Érase una vez, todos teníamos un demonio gris dentro de nosotros y tenía un deber de alborotar cuando nuestro estado de ánimo no era normal. A veces es cuando nos irritamos y nos molestamos por algo trivial, a veces viene cuando estamos asustados, y...
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El almuerzo fue ajetreado después de una intensa discusión.
Nhai comer una simple caja de arroz del 7-Eleven, pero Aiyaret dijo que esa clase de alimentos carecía de nutrientes. Al final, tuvo que seguir al conductor caprichoso hasta un restaurante de filetes al que Aiyaret le gustaba frecuentar. Por supuesto, Aiyaret pagó por todo, por lo tanto, para Chen, inmediatamente se le hizo más fácil actuar.
El sonido del motor del auto estaba completamente en silencio cuando se estacionaron frente al dormitorio de Nhai. Aiyaret pensaba que el coche familiar era el más adecuado para moverse porque lo conducía casi todo el tiempo, y le mostraba especial interés al violín que estaba en el asiento de atrás. Después de un rato, tomó una guitarra para tocar algún tema al azar. Cuando se aburre, vuelve a comer, porque no pudo terminar de comer en el restaurante por lo que tuvo que pedir que se lo envolvieran en una caja para sentarse y comer en el coche, después de comer por un rato tuvo sed.
Necesitaba beber agua, pero no le gusta, porque solo toma Pepsi lo cual es un problema porque significa que debe encontrar un 7-Eleven.
Es como verse de niño. No es de extrañar porque su papá decidió comprar un coche familiar en lugar de uno como su super coche favorito.
"Ya estamos aquí, despierta. ¿Tienes muchas cosas para empacar?" "No demasiadas. Con recorrer una vez ya tendré todo.... Estaba por preguntarte muchas veces esto, ¿Quién te dijo dónde estaba mi dormitorio? Y en cuanto a la tienda de Phi Singh también ¿Cómo supiste dónde estaba?" Echó un vistazo sospechoso con sus cejas que fruncían el ceño juntas, Nhai miró fijamente, pidiendo una respuesta, hasta que Ai respondió con una suave sonrisa de pies a cabeza.
"Nadie me lo dijo, eso es todo, solo es el sentido que comparten las almas gemelas".
"No creo en las almas gemelas. Destino, adivinos o lo que sea."
"Ton me dijo que esperas para ver el programa de cartas de adivinación cada semana."
"Sólo lo miro para matar el tiempo." Dijo sacando los colmillos para rugir contra Ton.
"Ah, puedes conectar conmigo."
Aiyaret cerró completamente el coche cuando su pasajero salió para quedarse firme afuera. No le dijo que lo había estado siguiendo desde una aplicación de rastreo, porque temía que la víctima pudiera descubrir como bloquear la app.
El clima esa tarde era abrasadoramente caliente, y subir las escaleras hasta el cuarto piso para llegar a la habitación de Nhai, parecía un gasto importante de energía para alguien que odiaba el calor.
Pero finalmente, llegaron a la puerta de la habitación, donde recordaba haber colgado las gachas, y la puerta se abrió y se cerró después de que las dos altas figuras entraran en la habitación cuadrada.
Aiyaret miró a su alrededor, y recordó la historia que le había contado de que lo dejaron sin remedio desde la primera semana que decidió vivir aquí con su ex. Aunque ahora entendía por qué. Mantas y almohadas amontonadas en el suelo. La puerta del armario sin cerrar. La papelera situada en el centro de la habitación llena. Los tazones en la mesa del ordenador sin lavar.
