La chica de la fiesta (Nalu)

Capítulo 6: El dueño de la discoteca

— ¡Natsu! — Su padre golpeó la puerta — Ya es hora de levantarse, tienes que ir a la escuela en una hora.

En ese momento Natsu se despertó, había dormido en el suelo con unas almohadas mientras que Lucy durmió en su cama. Se puso de pie, notando que Lucy seguía con el sueño pesado. Ella dormía profundamente, como si no hubiera dormido así en años. Era una vista extraña, pero agradable. Natsu sonrió al ver eso y se dirigió al baño. Ahí se duchó y se vistió rápidamente.

Cuando salió, Lucy seguía dormida. No quería despertarla, pero tenía que hablar con ella para saber qué harían. Se sentó al borde de la cama y comenzó a moverla — Lucy... oye Lucy, despierta. — Le dijo. Luego de unos momentos, ella despertó.

— Hola Natsu. — Le saludó con una gran sonrisa.

— Hola. — Saludó él — Oye Lucy... ya es de día, tenemos que averiguar una forma de esconderte aquí hasta que vuelva de clases y pueda hablar con ese amigo tuyo de la discoteca.

— Oh, si. Lo había olvidado. — Ella se sentó sobre la cama. Estaba despeinada y tenía puesta una pijama que le prestó Natsu.

— Bien, tenemos que pensar en algo rápido porque si mi padre te pilla aquí, va a armar un escándalo. — Replicó Natsu.

Lucy quedó pensativa — Tengo un plan. — Dijo con una sonrisa que preocupó a Natsu.

Minutos después

Igneel, Zeref y Mavis estaban desayunando en la mesa. Entonces escucharon unos pasos bajar por las escaleras. Los tres se giraron esperando ver a Natsu, pero quedaron con la boca abierta cuando vieron a Natsu caminando junto a una chica rubia, la cual estaba cojeando.

— Fuiste muy duro esta vez. — Le reprochó la chica rubia, aferrándose al brazo de Natsu mientras bajaba las escaleras. A Igneel se le cayó la mandíbula al piso cuando escuchó eso.

— Admítelo, así es como te gusta. — Dijo Natsu viéndola con una mirada burlesca, a lo que la rubia solo se sonrojó.

Mavis rodó los ojos — Es igual a ti. — Le reprochó, a lo que Zeref soltó una leve risa. Ellos tampoco sabían qué era lo que estaba pasando, pero les preocupaba más la reacción de Igneel que la situación de Natsu.

Natsu se dirigió al microondas, donde ordenó dos platos de waffles con miel y dos tazas de café. Luego de eso se sentó junto a la chica rubia en la mesa con el resto de la familia.

— ¡Hola Zeref! ¡Hola Mavis! — Les saludó la rubia como si les conociera de toda la vida.

Ambos quedaron extrañados ante eso, pero pronto vieron que Natsu estaba haciendo un gesto con la mano, uno que indicaba — Síganme la corriente.

— Oh... ¡Hola! Cuánto tiempo. — Le preguntó Mavis improvisando.

— Eh, ¡Si! Hace mucho que no te veíamos por aquí. — Zeref continuó — ¿Cómo te ha ido en la universidad? — preguntó, pero en ese momento se dio cuenta de que lo había arruinado todo.

Igneel palmeó la mesa furioso — ¿U-N-I-V-E-R-S-I-D-A-D? — Gritó —¿Mi hijo se está revolcando con una chica de universidad y no me había contado nada?

Natsu lo miró molesto — Oye papá, más respeto. Yo no solo me revuelco con Lucy, ella es... — Rodeó el cuello de la chica rubia con su brazo derecho — Lucy es mi novia. Respeta, por favor.

Descolocado, Igneel gritó — ¿¡Tienes novia!? ¿Desde hace cuánto y con permiso de quién?

Zeref lo miró extrañado — ¿Como que con permiso de quién? Si llevan meses siendo novios.