⚘ 𝚂𝚃𝙰𝚈 𝚆𝙸𝚃𝙷 𝙼𝙴 ⋆ 𝙲𝙰𝚁𝙻 𝙶𝚁𝙸𝙼𝙴𝚂 ⚘

IV

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—And I can go anywhere I want
Anywhere I want, just not home

Desperté en el interior de un furgón, me encontraba acostada en los asientos de este, con un enorme dolor de espalda, y también de cabeza debido al calor que tenía. 

Escuché unas voces afuera, lograba oír la característica voz de Rick, y de alguien más, que no había escuchado hasta el momento.

Me bajé del furgón y sentí un leve mareo, caminé cuando ya me encontraba en el exterior del camión y logro divisar a un hombre con un peinado que parece sacado de los 80' y que tenía cara de que se quería morir en ese instante, a su costado estaba Rick, un asiático y Noah, me alivié demasiado al verlo presente.

Caminé con cuidado hacia el para darle un abrazo corto.

—¿Te sientes bien? —me pregunta el líder mientras asentía, a lo que yo respondí copiando su acción— bien,  Ruby, hemos hablado con Noah, y acordamos en que nos dirigiremos hacia Virginia, al hogar de él.

Yo solo asentí con la cabeza como respuesta y dieron por terminada la charla, realmente me ponía muy feliz saber que Noah volverá a su casa, que es lo que todo el tiempo ha estado esperando.

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—Me llamo Glenn —rompió el silencio el coreano, que estaba sentado justo al lado mío en el furgón.

—Soy Ruby —me presenté con una sonrisa forzada sin mostrar dientes.

—Lo sé —dice amablemente— Tara me habló de ustedes.

Ni idea de quien sea Tara.

Me habló de que tiene una esposa llamada Maggie, que ella era hermana de Beth.

Eso fue el final de la conversación ya que Rick empezó a hablar con Carol por el radio y luego Tyreese le dio un mensaje filosófico a Noah.

Noah estaba nervioso, estacionamos el furgón lejos del campamento, junto a otros autos chatarra.

Cuando ya habíamos llegado, Glenn escala los muros para ver el interior. Ya lo había entendido en cuanto el asiático puso una expresión de lástima.

—¿Qué pasa? —pregunta agitado Noah.

Nadie respondió, yo miré mis zapatos.

Noah escala el muro, y pone una cara de espanto cuando llegó a la cima.  Noah salta adentro, y todos lo seguimos.

Cada uno de nosotros intentaba calmarlo e intentar hacerlo reaccionar, pero él solo caminaba sin parar.

—¡Noah!

—¡Espera!

Luego de unos segundos, él empieza a llorar descontroladamente mientras se deja caer al piso, como si todo su cuerpo se desconectara.

Yo no sabía que hacer, me senté y me quedé a su lado.

—Lo siento mucho, Noah... —dice Rick con un tono empático mientras le tocaba el hombro.