VII

155 15 16
                                    

☽°⭑🧟‍♂️⁕°☆



—Memories feel like weapons



Me considero la persona con menos suerte que la persona que nació un viernes trece, me junté la noche anterior con Mikey, Ron, Carl y desafortunadamente Enid, que sigue siendo una idiota bruta enojada. El tema es, que jugamos póker, no gané ni una sola vez, supongo que me voy a tener que leer un libro sobre tácticas de juego. Todos se han burlado de mí (quiero suponer que en modo amable) menos Enid, ya que ella estaba sentada en un rincón leyendo una historieta. Entiendo que le gusten, pero dios mío, si no quiere jugar, que al menos sea amable y que no tenga cara de culo todo el puto tiempo, tal vez tiene traumas.

Tal vez sea la única que crea que es una maleducada, porque todos parecen amarla, hasta Carl, cosa que no puedo entender ya que no le dice ni pío. O tal vez sea porque soy una sensible y que no me haya ni mirado me ofendió, pero seguiré teniendo mi opinión en pie hasta que la vea reírse.

Hoy, tuve que salir, no estaba obligada, decidí aceptar a la salida por mi cuenta...

Mentira, si estoy obligada, por mí. En estos dos días que llevamos en este lugar, no he salido ni servido en nada.

Salí con Rick, que tiene el traje de alguacil, que hace que se meta más en el papel de líder. Con nosotros también estaba Daryl, que al fin se mostró limpió, y con Carol.

Están haciendo un plan extraño que creo que es para robar armas de la armería, quieren dejar abierta la ventana para que cuando nadie vea, que alguien entre y se pueda dar el acontecimiento.

—Nunca conocí a gente más afortunada, y siguen subiendo —afirma el mentón calvo de Rick.

—¿Por qué? —cuestiona Daryl, sin ninguna expresión de su rostro, como siempre.

—Porque llegamos nosotros.

Obvio, somos los mejores, está claro, pero me resulta un poco egocéntrico de tu parte, querido sheriff.

—Esto queda aquí, entre nosotros. También va para ti, Ruby.

—Sí, si, eso está fuera de toda duda —aclaré con una sonrisa antes de cerrar mi boca como si fuera un cierre.

De pronto, logramos divisar a un caminante acercarse.

—Yo me encargo —llama Daryl, tomando su ballesta y alistándola para atacar. Pero Carol lo detuvo.

—Deja que Ruby lo haga —dice la mujer.

Saqué la pistola de mi bolsillo y apunté con dificultad, sumándole los nervios y la presión que tenía porque tres adultos me estaban observando hacer algo en lo que no me especializo y porque el errante se acercaba más y más a nosotros.

Con las manos un poco sudadas, empecé a apretar el gatillo, dejando caer la bala en su vientre y pecho, pero no en la cabeza. Después de unos 6 intentos, logré darle en su estúpida cabecita y pude al pobrecillo por fin hacerlo descansar en paz.

—¿No hubiera sido más fácil dejar que Daryl lo matara y no gastar tantas balas? —pregunté con un tono obvio.

—Les dijeron que nos llevarían a practicar tiro, no podemos regresar con el cartucho lleno —informa con mi mismo tono— además, tú necesitas practicar, así que estamos haciendo lo que acordamos con ellos.

—Que suerte que apareció ese caminante —comunicó Daryl, con su característico modo de hablar.

—Volvamos —sugiere mi líder favorito de toda la vida, que es evidente que le respondí que sí—. Destraba la ventana, y esperaremos, nosotros no necesitamos suerte— le ordena a Carol.

⚘ 𝚂𝚃𝙰𝚈 𝚆𝙸𝚃𝙷 𝙼𝙴 ⋆ 𝙲𝙰𝚁𝙻 𝙶𝚁𝙸𝙼𝙴𝚂 ⚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora