— ¿Jude? — Fue lo único que Lucy pudo pronunciar, quedando en shock unos segundos. De inmediato abrió la carta, tan rápido que llegó a arrugarla un poco por la brusquedad. Era una hoja tamaño carta con un mensaje bastante largo. Natsu se asomó para leerlo junto a ella.
Para Lucy Heartfilia
Esta carta la escribo una hora después de enterarme de la muerte de veinticinco de mis hombres. Makarov te la entregará, pero no sabe el contenido de esta carta. Nadie más en Amanecer Del Deseo tuvo permiso de leerla, así que no te preocupes. Esto es solo para tí.
Primero que nada, me alegro que hayas logrado escapar de la discoteca y de que te encuentres bien. Les ordené a mis hombres que no te hagan daño, así que no te preocupes por eso. Es vital que tengas a alguien que te proteja ahora mismo. No conozco a ese chico Natsu Dragneel, pero espero que sea bueno contigo. Por favor dale mis más sinceros agradecimientos al joven.
Entrando ya en discusión, te quería comentar que ya he encontrado una forma para que escapes del planeta y nunca te vuelvan a perseguir. No solo Amanecer del Deseo, sino ningún grupo hedonista extremo.
Aprovechando que anoche veinticinco de mis hombres fueron quemados vivos por una razón extraña, voy a convocar a una reunión de emergencia a todos los miembros del grupo, incluyendo a los infiltrados en el puerto espacial y a las autoridades. Si ellos no están, podrás irte del planeta sin problemas. La reunión comenzará en dos días, el lunes. Durará del lunes al martes, durante ese intervalo de tiempo debes huir.
Por favor, huye. Vete lo más lejos que puedas y no mires atrás.
Lamento profundamente todo el daño que te hicimos cuando estuviste con nosotros. Ni tú ni nadie se lo merecía. Tu me hiciste dar cuenta de que realmente lo que hacemos no es divertido, es una depravación despiadada y egoísta. Desde que te fuiste, jamás volví a atender a ningún evento o a tocar a nadie. Los demás en el grupo creen que es porque solo te quiero a ti, pero la realidad es que ya no soy capaz de tocar a nadie de esa forma.
Quisiera poder acabar con todo esto... pero no puedo. No puedo simplemente desmantelar Amanecer Del Deseo. Ellos me siguen porque creen que soy un líder despiadado. Si intento algo contra ellos, se rebelaran y me matarán. Seguramente también te persigan a ti como venganza, así que no puedo arriesgarme. Tampoco puedo hablar con las autoridades, porque no puedo salir de la isla sin que sospechen. La realidad es que por más que soy el líder, carezco de poder alguno.
Pero hay una forma. Si quieres, mientras estamos en la reunión de emergencia, pueden denunciarnos frente a las autoridades. Como no tendremos infiltrados ahí durante dos días, ellos vendrán a investigar la isla y lo descubrirán todo. Amanecer Del Deseo será desmantelado y los niños serán liberados. Yo iré a la cárcel, estoy dispuesto a hacerlo para pagar por todo lo que hice durante tanto tiempo.
Es tu decisión Lucy. Puedes huir sin más, o puedes denunciarnos y huir. Como tú elijas, yo respetaré tu decisión. No eres la más poderosa, pero si la persona más fuerte que he conocido. No permitas que nadie quite tu sonrisa de tu rostro.
Con admiración, Jude.
Un silencio sepulcral los invadió a ambos. Los ojos de Lucy estaban llorosos, sus piernas le temblaban y sus manos apenas podían sostener la carta. Con la voz quebrada, ella miró a Natsu para decirle — Seré libre... después de tantos años, por fin seré libre. — Le dijo con lágrimas cayendo por sus ojos.
De inmediato Natsu la abrazó con fuerza — Todo va a estar bien. — Le consoló mientras la abrazaba y ella lloraba de alegría.
Las demás personas en el cine veían la escena asombrados. La rubia abrazaba con fuerza al chico mientras lloraba de felicidad. Aquello causó una sonrisa en muchas de las personas que pasaban, una escena muy tierna.
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La chica de la fiesta (Nalu)
FanfictionNatsu Dragneel era un chico que no sabía que quería para su vida. Vivía en una sociedad donde las personas podían vivir sus vidas como quisieran, sin ningún tipo de necesidad o dificultad. Todos eran libres. Pero él, no sabía lo que quería. No sabía...