12. Acción Inesperada

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Ambos salieron de la tienda para comenzar a caminar de regreso al hotel, Fuma realmente había contenido las ganas de reclamarle al bastardo de Yoshida y sus malditos comentarios porque claramente habían incomodado a la azabache, quién caminaba junto a él en silenció mientras metía su mirada al frente, tal vez algo avergonzada aún por aquellas claras acusaciones indirectas, pero él no quería referirse a estás, sabía lo suficiente como para no tener la necesidad de preguntar algo como eso.

Una vez en la habitación, Hikari no hizo más que subir a la cama y sentarse en esta mientras revisaba su celular, notando que había cero llamadas perdidas y nada de mensajes de parte del padre de su hijo, quién parecía no haber estado mucho con el pequeño porque no había podido hablar con él desde la mañana, y a esa hora, Harua ya debía encontrarse dormido, eran más de las diez de la noche, el viaje desde el karaoke hasta la calle más cercana del hotel había sido largo.

—Ten.

La azabache levanto su mirada del celular para ver al mayor extenderle su helado mientras que en su otra mano sostenía el café helado que ella le había comprado en la tienda antes de finalmente dirigirse al hotel, Fuma movió levemente el paquete del helado provocando que finalmente ella lo tomará mientras se acomodaba sobre la cama, ante esto el mayor se dispuso a dar la vuelta para sentarse junto a ella en su lado de la cama mientras bebía un poco de su café, soltando un suspiro que llamo la atención de la joven.

—¿Qué hago para que no pienses en las estupideces que dijo ese idiota?

—Con tu compañía me basta —Dijo ella mientras llevaba el helado a su boca para poder darle un mordisco—. Sacarme de allí fue suficiente... gracias.

—Bueno yo quería agradecerte por tu comentario acerca de mi físico —Murmuró él algo avergonzado mientras volvía a beber de su café, escuchando a la menor reír levemente—. Es en serio, jamás habían dicho algo así antes, eres la primera que me ve de esa manera...

—Eso es tierno, pero soy incapaz de creer que sea la primera chica en verte así, seguramente hubo alguien más que te vio desnudo de la cintura para arriba —Dijo ella con diversión mientras volteaba a ver al castaño, quien la observaba con sus ojos ligeramente abiertos al escucharla—. Bueno, es imposible que no lo hiciera, saliste sin camiseta del baño, aparte... me viste con ropa reveladora en el club, estamos a mano.

Hikari desvío rápidamente su mirada para darle una mordida a su helado, extremadamente sonrojada luego de caer en cuenta de que ella misma se había delatado de una manera demasiado vergonzosa, pero agradecía que Fuma no dijera nada por unos largos segundos mientras bebía de su café en busca de que pasara su nerviosismo.

—Tu comentario sobre mi... gracias por decir eso también —Dijo ella volteando a verlo con más calma, notando como este negaba levemente.

—No deberías agradecerlo, me siento realmente afortunado de poder conocerte aunque sea un poco, en cuando a ellos, no deberías preocuparte, no merecen siquiera que escuches las estupideces que dicen —Comentó él mientras encogía de hombros, observando a la menor fijamente esta vez—. No todos merecen conocerte realmente.

Hikari sonrió levemente mientras veía al castaño observarla con atención, atreviéndose a acercar su mano hasta su rostro para correr su oscuro cabello y dejarlo caer a su espalda mientras ella giraba levemente su rostro al notar la acción del mayor, Fuma sonrió algo tímido por su propia acción, por lo que rápidamente aparto su mano para no incomodarla, pero la menor tomó su mano en el aire, tomándola entre las suyas mientras giraba su cuerpo para quedar frente a él, acariciando la mano de este mientras lo observaba con atención.

—Eres extrañamente encantador...

—Ya lo dijiste —Dijo él sin atreverse a mirarla, realmente Hikari lograba ponerlo nervioso.

—Pudiendo decirle a otros sobre mi trabajo, sobre mi hijo... no lo has hecho, te has comportado muy diferente a como pense que lo harías —Murmuró ella haciendo una pequeña mueca con sus labios mientras acariciaba la mano del mayor—. Perdón por juzgarte sin conocerte.

—Bueno, no es tú culpa, creo que también llegue a juzgarte por un momento —Confesó él mientras la miraba por unos largos segundos mientras ella asentía levemente—. Pero no te conocía, supongo que escuchar las estupideces del resto me hicieron una mala imagen de ti, pero ahora me doy cuenta de lo equivocado que estaba, en realidad eres una chica increíble...

Hikari sonrió mientras el castaño parecía titubear ante su nerviosismo, a pesar de eso mantenía su amplia sonrisa tímida, provocando que la menor no pudiese despegar su mirada de él, y otra vez esa sensación similar a una montaña rusa que nuevamente la tomaba por sorpresa, pero esta vez fue más fuerte cuando el castaño volvió a observarla, esta vez sin desviar su mirada, sin borrar su sonrisa y sin atreverse a alejarse cuando ella repentinamente se acercó, uniendo sus labios por unos largos segundos, moviendo suavemente sus labios cuando el se atrevió corresponderle, acercándose un poco mientras soltaba la mano de la joven para colocarla en la mejilla de esta.

Un suspiro escapo de los labios de la azabache cuando ambos se apartaron apenas unos centímetros, más poco después sus labios volvieron a unirse, esta vez con más seguridad mientras el mayor deslizaba su mano por las oscuras hebras del cabello de la joven, quién a la vez se acerco un poco más a él mientras giraba levemente su cabeza para poder besarlo de mejor manera, se sentía como una niña inexperta, torpe, como si jamás hubiese besado a alguien antes, y es que el castaño era tan delicado y cauteloso con lo que hacía que realmente incluso había logrado sacarle una sonrisa mientras se alejaban vagamente, y es que sus rostros seguían lo suficientemente cerca como para rozar la punta de sus narices mientras mantenían sus ojos cerrados.

¿Qué esta pasando?

De repente la azabache se alejó, permitiéndole al castaño reaccionar mientras levantaba su mirada, viéndola abrir sus ojos mientras llevaba una mano hasta boca, procesando la estupidez que acababa de hacer, el castaño abrió levemente su boca con intensiones de decir algo, pero no sabía que decir, lo había tomado por sorpresa y había terminado respondiendo aquel suave beso, y a pesar de que no le había molestado en absoluto, se sentía demasiado nervioso como para decir algo coherente que lograra calmar a la menor.

—Lo siento, no sé porque... —Murmuró ella alejándose de él rápidamente para bajar de la cama.

—Esta bien —Se limitó a decir él luego de aclarar su garganta a la vez que movía su mano en negación, sintiéndose demasiado avergonzado como para poder mirarla.

—No, es que yo... no se porque hice eso, de verdad lo lamento —Se disculpó ella parpadeando con nerviosismo mientras tomaba su pijama y se dirigía al baño rápidamente para encerrarse en él.

Fuma llevo ambas manos hasta su cabeza para alborotar su cabello con frustración, cómo era posible que hiciera algo como eso, Hikari seguramente se sentiría terriblemente incómoda luego de aquél beso ¿Cómo es que siquiera había permitido que algo así pasara? Y no, no es que le hubiese disgustado, se había sentido increíble, casi como un niño que obtiene el mejor de los regalos del mundo, pero no, simplemente no debería haber pasado.

¿Cómo se supone que debería actuar con ella cuando claramente Hikari era quien había iniciado aquel beso? ¿Y si se alejaba solo porque él le siguió el beso?

Eran demasiadas cosas que pensar y claramente no parecía ser el momento porque no quería que la joven lo viera así de confuso y tenso, pero qué podía pensar cuando incluso una vez que se cambió y se metió a la cama cubriéndose casi por completa, la azabache no salió del baño hasta tiempo después, caminando en silenció hasta su lado de la cama para terminar metiéndose bajo las cobijas sin decir nada.

De verdad aquello no podía traer nada bueno en lo que parecía ser una bonita amistad que apenas había comenzado.

Feel Like Shit •Murata Fuma• #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora