10. Armonía Perfecta

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—No puedo creer que comieras Kushikatsu, luego Okonomiyaki y el Butaman como si nada, no pensé que pudieses comer tanto en un par de horas...

—También me sorprendi, por lo general no puedo comer de esa manera —Comentó la azabache entrando al ascensor mientras reía suavemente al escuchar al chico, quien sonreía con diversión mientras presionaba el botón del piso.

Habían pasado casi todo el día fuera del edificio, se habían dedicado a avanzar con su trabajo toda la mañana, luego habían ido a comer juntos y luego se dedicaro  a recorrer la ciudad sin alejarse demasiado de donde se encontraba el hotel, Fuma había resultado ser una persona realmente alegre y divertida con la cual había disfrutado compartir, mientras que para él, la compañia de Hikari habia resultado más que grata, era inesperadamente encantadora, a pesar de lucir como una chica extrovertida y llena de energía, la azabache había terminado por mostrarle lo tímida que podía llegar.

Habían comido demasiado durante toda la tarde recorriendo diferentes puestos de comida callejera, y sí, para Fuma había resultado demasisdo divertido verla comer una brocheta tras otra como si fuese una niña recibiendo un dulce, había descubierto que la menor detestaba la mayoría de los productos del mar, era una de las pocas personas que conocía la cual no disfrutara de ese tipo de comida.

—Creó que utilizaré el gimnasio, necesito bajar todas las calorías que comí —Dijo él riendo mientras bajaba del ascensor, volteando a ver a la azabache al escucharla reír.

—Diría lo mismo, pero sinceramente el gimnasio no es lo mío —Murmuró ella algo avergonzada, caminando hasta la habitación junto al castaño.

—El gimnasio es lo mejor —Comentó él observándola con algo de sorpresa por sus palabras—. ¿Haces algún ejercicio aparte del que haces bailando?

—Por lo general hago ejercicios aeróbicos, ya sabes, correr, andar en bici, saltar la cuerda, abdominales... —Dijo ella mientras abría la puerta cuando finalmente llegaron, sacándose su chaqueta para luego tomar asiento sobre la cama y dejar caer su cuerpo hacía atrás—. Seguramente no haces nada de eso.

—Suelo correr y hacer abdominales, más que el resto de los que nombraste, me gustan más las pesas y las flexiones... —Acotó él de inmediato mientras tomaba asiento de su lado de la cama—. ¿Quieres venir conmigo al gimnasio?

—¿Planeas que levante pesas? —Cuestionó ella soltando una carcajada de solo imaginarse intentándolo.

—¿Por qué no? —Murmuró él encogiéndose de hombros mientras se levantaba sin dejar de mirar a la azabache con una amplia sonrisa en sus labios—. Si tu levantas pesas y haces flexiones conmigo entonces yo utilizare la cinta de correr y la bicicleta contigo...

Hikari giro su cuerpo sobre la cama mientras veía al mayor desviar su mirada rápidamente, yendo a su maleta para sacar un pantalón de chándal y una sudadera, sin esperar alguna respuesta de su parte el castaño entro al baño para cambiarse, dejándola allí pensando por unos largos segundos, para luego rápidamente levantarse de la cama e ir a su maleta, para sacar una camiseta y así cambiarsela por la camisa que llevaba puesta, tal vez resultaba más entretenido de lo que sonaba, sentía que sus personalidades se complementaban muy bien con la otra, entre ellos se creaba una armonía que era cómoda para ambos en todo momento, se les hacía fácil notar si algo no andaba bien y Fuma le había demostrado en esos pocos días que lo que menos buscaba era incomodaba.

Cuando Fuma salió del baño ya cambiado, la joven se encontraba atando su cabello en una alta coleta, sonriendo casi de inmediato cuando sus ojos se encontraron, haciendo que el mayor sonriera con algo de timidez mientras se disponían a salir de la habitación nuevamente para poder dirigirse hacía el gimnasio, una vez allí la azabache no pudo evitar sentirse pequeña en medio de la gran cantidad de máquinas que habían en el lugar, el castaño se dedicó a guiarla entre las máquinas hasta llegar a las corredoras, donde ambos se pusieron de acuerdo para la cantidad de tiempo que harían para empezar.

—Si gano me debes comprar un helado —Dijo ella mientras subía el cierre de su sudadera hasta la altura de su pecho, observando al mayor a traves del gran espejo que habían en la pared frente a ellos.

—Bien, si yo gano entonces me compras un americano helado —Acotó Fuma mientras encendía la máquina.

Ambos extendieron sus manos para tomarlas y dar por echo aquellas palabras antes de dar inicio a la maquina para comenzar a trotar, Hikari estaba acostumbrada a eso, realmente era una de las cosas que más solía hacer, en sus tiempos libres cuando no estaba con Harua, ejercitarse le ayuda a bastante a la hora de mantenerse en forma para sus presentaciones en el Neve, mienteas que Fuma a pesar de correr de vez en cuando, siempre había preferido más los ejercicios de fuerza para su musculatura.

Por lo que al cabo de veinte minutos, su cuerpo comenzaba a exigir que se detuviera, a pesar de esto, se negaba a rendirse cuando la mirada de la azabache se encontraba sobre él, observándo su reflejo con una divertida sonrisa en su rostro mientras continuaba trotando como si nada, al cabo de unos minutos más, finalmente se rindió, deteniendo la máquina para bajar y alejarse rápidamente de ella, dejando a la azabache terminar la media hora que habían planeado en un principio.

Hikari bajo de la maquina poco después, girando sobre sus pies para poder acercarse al castaño cuando este la llamo para entregarle una botella de agua, la joven la acepto para luego seguir al castaño y verlo tomar asiento en una maquina de levantamiento de pesas, lo cual hizo que se quedara pie junto a este, observando como se dedicaba a hacer diez levantamientos antes de levantarse y golpear el asiento indicándole que se sentara allí.

—Si eso se me cae encima me partirá el cuello —Dijo ella señalando la pesa mientras negaba levemente sin quitarle la mirada de encima al castaño quien sonrió con diversión al escucharla—. No es chistoso, tengo un hijo al cual quiero ver crecer...

—No seas tan dramática, te voy a ayudar —Comentó él mientras subía la manga de su camiseta, dejando al descubierto sus brazos y hombros, golpeando el asiento con su mano libre para luego voltear a ver a la castaña—. Shigeta-san, no planeo dejar a Harua sin su madre, ahora ven...

La azabache terminó obedeciendo, dejo la botella de agua aun lado de la máquina para luego recostarse y colocar sus manos en la pesa, viendo al castaño pasar su pierna por encima de su cuerpo, quedando de pie con ella entre sus piernas mientras colocaba sus manos a los lados de las de ella, si, realmente Hikari pudo sentir el calor instalarse en sus mejillas cuando el mayor se encontro con su mirada, observándola fijamente por unos largos segundos antes de que finalmente desviara su mirada para anunciar el comienzo de su set de diez levantamientos, en los cuales se encargo de ayudarla levantando las pesas junto con ella.

Si no fuera por la gran necesidad de no dejar caer la pesa sobre si misma, Hikari ni siquiera hubiera podido pensar en algo que no fuera la suave voz del mayor contando cada uno de los levantamientos, mientras que él por mucho que intentara mantener su mirada alejos de ella, terminaba volviendo a mirarla con nerviosismo.

¿Por qué aquello de repente había formado un ambiente completamente nuevo entre ellos?

Feel Like Shit •Murata Fuma• #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora