Capítulo 9

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"Un adiós necesario"

Madison.

El grito de mis hermanos hace que me levante de golpe asustada provocando un leve mareo. Miro la hora en mi reloj de mesa y ya eran las 6:55am.

Maldigo mientras corro al baño que gracias a dios quedaba en mi habitación. Hago mi rutina y una vez fuera selecciono la ropa.

Unos pantalones holgados negros, un pullover con la palabra Sex en el medio y mis fieles converses blancos. Miro el horario del viernes y tomo lo necesario , solo me queda rezar que no me expulsen por la palabra tallada en mi ropa.

Theo seguía discutiendo con Young por un juguete. Miro a todos lados pero no hay rastro de mis padres.

—¿Young y mamá?—ambos se giran.

—Está durmiendo dice que está muy cansada y que nos prepares tú el desayuno.

Mierda, si me ponía en esas llegaba tarde.

—¿Si te doy el dinero compras algo?—cruzo mis dedos.

Asiente frenéticamente. Suspiro aliviada y le doy 100 pesos.

—Theo ,ve a dormir.—el pequeño me mira mal pero luego se va a su cuarto.

Preparo mi pomo de agua y sin más salgo. En particular me gustaban los viernes, los profesores eran mas flexibles y las clases no eran muy cargadas, además salíamos una hora antes, hora que Yan, Ross y yo aprovechamos yendo al parque para comer palomitas.

En la esquina veo como mi amigo ya está esperándome. Su cara es de fastidio total, muy al contrario, Yan aborrece los viernes, de hecho odia cada día.

Le doy una gran sonrisa y me mira incrédulo.

—¿Tuviste sexo anoche?— alza sus cejas burlón.

Le doy un golpe sin aplicar mucha fuerza.

—No tonto, solo que por primera vez en....seis meses no tuve una batalla campal antes de salir.

Asiente sonriendo.

—Yo me levanté y lo primero fue un sermón de...ya ni recuerdo pero era una estupidez, si se lo propone mi madre es un jodido dolor de bolas.

Lo miro comprensiva, haría algo por levantar su ánimo.

Dos cuadras adelante estaba una aburrida Ross, claro está que, cuando nos ve toma esa alegría que la caracteriza. Era el rayito de sol y nosotros dos nubes oscuras.

—Hola.— saluda alargando la "A".

Se engancha en medio y seguimos nuestra caminata.

—Chicos tengo algo que contarles.— ambos giramos a verla animándola a que prosiga.—Elvis y yo formalizamos nuestra relación.

Yan me mira sin poder creerlo, yo no me quedo atrás.Las ideas coherentes abandonan mi sistema y solo quiero meterla al mar. No me molesta que mi amiga sea feliz, por el contrario, quiero verla brillar, pero ese chico a pesar de mala fama tenía unos vicios algo peligrosos y durante todo este tiempo demostró que no iba a cambiar.

—Felicidades Ross.— murmuro sin saber que alegar y su felicidad decae.

Mira a Yan en busca de algo positivo y le doy una mirada de advertencia para que no suelte ninguna grosería.

—Felicidades, a ver si puedes guiarlo por el buen camino de una vez.—espeta y Ross se suelta de golpe.

—Qué yo recuerde nunca los juzgue por algún ex.—reprocha cual niña mimada.

AetérnumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora