Parte 2

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Kakashi estaba en la entrada de Konoha, esperaba a su alumna para poder comenzar con la misión. Estaría lejos tres meses, pero aun así no hubo muchos de quién despedirse, algunos pocos ninjas, entre ellos Guy y Asuma. Dejó su departamento perfectamente limpio y en orden, llevó ropa suficiente, incluida ropa que no fuera de ninja porque después de todo era una misión encubierta, y no era que tuviera mucha ropa de ese estilo, quizá por eso su equipaje parecía poco. Eso sí, no se olvidó de llevar kunais y shurikens, aunque el arma más importante estaba en su Sharingan. Para ese momento sí estaba vestido con su ropa ninja y su banda, ya habría tiempo de parar horas antes y cambiarse de ropa, quitarse la banda y entrar en papel. Pero por ahora prefería mantener el tono formal de la misión.

Así que estaba en la entrada, vestido con su ropa ninja listo para cumplir con dos misiones: la ordenada en la Torre Hokage, y la propia, acercarse a su alumna. Estaba nervioso y era una nueva sensación para él, aunque también admitía cierta emoción. Ya en otras ocasiones había imaginado un escenario así, una misión que le permitiera ya no fingir que era el marido de Sakura, sino tan sólo tener algunos momentos a solas. En realidad nunca habían tenido una misión de ese tipo, nunca fueron sólo ellos dos, así que sí, estaba emocionado y nervioso. Más emocionado que nervioso, desde que aceptara el enamoramiento por su alumna anhelaba tener tiempo para conversar con ella, conocerla más sin ninguna clase de interrupción y por fin sucedía.

Ya necesitaba verla, ver de nuevo sus hermosos ojos jade y ese color tan peculiar y hermoso en su cabello que la hacía lucir tan dulce, escuchar el sonido de su voz y poner a prueba su paciencia con algunas de sus bromas, le gustaba hacerla enojar porque entonces sentía que podía alterarla y que no le era del todo indiferente, por eso a veces llegaba tarde. Pero esa ocasión era diferente, así que apareció media hora antes.

A la distancia pudo observar a Sakura, caminaba tranquilamente, pero detrás de ella venían sus padres. Eso lo hizo sonreír y recordar que había más de una década de diferencia entre ambos, después de todo era como ver a una niña cuyos padres la acompañan a su primer día de escuela. Veía a la kunoichi discutir con ellos, quejarse por sus consejos y molestarse por lo que consideraba una excesiva preocupación de su parte, detestaba que la trataran como una niña.

-Pero es que todavía eres una niña, Sakura, es normal que nos preocupemos por una misión como esta. Además, estarás fuera tres meses, nunca estuviste fuera tanto tiempo.

-Ya no soy una niña, mamá. Soy la alumna de Tsunade-sama, ahora me estoy convirtiendo en una médico, por favor, soy una ninja y es mi deber.

-Pero, Sakura- intervino su padre, para ese momento ya estaban frente a Kakashi -Si todavía le tienes miedo a la oscuridad, duermes con la luz encendida -la aludida se sonrojó violentamente, vió a su sensei avergonzada, hizo un puchero adorable y respondió tomando todo su equipaje que sí era abundante.

-Yo nunca le he tenido miedo a la oscuridad, dejo la luz prendida porque me quedo estudiando y necesito luz. Ahora, Kakashi-sensei, podemos irnos.

-Por favor, Kakashi, cuide a nuestra hija. Para nosotros sigue siendo nuestra niña y es la primera vez que está tanto tiempo fuera de casa- la madre de Sakura estaba genuinamente preocupada.

-No se preocupe, no dejaré que nada le suceda a Sakura. Se lo prometo- Kakashi le pidió su equipaje a su alumna que no podía con todo y se lo acomodó en el hombro. Su alumna llevaba cinco mochilas, contra una que llevaba él. Se las arregló para llevar cuatro mochilas y dejarle la más pequeña y ligera a ella.

-Gracias, es usted tan amable.

-Sakura nos ha hablado mucho de usted- intervino el padre.

-Papá...- quiso intervenir la jóven médico.

LA MISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora