Capítulo 15: Adios

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Días después del asalto a la isla de Amanecer Del Deseo, todos los prisioneros fueron liberados, identificados y devueltos con sus familias. Así mismo, se investigaron todas las actividades de la isla y los miembros supervivientes al asalto de la policía fueron sometidos a un juicio rápido. Fueron interrogados para sacarles información acerca de otros Grupos Hedonistas Extremos, luego sentenciados a cadena perpetua y enviados a trabajar en las plantas de energía de Magnolia como esclavos.

Después de eso, se llevó a cabo el juicio de Gildarts. El juicio fue llevado a cabo por un juez humano, asesorado por un asistente robot.

— Gildarts Clive, debido a que usted fue obligado a colaborar con Amanecer Del Deseo bajo amenaza de muerte, no será acusado de colaboración con el grupo. — Anunció el juez, para alegría de los presentes en el juicio — Además, por haber ayudado a ocultar a Lucy Heartfilia durante años y colaborar con la policia para la erradicación de Amanecer Del Deseo, quedá usted exímido de toda culpa.

— ¡Sii! — Cana gritó y abrazó a su padre con fuerza, a lo que él la abrazó con fuerza también.

Sin embargo, el caso de Natsu no fue el mismo. Su juicio fue más polémico.

— Natsu Dragneel, usted admite que es culpable del homicidio de más de veinticinco hombres. ¿Qué tiene que decir en su defensa? — Cuestionó el juez durante su juicio.

— Esos hombres nos estaban persiguiendo. Además, eran miembros de Amanecer Del Deseo, se lo merecían. — Alegó Natsu con rabia.

Elfman salió a defenderlo — ¡Es verdad, yo estuve ahí intentando ayudarlo a contener a esos hombres!

Mirajane salió junto a su hermano — Esos hombres no dejaban la discoteca en paz y seguramente hubieran buscado a Lucy por toda la ciudad, Natsu hizxo

— Hmm... — El juez estaba de acuerdo con ellos, pero tenía que apegarse a las leyes. Por ende, se giró a ver a su robot asistente — Según las leyes de la humanidad, el asesinato esta penalizado con trabajos forzados en plantas de energía por veinte años. Esto se multiplica por cada asesinado, lo cual da un total de quinientos años para Natsu Dragneel. Sin embargo, al ser en defensa propia y tratandose de un grupo criminal, la condena se reduce a casa por carcel durante un periodo no mayor a cinco años.

Los demás suspiraron aliviados, Natsu no tendría que ir a hacer trabajos forzados.

El juez dictó la sentencia — Natsu Dragneel, se le condena a casa por carcel durante dos años. Solo se le permitirá salir para ir a la escuela. Una vez termine su educación, no tendrá permitido salir de su hogar hasta el cumplimiento de su sentencia.

— Entendido. — Natsu asintió con la cabeza.

Días después, en la casa Dragneel

— ¿No te aprieta eso? — Preguntó Zeref al ver el collar que tenía Natsu.

El pelirrosa negó — No, así está bien. Igual no puedo quitarmelo. Sonará si intento quitarmelo o si salgo de casa para algo que no sea ir a la escuela y la policía vendrá, así que mejor no tocarlo.

— Si, supongo que es verdad. — Zeref se sentó en el sofá junto a su hermano. Hubo un silencio incomodo durante un rato, hasta que el mayor miró al menor y le dijo — ¿Cómo te sientes al respecto?

— Me da igual — Respondió Natsu con indiferencia.

Zeref lo miró con tristeza — Aún te duele no haberte despedido de ella, ¿cierto?

Natsu sintió como la herida se abría en su corazón — Si... primero perdí a la chica más leal que conocí en toda mi vida. Luego perdí a la chica que me cambió la vida...

Su hermano mayor lo miró extrañado — ¿Te cambió la vida? ¿Cómo?

El pelirrosa suspiró — ¿Recuerdas cuando hace unas semanas, yo tenía la duda de qué era lo que quería hacer con mi vida?

— Si, lo recuerdo. — Asintió Zeref.

— Ella me enseñó que la razón de vivir es el amor... ¿pero de que me sirve eso, si ella ya no está? Nunca quise a nadie de la forma en la que la quise a ella, por más que solo fuera durante una semana...

— Natsu... — Su hermano puso una mano en su hombro — Algún día encontrarás a alguien más... o la encontrarás a ella de nuevo, quien sabe.

Él miró a su hermano de nuevo — ¿En verdad lo crees?

Zeref le sonrió — Por supuesto que sí, Natsu. Ahí afuera hay muchos planetas en los que podría estar. Tienes toda una vida para encontrarla, estoy seguro de que ella no te olvidará tan fácilmente...

— ... Si, tienes razón. — Natsu apretó los puños — Algún día, me encontraré con ella de nuevo... no se cuando, pero la encontraré.

En otra parte del universo

Apenas llegó al nuevo planeta, Lucy fue asignada a un campo de refugiados, donde confesó todo lo que sabía y todo lo que vivió a las autoridades. Después de eso, para protegerla de posibles ataques de grupos criminales asociados a Amanecer Del Deseo, se le otorgó una casa en un pueblo rural del planeta. Los robots policías del lugar la protegerían.

Al principio le costó aceptarlo, pero rápidamente se adaptó al lugar. Se hizo amiga de los lugareños, entre ellos una mujer muy amable llamada Erza Scarlet junto a su marido Jellal Fernandez le enseñó todo lo necesario para vivir sola. Fue una gran maestra, aunque algo estricta. Al final, Lucy aprendió todo lo que necesitaba. Finalmente, ella era libre de dedicar su vida a lo que quisiera.

— ¿Y qué harás ahora? — Le preguntó Erza una mañana, mientras paseaban por el pueblo.

— ... De niña, siempre había soñado con escribir historias de fantasía. Creo que me gustaría dedicarme a eso ahora — Respondió Lucy con una gran sonrisa.

— Oh, ¿Y de qué te gustaría escribir? — Erza la miró con interés.

Lucy sonrió melancolicamente — Me gustaría escribir una historia acerca de un chico que conocí...

Erza se sintió curiosa — ¿Oh? ¿Qué chico era?

Mirando al cielo, Lucy respondió — El chico que algún día, me volveré a encontrar. No se como, no se cuando, pero lo haré.

No se cuando te volveré a ver, Natsu. Pero lo haré, para agradecerte por todo lo que hiciste por mí.

Fin

La historia ha llegado a su fin.

¿Saco el epilogo donde se reencuentran o lo dejo así?

La chica de la fiesta (Nalu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora