14. Malentendido

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Su noche había sido horrible, pero a pesar de eso, se encontraba con una radiante sonrisa en su rostro mientras corría con su niño hacía el jardín de infantes, no iban tarde ni mucho menos, pero estaba tratando de que el pequeño olvidara la tristeza que había pasado la noche anterior cuando lloró abrazado a ella luego de que su papá se fuese de cada, por lo que la idea de una carrera había terminado con ambos corriendo de prisa por el pavimento mientras escuchaba al pequeño carcajear cuando estuvo cerca de la entrada, girando hacia ella para celebrar su victoria.

—Mamá es una tortuga —Se burló él saltando feliz mientras veía a la azabache caminar hacía el los pocos pasos que le quedaban—. Merezco un premio

—Bien, en la tarde me dices que premio quieres, solo recuerda portarte bien y hacer todas tus tareas —Murmuró ella inclinándose hacia el para besar su mejilla y acomodar su cabello.

—¡Harua!

El niño giro rápidamente hacia un costado para luego correr hacia el niño que se acercaba emocionado, la azabache sonrió levemente al encontrarse con el pequeño amigo de su hijo, Taki se acerco de inmediato para saludarla con la misma energía que lo había conocido días atrás cuando se encontraron en el supermercado.

—Hola mami de Harua...

—Hola Taki —Dijo ella sonriendo levemente mientras tomaba la pequeña mano del niño—. Solo dime Hikari, para mi estara bien

—Esta bien, tía Hikari —Comentó el pequeño sonriendo ampliamente mientras movia sus manos unidas.

—¿Viniste solito? ¿Dónde esta tu mamá? —Quiso saber ella sonriendo levemente mientras se colocaba de cuclillas junto a ambos niños.

—Mamá no pudo traerme, tuvo que ir al hospital con mi abuela, me trajo mi tío Fuma —Explicó Taki mientras giraba sobre sus pies para señalar al chico que los observaba un par de metros más allá.

Hikari incorporó su cuerpo y observo al castaño con algo de nerviosismo, este inclinó levemente su cabeza para acercarse luego de unos largos segundos, sin mirarla directamente a los ojos por más de dos segundos, los niños se despidieron rápidamente de ambos para luego entrar corriendo junto a sus compañeritos, dejándolos solos en medio de la calle, Fuma la observo fugazmente al verla levantar su mano para acomodar su cabello.

—¿Vas a clase? quiero decir... lo siento, es obvio que vas a clase —Murmuró ella algo sonrojada por su torpe pregunta, por lo que solo atinó a darse la vuelta para alejarse de él.

—¿Puedo acompañarte? —Preguntó él de inmediato mientras la seguía unos cuantos pasos, deteniéndose cuando ella volteo a verlo—. Vamos al mismo lugar ¿Te molesta si voy contigo?

— No, quiero decir... no me molesta —Dijo ella luego de varios segundos, negando levemente antes de volver a darse la vuelta para continuar camiando.

Fuma sonrió de manera nerviosa al escucharla, por lo que rápidamente se acerco a ella para poder caminar a la par, mirándola por unos segundos para notar el suave sonrojo en sus mejillas, aunque podía deberse a la carrera en la que la había visto con su hijo momentos atrás, pero su sonrisa pronto desapareció cuando ella volteó a verlo, provocando que sus miradas se encontraran, por lo que ambos desviaron sus miradas casi de inmediato.

—La verdad es que yo quería disculparme... —Dijo ella jugando con las correas de su mochila ante su nerviosismo—. Lo que paso en el viaje, lo lamento, no se porque lo hice...

—No deberías disculparte, yo también tuve un poco de culpa —Intervino él con un tono educado y serio como siempre—. Al responderte el beso creo que esto se volvió incómodo, así que también lo lamento

—Incómodo —Murmuró ella volteando a verlo por unos segundos, deteniendo sus pasos mientras trataba de formular algo coherente—. No quería incomodarte de verdad lo lamento, creo que el proyecto deberíamos terminarlo pronto, así ya las cosas serían como antes, lo que menos quiero es hacerte sentir así...

Fuma abrió levemente su boca al escucharla, pero no supo que decir, por lo que termino asintiendo levemente mientras la miraba con atención, en realidad no lo había incomodado, pero no quería que ella se sintiera incómoda luego del beso que habían compartido, su intención no era incomodarla, él quería todo lo contrario y por un momento penso en que ellos podían llevarse increíblemente bien, pero luego del beso todo había cambiado, ninguno de los dos hablo más de lo necesario con respecto al trabajo y luego cada uno por su lado, lo cual había sido realmente infantil.

—¿Puedes terminarlo hoy? Tenemos solo dos clases, podríamos terminarlo luego... tienes que trabajar hoy ¿Cierto? —Quiso saber él mientras volvía a caminar junto a ella, haciendo una pequeña mueca con sus labios.

—Si, tengo que ir hoy, pero creo que podemos terminarlo en antes de que tenga que venir por Harua y tenga que irme al trabajo —Comentó ella guardando silencio por unos largos segundos, intentando sonreír para no demostrar como se sentía—. Aunque eso no es importante para ti, lo siento, hable de más... esta bien si simplemente me avisas cuando salgamos de clases si puedes, sino entonces lo terminamos por separado y luego uno se encarga de enseñarselo al maestro Sato

La azabache se dispuso a detener un taxi para luego subir a el, dejando la puerta abierta para que entrara, cosa que hizo mientras procesaba la actitud de la joven, quien guardo silenció durante todo el viaje hasta la universidad, para luego alejarse una vez que estuvieron allí.

¿Por qué de repente se comportaba así? ¿Dije algo malo?

Fuma entro al salón poco antes de que la clase comenzara, viendo a la joven sentada en el mismo lugar de siempre mientras que él se dispuso a dirigirse al suyo, observando a la chica que se encontraba en los puestos de adelante, pensando en cual había sido la estupidez que había dicho para que terminara alejándose de él nuevamente como si nada hubiera pasado.

Tal vez era eso, si no hubiese correspondido el beso tal vez ahora se encontrarían conversando al igual que los días atrás, si hubiese actuado de la manera correcta en ese momento y se hubiera apartado con calma entonces tal vez sería menos incómodo para ella el tener que interactuar con él, pero la había besado, y si seguramente había sido horrible al hacerlo y eso solo empeoraba su nerviosismo mientras trataba de no pensar en todo lo sucedido hasta ese momento.

—Entonces... ¿Volvieron a actuar indiferentes como antes?

Su mirada se dirigió a su costado, donde Inoue se encontraba observándolo con una pequeña sonrisa en su rostro, pero se nego a responder, no iba a seguirle el juego a sus estupidos compañeros entrometidos, la unica persona a la que era capaz de dirigirle la palabra era Hikari, pero ahora probablemente las cosas volverían a ser como antes y tendría que volver a su actitud solitaria.

Feel Like Shit •Murata Fuma• #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora