Capítulo 11

139 26 8
                                    

Cuando estás mucho tiempo en casa sin hacer nada el tiempo suele pasar bastante rápido, o al menos así fue para Miles.

Las últimas dos semanas de vacaciones ni siquiera las pudo disfrutar debidamente después de haber sido castigado por meterse en problemas con Hobie.

Pero no importa, son cosas nimias que a todos les pueden suceder, ¿no?

De igual forma sus amigos estuvieron pasando algunas veces a verlo cuando podían; Gwen estuvo yendo a verlo con más frecuencia.

Su papá Miguel ya preguntaba si eran pareja o algo por el estilo cuando la rubia pasaba casi todo el día en su casa.

Miles siempre respondía que no, no podría decir que eran solamente amigos, para él los amigos no se daban picos en los labios como lo hacían ellos a escondidas en su habitación; aunque tampoco eran novios.

Era algo que apenas se estaba moldeando, apenas estaba tomando forma. No tenía prisa por hacer oficiales las cosas.

Es algo así como cuando Peter prepara souffle de queso; meticuloso, lento y seguro para que no se desinfle cuando sea servido.

(...)

Lunes por la mañana, primer día de segundo semestre, ¿Habría compañeros de nuevo ingreso? ¿Qué maestros tendría? ¿Podrían elegir sus asientos o los acomodarían?

Bajó a la cocina viendo una nota de sus padres, tuvieron que salir antes por el comienzo de un nuevo proyecto, pero el desayuno estaba cubierto en la mesa listo para ser calentado en el microondas.

Desayunó y agarró camino al edificio de Ganke, lo usual, irse juntos en el autobús a Brooklyn Visions.

Para su sorpresa cuando llegó al complejo de apartamentos Ganke ya estaba esperándolo afuera en la acera, y no solo él, sino también Gwen.

Quizá el día de hoy estaría fuera del rango de lo que el considera normal en su rutina.

Los tres adolescentes subieron al mismo autobús, Ganke no quería ser algo así como la tercera rueda, por lo tanto prefirió dejar que Gwen y Miles se sentaran en un asiento de dos.

Él buscaría otro lugar donde sentarse y escuchar música todo el tramo a Visions.

Durante el camino Gwen le mostró un pequeño llavero de pingüino que había comprado en un bazar local en el centro de la ciudad.

También le mostró uno de un gatito negro, era bastante lindo y llevaba unas zapas rojas; era un regalo para Miles.

-Lo ví cuando compré el mío, me recordó a ti así que lo quise traer para ti. -Expresó la rubia con una sonrisa que dejaba ver sus dientes y achinaba sus ojos.

Morales agradeció gustoso el obsequio de la contraria, iba a agradecerle cuando un freno inesperado de parte del autobús lo interrumpió.

Un tipo extraño había tratado de robar un cajero de una tienda de conveniencia ubicada en el bulevar.

Genial, ahora tendrían que bajarse del autobús y caminar todo el tramo hasta Visions y probablemente llegarían tarde a la primera clase. Excelente inicio de semestre.

(...)

Cuando llegaron a la escuela, algo agotados a decir verdad, la clase ya tenía más de 15 minutos de haber empezado y por lo tanto ya habían perdido su chance de entrar a tomar la clase.

Tendrían que esperar en el pasillo hasta que la profesora Mafer terminara de dar el tema correspondiente.

Después de ver salir a la profesora de español del aula y ser juzgados con la mirada por esta misma, entraron al salón y se sentaron en los lugares vacíos que encontraron.

»Corazón dividido« ✧ »PunkFlower« [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora