Capítulo 4: El Asalto Solitario
Después del enfrentamiento con las sirens, Sam decidió enviar a Ayla a una misión de reconocimiento para ayudar a una flota aliada bajo ataque de la facción Sakura Empire. Los informes indicaban que la flota aliada estaba en apuros y necesitaba refuerzos urgentemente.
Ayla se mostró valiente y decidida, ansiosa por demostrar su valía y habilidades. Montó en su acorazado y se dirigió rápidamente a la ubicación de la flota aliada en problemas.
Sin embargo, la situación resultó ser más peligrosa de lo que imaginaba. La flota aliada estaba gravemente dañada, y los acorazados enemigos de Sakura Empire los superaban en número y fuerza.
Ayla luchó valientemente, pero fue superada y su acorazado resultó gravemente dañado. En el fragor de la batalla, una explosión cercana la alcanzó, dejándola inconsciente y su acorazado a la deriva.
Mientras tanto, en la base de la Flota Libertadora, Sam recibió la noticia de la crítica situación de su hija. Una mezcla de enojo y preocupación se apoderó de él. Sabía que debía actuar rápidamente para rescatarla y vengar el ataque contra ella y la flota aliada.
Sin esperar a que su hija se recuperara, Sam tomó una decisión audaz y peligrosa. Embarcó a su flota y se dispuso a llevar a cabo un asalto solitario contra el cuartel de Sakura Empire.
Con su acorazado USS Missouri como buque insignia, Sam se dirigió a toda velocidad hacia el territorio enemigo. Los submarinos de la Flota Libertadora se unieron a la misión, preparados para realizar ataques sorpresa desde las profundidades del océano.
La facción Dragón Empire, una de las aliadas, proporcionó información crucial sobre las defensas enemigas. Utilizando esa inteligencia, Sam planeó un ataque coordinado con ataques aéreos de los A-10 Warthogs y los B-21 bombarderos pesados. Los acorazados de la Flota Libertadora también se unieron al bombardeo masivo de la isla enemiga.
El cielo se oscureció con el despliegue de los aviones de combate y los bombarderos, mientras que las aguas se encendieron con los torpedos lanzados por los submarinos.
Sam se sentía como un torbellino de furia y determinación. No descansaría hasta que el cuartel de Sakura Empire quedara devastado y los responsables del ataque contra Ayla y la flota aliada fueran castigados.
La batalla fue intensa y feroz. Los aviones de combate despejaron el camino, neutralizando las defensas enemigas y permitiendo que los acorazados y submarinos atacaran desde diferentes ángulos.
La flota enemiga intentó resistir, pero fue superada por la ferocidad y la precisión del ataque de la Flota Libertadora. Los acorazados de Sakura Empire fueron hundidos uno por uno, mientras que la isla enemiga quedó en ruinas tras el bombardeo masivo.
Sam lideró la batalla con una habilidad y determinación asombrosas. Su ira y enojo lo impulsaron a luchar con una intensidad inigualable. Era un hombre en una misión, decidido a proteger a su hija y a sus aliados.
Finalmente, la victoria fue alcanzada. El cuartel de Sakura Empire quedó en ruinas, y la flota enemiga fue derrotada y dispersada. Los líderes de Sakura Empire se vieron obligados a aceptar la derrota y la superioridad de la Flota Libertadora.
Con su misión cumplida, Sam regresó triunfante a la base. Fue recibido con alivio y admiración por su valentía y liderazgo. Ayla finalmente se recuperó del coma, y padre e hija se reunieron con un abrazo lleno de emoción y alivio.
El asalto solitario de Sam dejó una impresión duradera en sus aliados. Se ganó el respeto y la admiración de las facciones aliadas, y su liderazgo se consolidó como el corazón de la Flota Libertadora.
A Continuación, la Flota Libertadora se volvió aún más fuerte con la incorporación de nuevos aliados, como Eagle Union y Dragón Empire, que se unieron en su lucha contra las sirens y otros enemigos.
La relación entre Sam y Belfast de la Royal Navy también floreció durante este tiempo. A pesar de su inicio con desconfianza, ambos líderes encontraron una conexión especial basada en su dedicación a proteger a sus flotas y a sus seres queridos. Compartieron estrategias y experiencias, fortaleciendo la cooperación entre la Flota Libertadora y la Royal Navy.
Mientras tanto, Ayla volvió a demostrar su valentía y habilidades excepcionales. Se convirtió en una pieza clave en las misiones de reconocimiento y combate de la Flota Libertadora. Su capacidad para controlar múltiples barcos la hizo invaluable en el campo de batalla.
La relación entre padre e hija también se profundizó durante su tiempo juntos en la Flota Libertadora. Ayla admiraba la sabiduría y el coraje de su padre, y Sam se enorgullecía de la valentía y la determinación de su hija. Juntos, formaron un equipo poderoso y unido.
Con el tiempo, la Flota Libertadora se convirtió en una fuerza imparable, defendiendo no solo sus propias aguas, sino también las de sus aliados. Las facciones enemigas temían enfrentarse a esta poderosa alianza de naciones y barcos.
A medida que la Flota Libertadora continuaba sus misiones y batallas, también se mantuvo alerta ante nuevas amenazas. Sabían que el mundo en el que se encontraban estaba lleno de misterios y peligros desconocidos, y estaban preparados para enfrentar cualquier desafío que se les presentara.
En su búsqueda de paz y seguridad, la Flota Libertadora descubrió secretos que nunca hubieran imaginado. Se encontraron con criaturas marinas místicas, ruinas ancestrales y tesoros ocultos. Cada nuevo descubrimiento enriqueció su comprensión del mundo en el que ahora vivían.
A medida que el tiempo pasaba, la Flota Libertadora se convirtió en una leyenda, admirada y respetada en todo el mundo marino. Su fama se extendió más allá de los océanos y se convirtieron en un símbolo de esperanza y valentía para todos.
A pesar de los desafíos y dificultades, la Flota Libertadora se mantuvo unida y fuerte, enfrentando cada batalla con coraje y determinación. Su espíritu indomable los guió a través de las tormentas y los peligros, y nunca dejaron de luchar por la paz y la libertad.
Y así, la Flota Libertadora continuó su viaje en un mundo lleno de maravillas y peligros. Con cada nuevo día, enfrentaban el futuro con optimismo y valentía, sabiendo que juntos podían superar cualquier adversidad.
Fin del Capítulo 4
La historia de la Flota Libertadora y sus aventuras aún no ha llegado a su fin. ¿Qué nuevos desafíos y misterios les esperarán en su próximo capítulo? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: su legado de valentía y unidad perdurará en los corazones de todos aquellos que han sido tocados por su espíritu inquebrantable.
ESTÁS LEYENDO
Azur Lane: The Evolution of The Kansenkos | Original
Fiksi Penggemarno sé muchas cosas sobre Azur Lane Haci que les valga ver- si escribo algo que no cuadre Bv