Aetérnum

Capítulo 10

"Código N"

Advertencia:
Este capítulo toca temas delicados como son la manipulación y abuso sexual, si prefieres no leer solo te recomiendo ir al final donde sucede algo crucial en esta historia y te recomiendo no pasar por alto. Ahora sí, disfruten ;)

Madison.

1semana después.

Una semana desde aquel encuentro, una semana desde que nos dimos ese adiós necesario. Lo extrañaba, bien dicen que nunca debes acostumbrarte a las personas.

Ya no habían noches de videollamadas, mensajes hasta llorar de risa o ponerme roja como tomate. Ya no lo escuchaba hablar de esas series de anime que tanto le gustan, de lo mucho que ama el café y anécdotas de cuando apenas era un crío.

Pero era lo mejor, para él y para mi. Decidí pensar más en mi ,como consecuencia estaba ahora en camino al psicólogo. Por más que traté de hablar con mis padres me congelaba y un ataque de ansiedad amenazaba con quitarme el oxígeno.

Mis manos temblaban una vez dentro. Había una pequeña cola.

—Tenemos que esperar un poco.—anuncia mi madre y asiento.

20 minutos más tarde la doctora sale haciendo  pasar primero a mi mamá. Mis nervios iban en aumento. Esto es una mala idea, no soy tan fuerte.

Tú puedes Madi.

Aprieto mis ojos aguantando mis lágrimas, iba a soltarlo todo, ante una extraña.

Mi madre sale y me señala la puerta, sabía que una vez que cruzara ese umbral mi vida iba a cambiar, iba a romper los esquemas de muchos, pero estoy cansada de callar, de poner la paz de todos por encima de la mía.

Una mujer bastante joven me sonríe.Tomo asiento y miro la hoja escrita en su mesa. Como buena letra de médico no entendía un carajo.

—Hola Madison, soy Hasyra tu psicóloga, quiero que sepas que todo lo que me digas queda entre nosotras.—trata de darme seguridad .

Es amable y su sonrisa genuina , lástima que no se la pueda devolver.

—Cuéntame Madison, ¿qué ocurrió con exactitud ese día?—usa un tono pasivo.

Quiero hablar , lo juro, pero no puedo,mis ojos se cristalizan y me odio por no ser capaz.

—Madi, si quieres conseguir esa paz y estabilidad que tanto anhelas tienes que decirme...

Bien, es ahora o nunca.

—Supongo que mi mamá te contó lo que pasó en marzo de este año.—carraspeo para poder hablar mejor.

Ella asiente.

—¿Él te obligó en algún momento a besarlo?—trata de no espantarme con su pregunta.

Lágrimas corren por mi mejilla pero no iba a retroceder.

—No, no me obligó....esa noche él había hablado conmigo...una parte de mí no quería porque recordaba lo que sucedió hace 7 años atrás...

Deja de escribir y me mira, en sus orbes se detectaba el miedo.

—Por el principio Madison, ya veo que esta historia no es como todos cuentan.

Niego para respirar hondo antes de soltar todo aquello que me estaba callando.

—Todo comenzó cuando tenía nueve años...Era la primera vez que conocería a la familia de mi padrastro y estaba muy emocionada , una vez llegamos un chico muy atractivo llamó mi atención, Cristobal así se llamaba, era su hermano ,tenía 15 años y como niña inocente tenía un crush con él— me río sin gracia.— Era de las que tenía un crush con todos sus primos.Pero como la inocente que era sabía que solo sería eso, que iba a crecer y sería una anécdota de la cual reír en el futuro como lo hice con mis primos pero él...—niego con la cabeza.