Comenzando con los planes

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La noche estaba enfriando en Central, la primer teniente se encontraba en su departamento sirviendo dos tazas de café las cuales, llevó hacia la mesa que compartía con Mustang. 

—Hay que terminar de depurar algunas solicitudes, intenté avanzar lo más que podía para que no alarguemos esta noche y podamos descansar —Indicó la primer teniente mientras bebía su café.

—¿Siempre piensas en todo? —Dijo el alquimista de fuego, posando su barbilla en sus manos y a su vez apoyando estas en la mesa.

—¿Todo? —La rubia arqueó una ceja sin entender lo que aquel le acababa de decir.

—Siempre tienes todo resuelto, a eso me refiero —Indicó el general mientras observaba los formularios.

—La reunión con el führer lo ha dejado confundido ¿Verdad? —Riza prefirió no prestarle atención y empezó a leer los formularios de los seleccionados para pasar el examen de alquimista estatal.

—Cualquiera que converse con Grumman queda bastante confundido —Dijo Roy mientras evitaba soltar una carcajada.

Ambos siguieron leyendo algunos formularios por varios minutos, los cuales se estaban haciendo eternos para el general, necesitaba decir varias cosas pero claramente era preferible guardarlas.

*Flashback*

—No es por aquella conversación, pero prefiero decírselo y no hacer algo sin su... —Indicó el alquimista de fuego siendo interrumpido por el Führer.

—No doy mi permiso, simplemente haré de cuenta que no hemos tenido esta conversación —Expresó Grumman guiñándole el ojo a Roy.

*Fin del flashback*

—Primer teniente Heer Abrams —leyó Mustang con detenimiento —Parece que ha tenido un progreso sorpresivo estos últimos años.

—A decir verdad, también estoy sorprendida de que estudiase alquimia —dijo Riza mientras separaba algunas fichas.

—¿Lo conoces bien? —interrogó el alquimista de fuego tratando de no sonar intrigoso.

La primer teniente decidió no responder aquello, fingió no haberlo escuchado y siguió leyendo algunos puntos de las fichas de la primera fase para los postulantes de alquimista estatal.

—Parece que maneja muy bien el agua —dijo el general tratando de seguir la conversación —tiene buena estatura, no es casado y viene de una familia bien posicionada del pueblo de Zumcan, todo un prodigio.

—¿Zumcan? ¿Del área norte? —Riza dejó de observar aquellas fichas y empezó a prestar atención — Pero si Heer viene de la frontera con Creta, de Madxo tengo entendido —La primer teniente lucía bastante confundida pues al parecer no conocía tanto a su viejo amigo.

—No es importante —mencionó Roy al ver la cara de confusión que tenía aquella rubia.

***

—¿Dónde estoy? —Preguntó una joven de piel pálida, se veía bastante confundida.

—Me presento ante ti querida Rose —Heer se acercó con una bandeja de comida para colocarlo cerca de la cama de aquella joven.

—¿Quién es usted? —La joven empezó asustarse puesto que no recordaba como había llegado hasta ese lugar.

—Puedes confiar en mi, no trato de lastimarte, ahora descansa —dijo el primer teniente y salió de aquella habitación, dio unos pasos encontrándose con aquella pelinegra.

—¿Cómo la viste? —preguntó Rinee 

—Hablemos en otro lugar, no es conveniente que nos escuche —Respondió aquel teniente agarrando a la joven del brazo y entrando a una pequeña sala.

Sentimientos PendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora