capítulo veintidós

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Wait, Estailus!...
Una promesa rota

Aquino empezo a despertar, había apenas recordado lo de ayer y suspiró

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Aquino empezo a despertar, había apenas recordado lo de ayer y suspiró.

Si se había vendido de forma literal.

Tenía un poco de dolor de espalda y le dolían un poco las piernas pero nada fuera de lo común.

Con varios parpadeos, visualizo bien para que viese que no estaba Estailus, no se alarmó, solamente bostezo y se estiró un poco en donde estaba acostado.

Tenía demasiado sueño y algo de cansancio aún, pero se le iba a pasar rápido seguramente.

Se levantó de la cama, sintiendo el piso que estaba algo frío pero no tanto.

Sentía una calidez enorme.

¿Como pudo ser tan afortunado de tener a Estailus como su pareja?.

Siempre se había preguntado eso desde que se besaron por primera vez.

Y de forma rápida, se peino, se lavo la cara, se cepillo y todo.

Tenía una ropa para andar en el hogar así que solamente fue a la sala, y vio como Estailus estaba ahí en el sofa acostado casi dormido.

— buenos días, bobolon—Estailus lo miro rápidamente.

— oh- ¡Buenos días, Aquinin!—le miro con una sonrisa en su rostro.

— parece ser que amaneciste con sueño.

— uhh. Algo así. Solamente estaba hablando con Soarinng por el discord y ya—dijo inventandose una excusa algo de mentira. ¿Había hablado con Soarinng? Efectivamente, pero, el severo problema es que le contó a el lo de anoche.— además de que bien pendejo, me contó puras tonterías de mierda.

— ¿Ah sí?—se cruzo de brazos alzando una ceja.

— sehh. Pero, no le preste casi atención sinceramente, la neta que no me interesaba nada.

— ¿Nada de nada?.

— nada de nada—afirmo asintiendo con la cabeza algo adormilado.

Aquino sonrió un poco al ver aquella acción.

Estailus se acomodó un poco para estar sentado mientras quitaba algún que otro pelo de su rostro, Aquino se acercó pero no se sentó y dejó de estar de brazos cruzados.

— ¿Sabes que hay de desayuno?.

— ... ¿Y si te digo que no lo sé?.

— ay Estailus—dijo suspirando y el mencionado solamente vio a otro lado de reojo con una sonrisa mostrando los dientes algo curvada.— entonces, se tendrá que comprar la comida porque yo no tengo ganas de cocinar y dudo que tú lo hagas.

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