i want you so much (but i hate your guts)

6

El silencio se había apoderado de ellos.

Louis posiblemente no haya tomado un respiro en los últimos dos minutos. Harry todavía estaba parado a unos metros de Louis, con los brazos casualmente cruzados y una sonrisa de satisfacción en su rostro mientras observaba a Louis. Louis, cuyo mundo se estaba desmoronando en ese mismo momento, cuyo corazón estaba acelerado por el miedo, que no sabía si quería llorar o gritar o tal vez finalmente, finalmente golpear a Harry en la cara, fuerte . Dios, lo primero que necesitaba hacer era respirar.

Así lo hizo.

Parpadeando, inhaló temblorosamente. Luego, con una voz más delgada de lo que él mismo había escuchado, dijo: “¿De qué estás hablando?”. No fue la cadena de palabras más convincente que podría haber salido de sus labios, para ser honesto.

"Creo que sabes exactamente de lo que estoy hablando", fue la respuesta de Harry encogiéndose de hombros. ¿Cómo podía ser tan indiferente ante la clara desesperación de Louis? Si Louis alguna vez pensó que Harry tenía cualidades redentoras, ciertamente ya no las tenía. Este chico era un monstruo cruel y egocéntrico que no tenía en cuenta los sentimientos de otras personas, y menos los de Louis.

Louis tragó, sus ojos bajaron al suelo. No podía soportar mirar a Harry por más tiempo. "Realmente, realmente no", murmuró. Y luego hizo lo que más le gustaba hacer cuando se enfrentaba a una angustia emocional abrumadora: huir. Giró en el acto y corrió de regreso a los edificios de los dormitorios, ni una sola vez lanzando una mirada por encima del hombro a la forma de Harry.

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Procedió a no salir de su habitación durante los siguientes tres días.

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Louis solo se sorprendió mínimamente cuando hubo un fuerte e incesante sonido de golpes en su puerta el martes por la noche. Incluso antes de levantarse de la cama, tenía una idea bastante clara de quién estaría de pie al otro lado, esperando a que lo invitaran a entrar.

Efectivamente, el cabello rubio de Niall fue lo primero que captó sus ojos cansados.

"¿Podrías mirar eso? Después de todo, Louis Tomlinson está vivo", dijo Niall mientras empujaba a Louis hacia la habitación y se acomodaba en la silla del escritorio, girándola para poder mantener su mirada en Louis. Niall parecía lo suficientemente feliz, pero había un borde en la curva de sus labios. "Trataré de no sentirme demasiado ofendido por el hecho de que no me has llamado en tres días".

Louis suspiró y cerró la puerta del dormitorio, seguro de que Niall no querría irse pronto. No es que Louis quisiera que lo hiciera, de todos modos. La presencia de Niall tuvo, previsiblemente, un efecto sorprendente en el estado de ánimo de Louis: no se sentía tanto como si la fatalidad inmediata estuviera a punto de tragarlo por completo.

"Oye, Ni", finalmente dijo. Su voz era ronca, entrecortada, y se dio cuenta de que en realidad no había hablado con nadie desde el sábado por la mañana. Eso fue, en retrospectiva, un poco poco saludable, probablemente.

Niall frunció el ceño, la verdadera preocupación ahora estropeaba sus rasgos. ¿Qué diablos pasó, Lou? ¿Por qué no me has enviado un mensaje? ¿Por qué no has ido a la práctica?

Louis no fue tomado por sorpresa por esas preguntas, pero eso no significaba que fueran más fáciles de responder.

La verdad es que no había hecho nada más que alternar entre dormir y llorar durante los últimos tres días, sin apenas levantarse para ir al baño o tomar un trago de agua. Como resultado, se sentía lleno de arena y demasiado cansado, lo cual era ridículo en sí mismo, considerando cuánto durmió en los últimos días. Aparte de eso, se veía un jodido desastre y tenía la conciencia más culpable en la historia de la humanidad por saltarse sus conferencias y prácticas de fútbol. Para colmo, nada de eso había resuelto de ninguna manera el problema al que se enfrentaba. Harry. Harry, conociendo su secreto. Harry, sosteniendo el futuro de Louis en sus manos. Harry, listo para destruirlo todo en un abrir y cerrar de ojos. Harry, Harry, Harry.