12 Días. 12 benditos días en los cuales no supe de él. Habian pasado 12 días desde la última vez que lo vi parado en la banqueta mientras me iba con William.
Los primeros días me había alegrado no toparmelo o que no me llamara, me sentía tranquila y en paz por saber que ya no me molestaría, pero con el paso de los días, luego semanas comenzaba a sentirme ansiosa.
Crei en un principio que quizás era porque hasta cierto punto me había acostumbrado a tenerlo a mi lado solo para molestarme, pero después de haberme acostado con William me di cuenta que algo me pasaba.— ¿Qué? -pregunto en voz alta Cristian, mi querido, fiel y único amigo. Era un chico alto y carismático, trabajaba en un bar cerca de la universidad de artes y música, solía venir aquí a menudo desde hace ya bastante tiempo por la simple y sencilla razón de que aquí podía conseguir alcohol sin que me pidieran mi identificación.
Vaya problemas en lo que se va a meter el dueño si se entera...
— Shhh -lo calle mientras me ponía un dedo en la boca para que se callara. No tardó en darse cuenta de su error y cerro la boca, comenzando a ponerse rojo de la vergüenza.
— Te callas, carajo -dije molesta.
— Perdón... -murmuro— Pero es que esto que me cuentas... no lo sé, Alice, es... ¿cómo decirlo?... raro.
— ¿Cómo que raro?
— Si, osea... es normal que a los hombres le ocurra, pero ¿a las mujeres?
— También les puede pasar idiota
— ¿Y como sabes que puede pasarles?
— Estoy estudiando medicina, obviamente que se sobre la educación sexual -añadi rodeando los ojos.
— Ah, era por eso -dijo entre risas. Solo me límite a mirarlo mal y seguir tomando de mi limonada.
— Y supongo que nunca te había pasado antes -añadio mientras terminaba de servirle a un chico cerveza.
— ¿Que cosa? -pregunte sin ánimos.
—El no tener un orgasmo -dijo mientras ponía el vaso en la repisa y tocaba un pequeño timbre para avisarle al cliente que estaba listo su pedido.
Me quedé pensando en sus palabras durante unos segundos, tratando de recordar alguna mala experiencia con alguno con los que he estado pero ninguno me había echo sentir eso.
— No que yo recuerde -murmure para luego quedarme callada al ver cómo el cliente de la bebida se acercaba y tomaba el vaso. Cuando finalmente se fue volví hablar.
— He estado con muchos y tú lo sabes -añadi mientras lo apuntaba con el popote de mi bebida, el solo se limito a sonreírme y ladear la cabeza.
— Y con todos ellos la el pasado bien -añadi y escuché como chasqueo los dedos.
— Ahí está -dijo con ánimos. La mire dudosa, él solo sonreía como si hubiera descubierto la cura a alguna enfermedad.
— ¿Que cosa?
— La diferencia
— ¿Diferencia? ¿A qué te refieres?
— Argh, te explico -añadio rodeando los ojos para apoyarse en la barra.— Con los otros con los que has estado la has pasado bien, pero solo eso, solo "bien"
— Sigo sin entenderte
— Espérate, para allá voy -añadio levantando las manos hacia mí— ¿Cuántas veces te has acostado con Shawn?
Estuve lista para contestar pero me límite a quedarme callada, no iba a decirle las veces que me había acostado con él y mucho menos después de explicarle el como me trataba.
— ¿Cuánto tiempo han durado en cama?
Volví a quedarme callada, mordiéndome los labios para luego jugar con mi bebida un poco. Baje la mirada un poco por vergüenza, cuando lo volví a mirar me di cuenta que el juntaba sus dedos índices.
— ¿Qué haces? -pregunte sin entender lo que hacía.
— ¿Cuánto le mide? -pregunto comenzando a alejar los dedos poco a poco.
— ¿Qué...? ¡No! Para -dije para detenerlo. El abrió los ojos divertido y comenzó a reírse.
— Entonces no es lo largo, sino lo grueso -bromeo. Estuve a punto de lanzarle la bebida en la cara pero mi celular sonó.
Lo tenía a un lado justo encima de la barra boca arriba. El nombre de Shawn se mostraba en toda la pantalla, sentí como mi sangre se congelaba y me comenzaba a faltar la respiración. Mire de reojo a Cris, quién observa curioso el teléfono al igual que yo.— Pero mira que nos trajo el aire -ironizo. No dije nada y tome el celular. Estuve a punto de colgar pero algo dentro de mí me decía que hiciera lo contrario.
— Y la pregunta del millón aparece delante de Alice, ¿Que hará? ¿Contestara la llamada del tóxico versión chernobyl o rechazara la llamada y seguirá investigando cómo sanarse de su problemita de impo...? ¡Argh! -chillo cuando le lance con el popote un poco de jugo.
— ¡Oye!
Lo ignore y me levanté de dónde estaba sentada para contestar la llamada.
— ¿Qué quieres? Y si es dinero te aviso que no tengo -dije molesta.
— Pero cuánto cariño, se nota lo mucho que me extrañas te - se burló y podría jurar que se estaba riendo aunque no lo viera.
— ¿Que quieres, Shawn? -pregunte molesta. Si, estaba molesta pero el problema era que no sabía porque lo estaba.
— Te tengo información importante
— ¿información?
— Es sobre tu hermano -dijo y estuve a punto de decirle algo cuando añadió lo siguiente.— Y sobre Julieta
Y justo eso necesitaba para empeorar más las cosas.
— ¿Dónde está? -pregunte con rapidez.
— Espera, que aún no te he contado toda la información -añadio y podía notar algo de burla en sus palabras.
— La única información que quiero es la de la ubicación de ellos dos, ¿dónde están?
— Uy, pero que humor
— ¡Shawn!
— En la cafetería, ahora está aquí Julieta con uno de sus amigos, yo que tú vendría antes de que se encuentre con Ronald...
Y colgué. Me acerque a Cris y le dejé un billete de $50 en la barra.
— Ya me voy -solte molesta.
— ¿Tan rápido? -pregunto con una sonrisa en su rostro pero la borro cuando lo mire mal.
— Quédate con el cambio, luego te veo, adiós -solte y me encamine con mi bolso en mano directo a mi auto.
Subí y comencé a manejar con rapidez. No iba a permitir que esos dos se volvieran a ver, no tenía que pasar.
No había logrado que se separaran en vano. Me estacione a una cuadra antes de la cafetería-bar donde trabajaba Shawn y mi hermano, había comenzado a trabajar desde que llegó y solía pasarse gran parte del tiempo aquí.Camine a zancadas largas a la cafetería, lista para montar una escena, pero cuando pase por un ventanal y vi a Julieta junto con otras dos personas me detuve en seco. Me acomode la ropa y me metí al café, buscando con la mirada a Shawn quién encontré en la barra preparando unas bebidas y a su lado Ronald.
— Mierda -estuve a punto de acercarme a ellos cuando vi por el rabillo del ojo que Julieta se alejaba con rapidez al baño.
Tú momento, chica
No pensé en lo que hacía, antes de darme cuenta estaba en el baño de mujeres. Espere a que la última cliente que estaba dentro saliera, quedándome a solas con Julieta, quién se lavaba las manos concentrada.
— ¿Que haces aquí?
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No te enamores. Solo tu puedes romper mi corazón. [Secuela de DNAC]
RomanceAlice odia el amor. Shawn le gusta pasar el rato. Alice no expresa muy bien sus emociones. Shawn juega con los sentimientos. Alice es testaruda. Shawn insoportable. Alice tiene control de sus emociones. Shawn... la controla a ella. Dos polos opue...