La chica de la fiesta (Nalu)

Capítulo 3: Dejandose llevar

Natsu abrió la puerta de su casa. Al entrar vio a su hermano Zeref, un hombre pelinegro, sentado junto a su novia, una enana rubia llamada mavis. Ambos estaban sentados jugando videojuegos juntos.

El chico se alegró al verlos — ¡Hola Zeref! ¡Hola Mavis! — Los saludó contento, colgando su mochila en la pared.

Ambos se giraron a verlo y pausaron el juego — Oh, hola Natsu. — Lo saludó su hermano.

En cambio Mavis corrió hacia él para abrazarlo — Hola cuñadito, ¿cómo te va? — Le dijo, agarrándole sus mejillas para jugar con ellas.

Natsu también le agarró de las mejillas — Bien, cuñadita. — Le respondió con una gran sonrisa.

Mavis era su vecina, cuñada y casi su hermana mayor, pues desde que era niña iba a visitar a los Dragneel para jugar con ellos. Zeref y ella eran seis años mayores que Natsu, pero aún así la incluían cuando salían a jugar. Los tres eran inseparables,se divertían todo el tiempo haciéndole bromas a sus padres. Aunque hubo un día en el que todo cambió, para los tres.

Años atrás

— ¡Llegué! — Gritó un Natsu de diez años llegando a su casa de la escuela. Pero no había nadie. Cerró la puerta rápidamente. Tiró la maleta a un lado, ya la dejaría en su cuarto más tarde. La soledad de la casa se le hizo extraña, sabía que su padre Igneel había salido con unos amigos ese día, pero esperaba al menos encontrarse con su hermano Zeref para jugar o molestarlo un rato.

Natsu sonrió maliciosamente — Bueno, parece que no hay nadie... entonces voy a aprovechar para husmear en su cuarto. Y si él está ahí, le daré una gran sorpresa — Pensó el pelirrosa.

Él se puso en modo sigiloso, gateando por el suelo hasta llegar a las escaleras. Subió lentamente las escaleras. Cuando llegó al segundo piso se sentó en medio del pasillo, viendo a la izquierda la puerta de la habitación de su hermano mayor, con un gran letrero que decía "No pasar, por favor." Natsu gateó hasta arrinconarse de espaldas contra la pared. Se arrastró lentamente hacia la habitación de Zeref, procurando no hacer ningún ruido. Debía verificar si su hermano estaba o no en su cuarto. Pero, justo cuando estaba a unos centímetros, notó unos ruidos extraños detrás de la puerta. Aquello hizo que Natsu arqueara su ceja extrañado. Se arrinconó contra la puerta, pegando el oído para escuchar mejor lo que pasaba allí adentró.

— Ah, Zeref... si, sigue así... — Decía una voz femenina, parecía estar gimiendo.

— Te dije que era un maestro de los dedos. — Presumió Zeref orgulloso.

¿Maestro de los dedos? ¿Se refería a que era muy bueno jugando videojuegos? Porque si ese era el caso, Natsu soltó una ligera risa — Zeref no es nadie comparado conmigo, yo si que soy un maestro. — Presumía el pequeño pelirrosa con una gran sonrisa. Y era cierto, él era ligeramente mejor que su hermano jugando videojuegos. Siempre le ganaba en todos los juegos. Zeref solamente ganaba cuando jugaba contra Mavis, en contadas ocasiones.

— Ah... Zeref... agh... — Repetía Mavis gimiendo.

Natsu sonrió motivado — ¡Eso es Zeref! ¡Gánale y demuestrale que los Dragneel somos los mejores en todo! — Le gritó en su mente, ya que no quería interrumpirlos. No sabía a qué clase de juego jugaban, pero le gustaría sumarse. Como Lisanna le había dicho una vez, un juego es más divertido mientras más jugadores haya. Por eso habían aceptado a Gray en su grupo. Estaba seguro de que si se sumaba al juego de Zeref y Mavis, sería más divertido. Entre los dos, podrían aniquilar a Mavis de inmediato.

— ¿Te gusta eh? — Decía Zeref.

— Si...

Aquello descolocó a Natsu — ¿Le gusta perder? Qué extraño... — Pensó inocentemente, muy confundido. Al cabo de unos segundos en los que Natsu solamente escuchaba gemidos y sonidos extraños que no entendía, Mavis gritó con fuerza.