no seguiste con el rubio?
- Me aburrió, me veo más bonita así ¿no?
Ella se sentó en mis piernas y pude sentir un aroma familiar, ¿dónde había olido esto antes?
Su cara se escondió entre mi cuello, no pasó mucho tiempo antes de sentir unas pequeñas cosquillas en mi cuello y no pude evitar reírme.
- ¿Qué haces? - dije en voz baja, sus ojos cruzaron con los míos y puedo decir que son hermosos.
- Ambas tenemos tiempo - Sonreí ante lo que quería decirme, por alguna razón baje a ver su cuello.
Toda mi calentura se bajó al momento de ver la pieza de joyería que había guardado en mi memoria hacía años atrás.
- ¿Dónde está la otra pieza?
- No lo compre, lo tome de tu caja de joyería ¿te molesta?
- No... solo pensé que habías comprado el par
Ella me dio un pequeño beso en los labios pero no pude dejar de pensar en porque no bote aquella pieza del yang.
Freen
- Ouh, te cambiaste el cabello
Di una calada a mi cigarrillo mientras miraba el nuevo estilo de Nam, ella sonrió y sus mejillas se pusieron rojas.
- ¿Me queda bien? Hace tiempo que no me lo teñia de negro
- Te queda bien, ¿por qué lo cambiaste?
- El rubio me aburrió... he estado con él hace casi 4 años y creí que con este color podría conectar más con el personaje de la obra
Cierto. Había olvidado por completo esa maldita obra.
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A I'antenne || Freenbecky
Random❝No hay nada de malo en acostarse con alguien de su propio sexo.❞ Una persona le dió la vuelta a la forma de pensar de Freen Sarocha pero estaba segura de que se hundiría en el infierno si continuaba. --- Esta historia no es mia, es solo una adaptac...