Capítulo 22: La persona más linda

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"Vamos a separarnos, Nhai". "¿P... por qué?"

"Estoy aburrido de ti; lo he estado pensando durante mucho tiempo,

¿por qué me gustaría alguien como tu? No puedes barrer la casa; no puedes lavar la ropa y todo el día solo juegas y duermes. Vamos a romper, no puedo soportarlo más."

"¿Quién dijo que me aceptaba cómo era?"

"Estaba perdido en ese momento. ¡Estoy aburrido ahora, y muy aburrido!"

Nhai miró a la persona que dijo la palabra aburrido fácilmente y sabía que la expresión extraña en su rostro significaba que estaba a punto de llorar.

"¡No podemos romper! ¡No puedes dejarme! Por favor, Ai... no lo haré. No discutiré contigo, mejoraré, me rendiré a todo lo que digas, pero no hables de romper."

"No me importa, ya le dije a Nene que voy a romper contigo y me iré con ella. Nene es mejor que tú en todo. Además, es hermosa, delicada, es buena tocando música y todo le queda bien. Ella puede cuidarme mejor que tú."

"¿Me dejarás? ¿No puedes olvidarme tan fácilmente?"

Finalmente, Nhai no pudo contener las lágrimas, no entendía lo que estaba escuchando, sólo podía suplicar. Pero el mayor se rio en voz alta frente a él sin importarle cuanto llorara. Nhai cayó al suelo envuelto en lágrimas y se abrazó a las piernas de Aiyaret, para que no lo dejara. Tal vez las palabras que siempre le había dicho jamás fueron verdad, y las promesas hechas no duraron.

Su corazón estaba destrozado, y el dolor era tan desgarrador que sentía que se volvía pequeño... cada vez más pequeño. Hasta que quedó atrapado en un doloroso torbellino que lo atrapó y cuando pudo abrir los ojos, vió que todo a su alrededor había cambiado. Había un prado verde, y unas vacas pastando cerca. De golpe una de ellas, lo miró... y sonrió.

¡¿Qué diablos está pasando aquí?!

¡Krok! ¡Krok! ¡Krok!

"¡Eh!"

La persona debajo de la manta abrió los ojos, se encontraba en la amplia cama; miró fijamente el techo de color marrón oscuro, esperando el momento para que su conciencia fluyera de regreso a su cerebro.

Él es ChenNhai y se hospeda en Nanburi, la casa de la familia de Ayaret. Anoche se acostó a medianoche, se quedó dormido y no sabía cuándo, pero si sabía que había tenido unos sueños nefastos.

El sonido de la alarma de un celular lo salvó de esa pesadilla, donde una vaca sonreía y se burlaba de él por haber sido abandonado. Debía apresurarse a regresar al mundo real antes de que le doliera aún más la cabeza.

La fuerza de vibración del teléfono hizo que la persona acostada en la suave cama, se despertara, la luz de una lámpara reemplazó a la oscuridad.

"¿Ai? Despierta." Nhai sacudió a la persona cerca suyo, pero Aiyaret agarró la almohada para cubrir sus oídos y así escapar del sonido del despertador y de la persona que le avisaba que era hora de despertar.

"No me molestes mientras duermo..."

Pensó en su respuesta, podría decirle: "quiero despertarte, pero no lo haré porque te amo y te acepto", pero sólo dijo, "Está bien, entonces, voy a tomar una ducha primero". Nhai bajó las piernas hacia el suelo y levantó la espalda, se limpió las lágrimas mezcladas con las manchas de los ojos resultante del sueño. Hizo caso omiso de Aiyaret gimiendo algo en su garganta; tras diez minutos se incorporó con algo mareado, y tardó varios minutos en despertarse por completo. Era algo que sucedía a diario, así como lo era encontrarse con la mirada de Ai, que despertaba a su lado. Pero algún día, puede que ya no esté ahí...

Ai Long NhaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora