Página 31 - Final Fantasy

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16 años después de la victoria de Shura

Emma estaba paseando por la ciudad de Ashina, una ciudad que estaba apenas siendo terminada de construir, se había creado para contar la verdadera historia sobre Ashura y el "Santo de la Espada", contar así la verdadera historia de todos aquellos que dieron su vida para vencer a los Demonios.

Emma pasaba por el centro de la ciudad en la cual se había construido una enorme estatua de un samurái, y justo debajo de este están los nombres de todos aquellos que murieron, Emma se había detenido para ver los nombres, leyendo entre estos y recordando a Inuhiko, una lágrima recorrió su rostro y así continuó su camino, mientras viajaba hacia la montaña notó como un joven bajaba de esta.

Emma lo saludó e hizo una reverencia.

-Mucho gusto Kyro...

-Mucho gusto Lady Emma.. - El joven Kyro se inclinó en honor a ella. - ¿Va a visitarlo?

-Si.. ya van tantos años.. - Emma sonrió con tristeza.

-Ojalá lo hubiera conocido...- Kyro se notaba triste.

-Te llevarías muy bien con él.. - Emma miró hacia abajo y volvió a observarlo después de unos segundos. - Dejemos eso de lado.. ¿Cómo están tus padres?

-Están bien.. Aki está ayudando a mi padre a entrenar.. incluso cuando no hay motivos para luchar mi padre quiere ser más fuerte.. lo gracioso es que mi madre lo apoya como si nada.. - Kyro suspiró.

-Jeje.. Shinji nunca cambia.. - Emma sacó un pequeño dulce y se lo dio a Kyro. - Nos vemos después Kyro.. es hora de que siga..

-Adios Lady Emma y gracias por el dulce.. son muy deliciosos..

Kyro hizo una reverencia y así se marchó de vuelta a la ciudad

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Kyro hizo una reverencia y así se marchó de vuelta a la ciudad.

Emma siguió su camino llegando hasta un templo, entrando en este y encendiendo varias velas y así ofreció un poco de sake.

-Buenos días querido.. - Emma sonrió a una estatua que había de Shura, ésta poseía a sus pies la Espada Mortal, resguardada por un cristal blindado.

Emma se pasó unas horas junto a la tumba de su amado, así hasta que no pudo más y comenzó a llorar, de pronto cayó dormida.

La noche ya había llegado, Emma despertó por la brisa que entraba al templo, la luz de la luna inundaba el templo, Emma observó por última vez la estatua y salió del mismo.

Mientras bajaba las escaleras del templo recordó que había dejado la cesta, regresando a este notando como la puerta estaba abierta.

-¿Eh? - Emma se quedó quieta. - ¿Yo no lo había cerrado?

Emma se acercó a las puertas notando a una persona dentro, estaba de espaldas pero aún así la luz de la luna iluminaba perfectamente el lugar.

-Disculpe...

𝚈𝚘𝚞 𝚌𝚊𝚗'𝚝 𝚋𝚎 𝚂𝚑𝚞𝚛𝚊...!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora