Contrato de Confidencialidad |Lizkook| +18

[capítulo 8]

Mientras limpiaba el mostrador, dí un bostezo, anoche no pude dormir bien, después de lo que pasó con Jungkook, me resultó un poco difícil.

Mis sentimientos por él, habían incrementado en este tiempo, no creo poder seguir con esto, pero tampoco quiero dejarlo, suena muy masoquista.

Continúe haciendo mi trabajo, atendiendo mesas por aquí y por allá, llevando cafés, limpiando mesas. La campana de la entrada resonó indicando que alguien había entrado.

Era un chico que no había visto por aquí, con su mirada inspeccionó la cafetería, su mirada se posó en mí y me dió una sonrisa, gesto que devolví.

—Buen día —Hizo una reverencia cuando estuvo frente a mí —¿Tiene panqueques?

—Claro ¿De qué los quiere? —Pregunté amable.

—¿Chocolate tendrás? —Asentí —Dos por favor.

Con una sonrisa y una reverencia asentí, me dirigí a prepararlo, cuando el chico con pants gris, y camisa blanca se hizo presente con uno de sus compañeros.

Le dí una mirada rápida, pude notar que él no me miró, sólo entró y tomó asiento, Rosé fue quien los atendió.

—Aquí tienes —Le acerqué su pedido al chico.

—Gracias, linda.

Seguí con mi trabajo, saqué el celular de mi mandil, ya que lo sentí vibrar.

Jeon Jungkook 🦠

gricis lindi
10:12

¿Es en serio? Miré a Jungkook discretamente, él me miraba serio, negué con una sonrisa y volví a guardar el celular.

¿Cómo es que había escuchado eso? Si que me sorprende lo chismosa que puede llegar a ser la gente.

A veces puedo llegar a confundirme con sus actitudes hacia mí, en ocasiones me ¿cela? si es que puedo llamarlo así, cómo la vez de la fiesta que fue por mí.

Odio confundir las actitudes que él toma conmigo, no quiero hacerme ideas que no.

Tomé las bolsas de basura y las saqué por la puerta trasera, las aventé al gran contenedor verde.

—Esta noche vendré por tí —Su voz me hizo dar un pequeño salto —Y no es pregunta.

—Debo llegar a casa —Le dije.

—Pues avisa que no lo harás —Se acercó a mí —¿A qué hora sales hoy?

—A las ocho.

—Te veo justo aquí, nadie puede ver que vine por tí.

Asentí, el tomó mi barbilla con sus delicados dedos, y me dió un beso necesitado, amaba besarlo.

—Te veo en la noche —Me guiñó un ojo y se fue.

Sonreí inconscientemente, enamorarme me resultó tan fácil, y más si se trataba de él.

Volví a entrar a la cafetería, donde Jungkook seguía con sus compañeros, al mirarlo me dió una sonrisa coqueta, yo me sonrojé un poco.

—Disculpa ¿Cuánto te debo? —El chico de hace rato me habló.

—Ah —Lo miré —Mil wons.