Dark! Mitología griega (Harem inverso x lectora)

23

Derrotaste a Apolo en su pequeño juego.

¿Cómo?

Fácil, creaste una poción curadora y lograste conseguir personas para que manden anónimamente las botellas a todas las familias afectadas por la plaga.

Heracles te ayudó con eso.

La idea de esta poción y sus ingredientes llegaron mágicamente a tu mente, sin siquiera pensar en ello.

Ni siquiera tuviste que volver a tu forma de deidad.

Se siente como si alguien te estuviese ayudando.

Pero eso no es lo importante ahora, lo importante es que la plaga se terminó, las personas están felices y a salvo.

Siempre se siente bien ayudar a otros.

Caminabas por las calles sosteniendo un canasto lleno con varios tipos de comida, Heracles camina a tu lado, sosteniendo dos cubos de agua.

"Pareces feliz para alguien que odia salir de su casa"

Dándote vuelta para ver al semidiós, sonríes infantilmente.

"No es que odie salir afuera, simplemente prefiero quedarme en casa todo el día, no hay nada de malo en eso, Hera"

Heracles rueda sus ojos ante el apodo que usas para molestarlo.

"Deja de decirme así"

"No, Hera"

Mientras discutes con Heracles, escuchas gritos alrededor.

Y cuando miras hacia arriba, te das cuenta porqué las personas están gritando.

Un hombre usando alas está cayendo del cielo, preparado para estrellarse en el suelo en cualquier momento.

'Ícaro'

Sin pensarlo, vuelves a tu forma de deidad y usas tus poderes para salvar al hombre antes de que toque el suelo.

Heracles mira en shock, finalmente viendo tu apariencia real.

Está encantado por tu belleza y divinidad, algo que nunca había visto antes en toda su vida.

Ahora entiende completamente por qué te escondes de las deidades.

Corres hacia Ícaro, quien está tirado en el suelo, inconsciente.

Ícaro es innegablemente bonito, con mechones de pelo color marrón oscuro y piel clara, aunque tiene quemaduras rojas, a causa del sol.

"Heracles, lleva a Ícaro a mi casa"

"Creo que es mejor no ayudar a un extraño"

"¡Heracles!"

"Di por favor primero"

La mirada fulminante que le das hace que sienta escalofríos en su espina mientras dices la palabra con un tono frío.

"Por favor"

Das más miedo que Hera con tus miradas.

Mientras tanto, estás satisfecha por salvar a Ícaro, pero también enojada contigo misma por transformarte en deidad.

Ahora Apolo viene por ti, todo porque ayudaste a un chico cuya emoción le llevó a su perdición.

<☆>

Ícaro abre sus ojos, encontrándose a sí mismo durmiendo en una cama desconocida, rodeado de lujos.

"Por fin despiertas"

Sus ojos caen en ti, viéndote sentada en la cama, leyendo de un pergamino.

"Soy quien te salvó de morir idiotamente" dices.

Ícaro te mira antes de empezar a reírse.

Nunca viste a alguien reír de forma tan linda antes.

"Si tuviese la oportunidad, lo volvería a hacer una y otra vez"

Frunces el ceño, confundida.

"¿Por qué harías eso?" Ícaro sonríe luego de terminar de reír.

"Para que me salves todas las veces, tonta"