A I'antenne || Freenbecky

11: Sakurafubuki

Becky

¿Acaso moriré pronto?

Me envuelvo más en mi cálida sábana, quiero quedarme dormida más tiempo pero siento que mis ojos me obligan a despertar.

Finalmente me rendí y me quite la sábana del rostro, pude notar como ella dormía plácidamente. Quisiera ser yo.

Me levanté de la cama para ir al baño, me lave los dientes y la cara para poder despertar por completo. Aún con todo el ruido ella aun no despierta.

Mierda. Gracias a mi ahora el refri está vacío. Quedaban dos opciones, tomar un té e intentar hacer algo o tomar un té y comprar algo de comer fuera.

Iré con la segunda.

Mire la caja de té que me encargue de comprar hace tiempo y tomé uno para luego poner a calentar el agua.

¿Y si faltó al trabajo?

No. Becky, necesitas ser una adulta responsable.

Necesito hacer las compras.

Y apurarse si no quiero llegar tarde. ¿Y si no me baño? Sacudí la cabeza ante la tentadora idea y apagué el fuego antes de irme a bañar.

Cuando entré al cuarto para cambiarme ella seguía dormida, ¿Acaso no iba a trabajar ahora?

— Hey despierta, son las 6:30 — Le quité la sábana antes de seguir cambiándome.

— Cinco minutos más... — no le hice caso y termine de cambiarme— Levántate, llegarás tarde a trabajar

Salí de la habitación y me rendí en tratar de levantarla, era imposible con aquel sueño pesado que tenía. Tome rápidamente el té y tome mi bolso para salir.

— ¿Becky? — La voz adormilada me hizo mirarla de vuelta— ¿ya te vas? Es muy temprano

— Son casi las siete cariño — ella se acercó para plantarme un pequeño beso en los labios.

— Ten cuidado

Aunque este es el escenario de mi día a día, no puedo evitar sentir que algo andaba mal.

Freen

— Te ves como la mierda — rodé los ojos al escuchar a Noey— ¿Acaso no estás comiendo? Te ves más delgada

— Estoy bien, me falta dormir pero la escenografía no me deja dormir a gusto

— Ni que durmiera contigo — ignore por completo el comentario y prendí un cigarrillo, mis pulmones se irán a la mierda pero los nervios me tienen al límite.

— Heeey no puedes fumar dentro

— No hay nadie... asi que dejame hacerlo por hoy — cerré mis ojos tratando de tener poco de paz, necesitaba consumir toda la paz posible antes de ver a mis padres.

Después de un par de horas el ensayo había iniciado, con algunos regaños del director por cosas que olvide después de que las dijera, si me importa pero en estos momentos no puedo mantener nada en mi cabeza.

Siento una intensa mirada sobre mi hombro, con un poco de discreción trato de buscar su origen hasta que llegue a la rubia, Nam, con una mirada un poco...¿rara?

Ignore todo eso hasta que en nuestro descanso ella fue la que me busco.

— Se acabaron así que te traje algunas — mire la pequeña bolsa de galletas que tenía en sus manos— Acerca de lo que me pediste... me parece un poco raro pero lo haré

— Puedes comerlas tú y... lamento haberte pedido eso, fue una estupidez por parte mía sabiendo que te conocí ese día — empecé a jugar con mi uña, como si pudiera quitarla— ¿No tendrás problemas con tu pareja?

— Está bien con eso, solo trabaja y ni siquiera se digno a despertarme hoy en la mañana, dice que tengo el sueño pesado — Nam rió como si aquello fuera el mejor chiste, ¿de que me sirve saber eso?— ¿Nos encontraremos en el restaurante de al lado?

— Sí, gracias por esto, me aseguraré de darte una recompensa

¿Por qué sentía que algo iba a salir mal?