Capítulo 3

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"La conexión"

Madison.

Madrugar para la escuela era un verdadero asco. Mis ojos me ardían por quedarme dormida luego de llorar mares.

Me siento en mi cama y el flashback de la noche anterior viene a mi mente.

Recién envió su mensaje y no se que hacer.

¿Me meto bajo la tierra cual avestruz?

Chillo contra la almohada y me armo de valor, tomo el cel y abro su chat.Cuando estoy a punto de responder me envía otro.

Damon Rewiw.
"¿Quién te pasó mi número?"

Enarco una ceja.

Respuesta
Digamos que no fue difícil.

D.R
"?"
"¿Por qué el misterio ,niña de ojos miel?"

¿Niña de ojos miel? WTF , vale eso provocó que una sonrisa tonta adornara mi rostro.

Respuesta
Fue una amiga.No tiene nada de misterio;).

Escribiendo...

—¡Madison! Vas a llegar tarde.—el grito de mi madre me saca de mi viaje astral  recordándome la tortuosa vida social que me esperaba.

Odio a las personas, bueno, no las odio pero hay unas cuántas que solo viven para joder y robar el oxígeno.

Me levanto con pesar y sin remedio hago mi rutina mañanera. Evito mirar los arañazos en mi brazo izquierdo y me coloco unos jeans holgados, una camisa más grande que mi estupidez y un abrigo que rozaba mis rodillas. Todos dirán que la típica moda "aestethic" pero para mi eran capas de ropa que ocultaban mis heridas e inseguridades. Tenía ,a mi opinión un lindo cuerpo, nada exagerado pero justo, delgada con un poco de cintura , eso sí, nada de caderas y una proporción pareja para mi busto y mi trasero.

Claro está que la sociedad y mis propios padres no lo veían como algo "bonito" sino como una chica que se esta a punto de desaparecer. Me miro en el espejo y se me aguan los ojos.

—Como quisiera que no te dolieran los comentarios ajenos.—me susurro.

Peino mi alocada cabellera , tomo la mochila y salgo de la habitación.

Theo y Young ya estaban en la mesa. Eran mis hermanos menores ,el primero tenía 5 años y el segundo 10.

—¿Madi vas a desayunar?— quiere saber Young.

Muevo la cabeza con negación y mis padres me miran mal. Me apresuro a la salida antes de recibir comentarios hirientes pero claro, soy Madison Wolff ,mi suerte no da para tanto. Cuando tenía la mano en la manija mi madre habla.

—¿Qué te pasa ahora? ¿Te propusiste desaparecer?—se cruza de manos. Aún tenía su pijama,contaba con un poco de sobrepeso, aun así era bonita a mis ojos. Su cabello es rubio con rulos , nada que ver con mi cabello lacio que actualmente estaba teñido de rojo.

Me giro sin soltar la puerta.

—Solo no tengo hambre.

AetérnumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora