Sakura estaba en el baño lista para ducharse, su sensei le había cedido el primer turno y muy respetuosamente le dio espacio en caso de que lo necesitara. Por la cabeza de la jóven médico pasaban una serie de imágenes de la noche anterior y de esa mañana, recordaba el cuerpo desnudo de Kakashi, sus movimientos, sus besos, la manera en que la tocaba, sus caricias, el placer que había experimentado que la hizo jadear y casi perder la cordura, su propio atrevimiento y seguridad para seducirlo, recordar todo eso la hacía suspirar de placer además de estar permanentemente sonrojada.
En el fondo de su mente estaba la idea de que la situación era prohibida, que nunca debió coquetearle a su sensei porque eso fue lo que hizo, le coqueteó y buscó sus besos, ella fue quien propuso no detenerse y no fue correcto, después de todo estaban en una misión. Así le estaba pagando a Tsunade la confianza en ella para enviarla a una misión que podía acercarla a Sasuke, y su profesionalismo como ninja, dejó de pensar en todo eso porque se sentía irremediablemente atraída por Kakashi. Y fue una atracción que surgió de la noche a la mañana, mentira, desde el primer momento en el que besó sus labios algo dentro de ella despertó, un placer que nunca imaginó sentir se reveló en su cuerpo y deseó a su sensei, deseó estar atrapada en su cuerpo como nunca antes deseó a alguien más. En momentos así se sorprendía del deseo y la pasión que era capaz de sentir, y honestamente no podía imaginarse en otros brazos que no fuera los de su sensei, era como si su cuerpo hubiera quedado marcado por sus caricias y sólo él pudiera despertar cada uno de sus sentidos. Cuando le propuso lo que le propuso pensaba en lo feliz que era estar a su lado, no sólo el placer de la intimidad, le gustaba la forma en la que la trataba, con tanta dulzura y cuidado.
Era una niña cuando Sasuke se fue, así que en su corazón había un amor tierno, dulce e infantil que nunca pudo evolucionar a nada más por su ausencia, en cambio, ahora ya era una mujer, una joven médico que sentía pasión y deseo. Quizá eso era natural, lo único peligroso era que la pasión se unió a uno de los pocos hombres prohibidos. Y ni siquiera eso fue suficiente para frenar sus palabras, le había propuesto continuar porque lo deseaba más de lo que ella misma admitía en esos momentos, de ser posible se derretiría entre sus brazos, con sus besos y caricias, era adicta al placer que experimentaba. Le gustaba sentir el trato especial que él le dedicaba y ser su centro de atención.
No quería detenerse, así que calló los pensamientos sensatos y se dijo que podía con la misión y con la relación sexual con su sensei. Después de todo no estaba enamorada, sólo se trataba de algo físico y eso ya era un importante límite. Además Kakashi estaba dispuesto a continuar, él también la deseaba y cómo no disfrutarlo. Claro que se sorprendió de que él le correspondiera, no pensó que pudiera seducirlo y de cierta forma la halagaba haberlo logrado, quería preguntarle sobre sus razones para aceptar pero no quería cuestionarlo y que se arrepintiera. Así que decidió quedarse con eso y disfrutarlo hasta donde fuera posible, ambos eran adultos responsables y actuarían con madurez durante la misión.
Se metió a bañar, habían sido muchas primeras veces para un día, así que se permitió relajarse bajo el agua caliente, limpió su cuerpo y se alejó un poco del clima frío y lluvioso. Su sensei había dicho que sería imposible continuar con la cosecha de arroz así que tendrían que quedarse en la posada, esa ya era una idea bastante tentadora. Le sonrojó lo rápido que aceptaba y buscaba la intimidad con él. Terminó de bañarse y se envolvió con una toalla, había dejado su ropa afuera y extrañamente no sentía ningún tipo de vergüenza porque él la viera desnuda, aunque considerando lo que sucedió, bueno, quizá no era tan extraño.
En la habitación estaba su sensei buscando entre su ropa, cuando la vio salir se detuvo y se acercó a ella con una sonrisa.
-Es mejor que te seques y abrigues. Comienza a hacer mucho frío y podrías resfriarte- y antes de que ella pudiera hacerlo, se puso en su espalda para tomar la toalla que la cubría y la desnudo para comenzar a secarla. Primero envolvió su espalda y sus hombros, la abrazó y besó en la cabellera rosa, al tiempo que pasaba la toalla por su piel.
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LA MISIÓN
FanfictionMientras Naruto está en su entrenamiento con Jiraya, Sakura y Kakashi son llamados a una misión que requiere de una condición bastante particular: deben fingir ser marido y mujer. Serán ninjas infiltrados en una Aldea, deberán hacerse pasar por un t...