El trayecto a casa fue silencioso, demasiado para el gusto de los tres. Después del comentario que hizo el compañero de Miles, la familia se encontraba en un estado tenso y abrumado por varias emociones; probablemente ninguna positiva.
Al llegar a casa y aparcar el coche el primero en bajar de este fue Miles, parecía el mas afectado de los tres. Peter quería hablar con el chico acerca de lo sucedido, tenía miedo que algo volviera a suceder.
Sin embargo, Miguel detuvo a Peter de seguir a Miles hasta su alcoba, creía que lo mejor era dejar a su pequeño enfriar la cabeza y ordenar todo lo que estaba pensando y sintiendo.
Pero veamos, ¿Qué era aquello a lo que Peter temía?
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Recordemos el pasado, vayamos 11 años atrás; cuando solo eran Miguel y Peter contra el mundo.
Los dos mayores ya llevaban un buen tiempo de casados, habían comprado una muy linda casa y su trabajo ya era bastante fructífero como para no preocuparse por el pago de los viles y otros gastos. Habían tenido en mente una idea desde ya hace algunos meses, pero habían estado esperando a tener una buena estabilidad en diversos sentidos.
Si adoptar a un niño era un proceso difícil y tardado, para ellos lo era incluso más por el simple hecho de ser una pareja homoparental, así que quisieron cumplir con los requisitos principales antes de dar el paso.
Decidieron comenzar el proceso de adopción con alegría y determinación. Se reunieron con un abogado especializado en adopciones y presentaron toda la documentación necesaria. Cada paso del camino, Miguel y Peter estuvieron juntos, apoyándose mutuamente en este nuevo capítulo de sus vidas.
Un fin de semana de verano visitaron un orfanato de Brooklyn, ya era el último paso para la pareja después de la propuesta de adopción y el tiempo de convivencia.
Se encontraban leyendo los documentos de aquel niño, que hasta ese momento, no sabían que haría que sus vidas dieran un giro de 360 grados.
Miles Morales, un nene de apenas 4 años de edad que había quedado huérfano a causa de un incendio, según los documentos la única familia que tenía era su madre después del fallecimiento de su padre biológico. Sin embargo, el incendio acabó por quitarle al único familiar de sangre que le quedaba.
Definitivamente ellos querían formar parte de la vida de aquel infante, querían llenar su pequeño corazoncito de amor y felicidad.
Y para el pequeñito Miles era una sensación similar, sabía que en esos dos caballeros había algo especial, algo que lo hacía pensar en su inocente cabeza "si, quiero que ellos sean mis papis, mi nueva familia".
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Habían pasado bastantes años desde que Miguel y Peter se convirtieron en tutores legales de Miles, quien pasó de ser un niño de 4 años lleno de energía y curiosidad a un adolescente de 15 años que estaba por empezar su primer semestre de preparatoria. Cada día que había pasado, Miguel y Peter se sentían más unidos a él, y su hogar se había llenado de risas y amor.
Peter y Miguel siempre le habían inculcado a Miles que las familias venían en muchas formas y tamaños. Lo más importante era el amor y el apoyo que se brindan unos a otros, pero era de esperarse que no todas las personas del mundo pensarían lo mismo, ¿no?
Miles, Miguel y Peter iban juntos en el auto hacia la nueva escuela del menor, era un soleado día de primavera. La risa y el entusiasmo de Miles llenaban el aire mientras compartían historias del pasado e imaginaban como sería el primer día de su pequeño girasol. Sin embargo, al llegar a la entrada de la institución y bajarse a despedir a su más grande tesoro, se encontraron con un grupo de alumnos que comenzaron a mirarlos con expresiones de desaprobación.
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»Corazón dividido« ✧ »PunkFlower« [CANCELADA]
Fanfiction𝘗𝘪𝘥𝘦𝘮𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘰 𝘵𝘦 𝘤𝘶𝘪𝘥𝘦, 𝘱𝘪𝘥𝘦𝘮𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳 𝘮𝘶𝘺 𝘤𝘦𝘳𝘤𝘢. 𝘛𝘰𝘥𝘰 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘦𝘴, 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘰 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳.