La chica de la fiesta (Nalu)

Capítulo 12: La isla

Natsu despertó en la habitación del hospital, tres horas después de lo sucedido. Apenas lo hizo, se acordó de todo lo que había pasado.

— Lisanna... — Fue lo único que vino a su cabeza, mientras las lágrimas caían sus ojos. Lo último que vio antes de desmayarse por la bala en el estómago, fue a su amiga recibir una bala en la cabeza que le voló los sesos, dejándola irreconocible. Unos momentos después regresó la energía y los robots médicos lo llevaron al hospital más cercano.

— ¡Natsu, Gray! — Gritaba Lisanna años atrás.

Ambos niños se giraron a verla — ¿Qué ocurre? — Preguntaron casi al unisono, a lo que la niña se rio.

Ella les mostró su celular. En la pantalla se veía la imagen de todos los planetas colonizados por los humanos — ¡Cuando seamos grandes, vamos a explorarlos todos!

A Natsu le emocionó la idea — ¡Podríamos encontrar dragones!

Gray también se emocionó — ¡Viajaremos por el espacio!

— ¡Y lo harémos todo juntos! — Gritó la pequeña Lisanna emocionada.

Natsu no pudo evitarlo, lloró con fuerza mientras sollozaba. ¿Cómo les explicaría todo a los demás? ¿Cómo los miraría a la cara de nuevo? ¿Cómo podría vivir sabiendo que por su culpa había muerto su mejor amiga, que casi era su hermana? Todo era su culpa. Si él no hubiera hecho la fiesta para Lucy, si no hubiera intentado ayudarla, si no hubiera hecho nada, hubiera sido mejor. Lisanna seguiría viva. Él no habría perdido a una amiga, los Strauss a una familiar y por sobretodo, ella no habría perdido la capacidad de cumplir sus sueños.

— Si no hubiera conocido a Lucy... si no hubiera intentado salvarla, nada de esto habría pasado... No debí entrometerme... — Se lamentaba Natsu.

En ese momento, un robot médico abrió la puerta — Señor Dragneel, ¿ya se encuentra mejor?

Natsu se limpió las lágrimas y asintió con la cabeza — Si, ya, ya estoy mejor... — Contestó.

— Será mejor que descanse, es la una de la mañana. Dentro de diez horas, se llevará a cabo el funeral de su amiga fallecida. — Le informó el robot — ¿Prefiere hablar con la policia antes o después?

— Después... — Dijo Natsu, recostandose sobre la cama.

— Entendido — El robot cerró la puerta y se fue, dejando a Natsu solo.

Horas más tarde, en una isla a varios kilómetros de la ciudad de Magnolia

— Hoy es lunes, es el día de la reunión. — Meditó Jude, parado en su oficina. Esa tarde, todos los miembros de Amanecer Del Deseo que había en el planeta irían a la isla para discutir el asunto sobre los veinticinco miembros del grupo que habían sido quemados vivos en Magnolia.

Jude suspiró — Solo espero que Lucy aproveche que todos los miembros están aquí para ir al puerto espacial y escapar del planeta... no volveremos a tener una oportunidad así en mucho tiempo. — Reflexionó.

Fuera de su oficina, alguien tocó la puerta y anunció — Señor Jude, ya llegaron todos los miembros.

— Excelente. — Jude recobró su faceta de líder serio y brutal— Que todos se reúnan en la costa, la reunión se llevará a cabo allí en una hora. ¿Entendido?

— Si, señor. — El miembro del grupo se fue.

Al cabo de unos minutos Jude salió de su oficina, atravesando las instalaciones de la isla. Los dormitorios, las celdas, el comedor, los cuartos de placer, el muelle, la fosa común, todo ello conformaba la gran mansión que era la sede de Amanecer Del Deseo. Finalmente el hombre llegó a la playa, donde estaban sentados en un círculo frente a la arena todos los miembros del grupo.