VEINTE

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Mariela

—Cuídate, bebé y llámame cuando te hagas el test de embarazo, ojalá pudiera estar presente.

—Quizás lo estés, ya veremos qué pasa.

James me abraza por el cuello, oculto mi cara entre su brazo y el torso.

—Hazme una videollamada cada vez que visites a Adrián— me dice— Y llámame antes de irte a dormir.

—¡Déjala ya!— grita Tadeo— No va a estar todo el tiempo llamándote, pelado. Tiene que atender a su hijo.

Me rio en el pecho de James, él se pone a discutir con Tadeo sin soltarme.

—Cállate, idiota, es mi mujer.

—Es mi madre, la voy a manipular para que te deje.

—Vete al diablo, culicagado.

James acuna mi cara entre sus manos, me da un último beso en los labios. Nos vamos a ver pronto y un año se pasa realmente rápido, quiero pensar así.

—Bebé, te amo, gracias por animarme y darme alas para hacer esto.

—Vas a ser el mejor jefe del mundo.

—Un año y estaré de vuelta contigo y nuestros hijos, nos casaremos y seremos felices para siempre.

—Para siempre, mi amor.

—Má, ya tiene que irse— dice Sofía.

James se separa de mí, todos han querido venir a despedirse de él. Tadeo me rodea la cintura con su brazo mientras observamos a James despedirse los demás, su madre no deja de llorar, Mario la invitó a venir a vivir con nosotros hasta que James regrese, pero ella rechazó la oferta. Prefiere seguir en su casa, donde tendrá intimidad para estar con Hugo, me alegro tanto de que estén juntos, ambos son dos personas increíbles, merecen ser felices. Mario agarra a James por las solapas de la chaqueta.

—Si la engañas con otra date por muerto— lo amenaza.

Sofía le da un manotazo a su esposo para que suelte a James.

—Deja de amenazar a todo el mundo, mucho menos a James, malparido.

—Nunca sería capaz de engañar a la mujer que amo— dice él— No os preocupéis por eso.

Tadeo es el último en despedirse de James, se dan un fuerte abrazo, comienzan a palmearse el uno al otro la espalda, la gente del aeropuerto nos mira confusa.

—Te corto los huevos— dice Tadeo.

James se ríe.

—Cuídala, por favor.

—Siempre cuidaré de mamá, papá.

James empuja a Tadeo, mi niño no deja de reírse mientras vuelve a mi lado.

—¿Por qué siempre tienes que molestar a todo el mundo?— le pregunta Sandra a Tadeo.

Él se encoge de hombros.

—Es divertido— contesta.

James se detiene en la puerta de embarque, mira hacia atrás y se despide con la mano.

—Llévame lejos de aquí— le pido a Tadeo.

No aguanto más, tengo el corazón roto, sé que va a volver y que nuestra vida juntos comenzará, pero duele mucho saber que estará a miles de kilómetros de mí.

—¿Dónde quieres que te lleve?— me pregunta Tadeo.

—Al orfanato.

Chasquea la lengua.

FRÁGIL #1.3 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora