Capítulo 17: No te metas con Ayaret.

519 19 1
                                    

Podemos decir que Nhai se quedó sin palabras, sus síntomas empeoraron después de encontrarse con una imagen terriblemente desgarradora para su corazón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Podemos decir que Nhai se quedó sin palabras, sus síntomas empeoraron después de encontrarse con una imagen terriblemente desgarradora para su corazón.

Aiyaret y una linda niña estaban parados juntos, abrazados, en un restaurante debajo del edificio del condominio.

Había bajado con todas las buenas intenciones de acercarle a Ai su billetera llena de dinero, la cual había dejado en el departamento. Pero lo que vio, lo destrozó cual castillo de arena despedazado por las olas. Su rostro se sentía entumecido, como si hubiera recibido un puñetazo, de esos que hacían toser sangre, como en las películas chinas.

Nhai no sabía lo que tenía que sentir en este momento, el dolor de la muerte, el enojo, o un terror escalofriante.

No, no sintió nada.

Estaba vacío, había un hueco en su pecho ante la escena entre él y ese traidor. Las imágenes vinieron a su mente, desde el momento en que se conocieron por primera vez, cómo se hicieron amigos hasta convertirse en amantes. Y ahora veía como era engañado.

¡Deben separarse!

Sus piernas largas se dieron la vuelta porque no podía soportar lo que veía frente a él. Sus ojos comenzaron a arder, los mocos empujan hasta la punta de la nariz. Y por supuesto, sus lágrimas amenazaron con aparecer, pero antes de eso, respiró hondo y levantó la cámara del celular para sacar una foto. No la miró, sólo guardó la foto la cual usaría como evidencia para la posterior ruptura.

Las personas como Nhai no comparten su amor con nadie, y esto debe llegar a los oídos de Phii Aoi, Phii Jod, ¡así que, cuidado!

Al subir al departamento, tomó la bolsa grande y la sacó del gabinete... de nuevo.

No perdió el tiempo pensando en doblar la ropa, sólo la tomó y comenzó a guardarla sin importarle si todas eran de su pertenencia.

¿Acaso también tomó algunas cosas de Aiyaret y las metió en la bolsa? Sólo sabía que no podría aguantar tener nada que trajera memoria de los dos.

¡Duele!

Y afuera, estaba lloviendo otra vez, ¿no?

"¡Oh, vamos! ¡¿Otra vez?! ¡Voy a llorar, carajo!".

Nhai levantó el dorso de su mano y se secó las lágrimas y arrastró la bolsa hacia la puerta principal. Se preguntó a sí mismo si se estaba olvidando de algo. Nada... no estaba dejando nada más que un corazón roto.

Su par de zapatillas favoritas se sentían tibias, y ya estaba listo para irse, pero recordó que se olvidaba su billetera.

Nhai abrió la puerta de la habitación de nuevo, su estado de ánimo estaba tan confuso que no vio el zapatero al lado de la puerta, y tropezó con el. Furioso lo levantó y arrojó todas las zapatillas, esparciéndolas en el suelo.

Ai Long NhaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora