CATALINA
Entré nerviosa al evento, me miré por última vez en un reflejo y caminé decidida al salón. Mamá me arregló este vestido que tenía en casa para poder venir. Caminé entre las personas, intentando no llamar la atención, no conozco a nadie, no veo a nadie conocido, esto está muy lleno.
— ¿Champán? — pasó un chico con una bandeja y negué, asintió avanzando entre las personas ofreciendo champaña. Miré hacia mi lado y vi a Erika, me quitó la vista enojada y la miré triste, aún sigue molesta conmigo.
— Buenas noches — me asusté cuando me hablaron tan de cerca.
— Buenas noches — respondí al hombre a mi lado.
— ¿Estás sola?
— No, solo estoy esperando — me asintió no creyéndome hasta que fui salvada por Luis.
— Pensé que no vendrías — ambos miramos a Luis y sonreí mirándolo.
— Con permiso — el hombre se retiró al llegar Luis.
— ¿Te moleste? — preguntó Luis apuntando al hombre.
— No, no, me salvaste — sonrió acomodándose su chaqueta — Te ves muy guapo esta noche — me miró sonriendo.
— Gracias, no estás nada mal — sonreí — Tomó una champaña de una de las bandejas que iba pasando — ¿Tú no bebes cierto?
— No, gracias.
— Podría traerme un vaso de agua o jugo para la señorita por favor — le pidió al chico el cual asintió.
— ¿Estás enojado? — negó enojado — ¿Es por el trabajo? — me negó.
— Hiciste tu parte yo la mía, todo bien.
— ¿Y entonces?
— Algo ocultas, sé que hace muy poco somos amigos, y es tu vida, pero sé que algo ocultas — tragué saliva nerviosa quitándole la vista. Sucederá lo mismo que con Erika, se enojará cuando le cuente la verdad.
— Estos tragos son sin alcohol, por si los ve en cualquier otra bandeja los pueda tomar sin preocupación, el rojo es jugo de frambuesa, el blanco es piña colada, el transparente es agua gasificada y el naranjo se llama primavera — le asentí al chico y tomé la Piña colada sin alcohol.
— Muchas gracias — asintió y siguió avanzando.
— Iré a la terraza a fumar ¿No quieres ir?
— No, estaré aquí — asintió caminando hacia la terraza y probé la Piña colada, está deliciosa.
Miré hacia el frente y enseguida me atrapé en los ojos de Arthur, noté que se cambió el look, le da un aire mucho más de misterio, cada vez se convierte en un hombre más atrayente, sus ojos bajaron a mis manos y miré la piña colada, así nos conocimos, todo gracias a una piña colada. Levanté mi vista y noté que se acercó alguien, miré a la chica y es la misma con la cual se fue esa noche y llego al otro día a la oficina, hasta noté que no se había cambiado de traje, habían pasado la noche juntos, ahora entiendo por qué me hizo venir de forma obligatoria, para hacerme saber que él también puede escoger a otra persona por sobre mi.
Pasaron quince días, está todo bien, en esos quince días asimilé que no me buscó, ya está, solo fue una recaída con tu ex, o tu esposo, o tu futuro ex esposo, lo que sea ya está, a cualquiera le pasa. Ay como extraño beber alcohol en estos momentos, me hundiría en vino hasta quedarme dormida.— Hola — miré a mi lado y vi a Louise, no la saludé, iba a caminar, pero me frenó — Catalina por favor lo siento, créeme que no fue con mala intención, solo quería que te dieras cuenta que Arthur sigue enamorado de ti — juntó sus manos de forma adorable y negué enojada.
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La Culpa Fue De Tus Ojos
عاطفيةCatalina y Arthur tuvieron la hermosa fortuna de coincidir, la hermosa suerte de encontrar el amor, pero como en toda historia de amor hay un corazón frío y otro corazón roto. Arthur dejó de ser el mismo desde aquel día, y bueno Catalina, a Catali...