Día 6: Un cálido abrazo

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Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto.

Summary: Sasuke consuela a Hinata después del rechazo.

SasuHina Month Día 6

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Un cálido abrazo

Tristeza... Eso era todo lo que Hyūga Hinata podía sentir en ese momento. Y se había estado sintiendo así desde hace dos semanas, desde el día que vencieron a Toneri Ōtsutsuki y en el cual Naruto la rechazo definitivamente. Había sido una tonta al creer que con el tiempo el rubio finalmente la notaría y mágicamente se enamoraría de ella, pero eso solo sucedía en fantásticos cuentos de hadas. Hinata se acurrucó más entre las sábanas de su cama y continuó hundiéndose en su miseria.

Así fue como Hanabi la encontró. Suspirando de coraje, la menor de las Hyūga decidió que ya era hora de hacer algo, no iba a dejar que su hermana mayor se marchitara de esa forma.

—Eres una idiota, ¿lo sabías? —la joven comenzó acercándose a la cama de la heredera—. Han pasado dos semanas, ya supéralo.

Hinata se encogió aún más en la cama, no queriendo escuchar las duras, pero ciertas, palabras de su hermanita.

—¡Ya levántate! —le ordenó y con todas sus fuerzas, arranco la colcha y las sábanas de la cama.

La Hyūga mayor siguió en la misma posición, sin inmutarse por las acciones de su hermana menor.

—¡Dios! —exclamó—. ¡Te ves horrible! —dijo al ver el blanquecino aspecto de la muchacha mayor—. Y apestas como el infierno, ¿cuándo fue la última vez que te bañaste?

—Detente —murmuró Hinata—. Hanabi-chan, no estoy de humor para tus...

—¡Oh, no! —la interrumpió—. La que no está de humor para tonterías, aquí soy yo. Todos ya estamos cansados de verte sufrir y de andar por los rincones como alma en pena solo porque el chico al que supuestamente amabas te rechazo. ¡Solo mírate! —Hanabi la señaló—. Te estás dejando morir y yo no quiero perder a mi Oneechan.

Las palabras de su hermanita le dolían, pero eran totalmente necesarias. Hinata alzó la cabeza y miró a su hermana menor.

—Vamos Hinata-nee-chan, vamos a que te des un muy necesario baño y luego iremos a comer de esos rollos de canela que tanto te gustas —ofreció con una sonrisa.

La Hyūga mayor asintió y finalmente se levantó de la cama. Hanabi tenía razón, debía superar que su amor de infancia la rechazara. De todas formas, ella no podía obligar a Naruto a amarla, ni imponerle que la dejara estar a su lado solo porque ella tenía sentimientos por él. No, las relaciones verdaderas no eran así. Además, no sería justo para ella tener una relación donde el amor fuese unilateral, una donde ella amase por los dos, una en la cual ella no recibiera afecto o atención por parte de él. No, nadie nunca jamás debería aceptar eso, absolutamente nadie se merecía ese tipo de relación. Ella tenía derecho a más que eso porque era digna de amar y ser amada.

Ella era una mujer fuerte, con orgullo y amor propio. Por lo que daría vuelta la página, haría frente al rechazo, se olvidaría de Naruto y buscaría a alguien más con quien tener una relación romántica.

Con esa resolución en mente, se dirigió al baño, llenó la tina con agua caliente y comenzó a tallarse vigorosamente. Tenía que quitarse la tristeza y suciedad de dos semanas. Una vez terminado su aseo, se puso ropa limpia y fue a la cocina para comer algo. Allí la estaba esperando Hanabi con un plato lleno de rollos de canela recién horneados, los cuales comió gustosa.

Las hermanas pasaron el resto del día juntas, riendo y charlando de un montón de cosas. Después de cenar, Hinata decidió ir a dar un paseo por la aldea. Necesitaba respirar aire fresco y distraerse un poco.

Se dirigió a un pequeño parque que quedaba de la Academia Ninja. Ahí se sentó en una banca y alzo su vista al cielo y se maravilló con las estrellas. Estuvo disfrutando del tranquilo frescor nocturno de Konohagakure, cuando, de repente, sintió una conocida presencia a sus espaldas.

—¡Ah! Me alegra ver que estás de visita en la aldea —vocalizó—. Sasuke-kun.

El Uchiha emergió de la oscuridad y se sentó al lado de la Hyūga. Ella le sonrió a modo de saludo.

—Llevo 2 semanas seguidas en este lugar infernal —Sasuke le aclaró.

Hinata estaba sorprendida, sabía que Sasuke aún no se sentía cómodo en Konoha, por lo que no entendía el porqué de su "prolongada" estancia.

—¡Uh-oh! Yo... Yo pensé que te habías marchado a-apenas vencimos a Toneri —dijo la Hyūga en un susurro.

—Hmp, quería hacerlo —se encogió de hombros—. Pero me quedé cuando me entere de lo que paso contigo y con el Dobe —respondió Sasuke con simpleza.

Hinata lo miró sorprendida, ¿acaso todos en la aldea lo sabían? Iba a ser humillante el tener que caminar por Konoha sabiendo que ya todos estaban enterados de su desventura amorosa.

—¡Oooh! —murmuró—. Eso es... Sí, bueno... Yo... —Hinata estaba tan avergonzada qué no sabía que decir al respecto.

Sasuke hizo una mueca muy parecida a una sonrisa burlona.

—¿Realmente creías que nadie se iba a enterar? —Sasuke preguntó—. Toda Konohagakure estaba enterada de tu enamoramiento por el tarado de Naruto, bueno, no toda, ya que el Usuratonkachi fue el único que nunca lo noto —le explicó—. Y ese bocazas te rechazo de una forma un tanto... Pública —terminó.

La Hyūga le rogaba mentalmente a todos los Dioses para que abrieran la tierra y que esta se la tragase.

—Q-qué vergonzoso es todo e-esto —dijo mientras enterraba el rostro entre sus manos—. Te a-agradezco que te quedaras, pero no era...

—Sí, lo era —Sasuke la interrumpió—. Además, ¿no eras la que decía que querías ser mi amiga cuando me estabas cuidando en el hospital después de la guerra? ¿Y no fuiste la que volvió a insistir en eso de la amistad cuando fue mi carcelera? —mencionó—. Cuando yo necesite que alguien me apoyara sin insistirme en que me quedara en la aldea o me rogará para que la dejara estar conmigo... Ahí estuviste , estuviste a mi lado sin pedir nada a cambio. Es por esa razón que ahora yo quiero...

El Uchiha no termino la oración, pero Hinata entendió perfectamente lo que él quiso decir, él se quedó por ella, porque la apreciaba. Tal vez, ella estuvo observando al chico equivocado. Quizás en este preciso momento, le estaban dando una nueva oportunidad para amar. Las mejillas de la Hyūga se encendieron ante aquel descubrimiento.

—Muchas gracias, Sasuke-kun —le sonrió con dulzura—. Gracias por cuidar de mí.

Hinata se acercó al Uchiha y lo abrazo. Sasuke se puso rígido ante el inesperado contacto, pero pronto se relajó y torpemente le devolvió el abrazo.

—El abrazo de Sasuke-kun es tan cálido —dijo Hinata en voz baja.

—Hmp, tonta Hyūga —Sasuke la estrecho más entre sus brazos. Él no iba a desperdiciar esta oportunidad. Naruto había sido un tonto al dejarla ir, pero él no lo haría. Después de esta noche, no dejaría que Hinata se le escapara.

Así permanecieron por varios minutos, disfrutando de la relajante presencia del otro y de un cálido abrazo.

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Notas: Tuve un pequeño bloqueo de escritor mientras hacia este oneshot, pero creo que de a poco lo estoy superando.

Naoko Ichigo

SasuHina Month 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora