ㅤgolden hourㅤ★ㅤmidoriya izuku !

veintiséis

VEINTISÉIS ; FINAL
heart to heart

    —¿Quieres comer después de clases? ¿Qué te gusta? —aquel rubio del que no recordaba muy bien su nombre le preguntó. Hanae le sonrió disculpándose, negando con la cabeza.

    —Lo siento, ya tengo planes —contestó, avergonzada. El chico pareció entenderlo. Togata no quiso decirle que ya estaba interesada en otra persona, aunque cuando escuchó al mismo tipo invitando a Uraraka a comer pensó que no era mala idea habérselo dicho desde un principio. Se acercó a su mejor amigo con una sonrisa cansada—. ¿Qué harás después de clases, Midoriya?

    —Nada, ¿p-por qué? —contestó, tímido.

    —Si no estás muy cansado por la clase de hoy, ¿quieres ir a comer? Hace tiempo te prometí que saldríamos a comer y nunca lo hicimos. Veo que es tiempo de hacerlo, ¿no? —los ojos de Izuku brillaron un poco al escuchar aquello, mostrando una suave sonrisa. Creyó que ya Hanae se había olvidado de ese día, pero ya vió que en realidad no lo había hecho—. Sigo queriendo comer un cheesecake.

    —C-Claro —aceptó, gustoso—. Me e-encantaría.

    Uraraka después se acercó a ambos, y Hanae la saludó con una sonrisa. La castaña, al ver a los dos chicos hablando, le dedicó una sonrisa burlona al peliverde. Al parecer el día anterior camino a la estación habían hablado de algo que Togata desconocía.

    Al ver que el profesor Aizawa aún no llegaba, de manera rápida y escondida le envío un corto mensaje a Mirio diciendo que saldría con Midoriya. No esperó respuesta y volvió a guardar el aparato, sin querer ser descubierta.

    Togata se sentía emocionada por salir con Izuku. Se sentía más fuerte y valiente al estar en el curso de héroes. Si fue capaz de aquello, ¿no sería capaz de confesarle sus sentimientos a Midoriya también?

★

    —¡Hasta luego, Iida, Uraraka! —se despidió Hanae. Estuvo consciente de que su mejor amigo había hablado con Katsuki sobre algo, pero no quiso preguntar nada. Si fuese importante, Izuku se lo hubiese dicho. El peliverde también se despidió de ambos chicos, y comenzaron a caminar.

    —Oye, Togata —empezó el chico, recibiendo la total atención de la fémina, que lo veía con una gran sonrisa—. S-Siento que te debo algunas explicaciones.

    —¿Sobre qué? —preguntó confundida, pero después creyó saber de lo que trataba—. Oh, ¿sobre tu quirk?

    —S-Sí, sobre eso... —sintió que no debía decirle, pero simplemente no podría guardarle nada—. L-La persona que me entrenó todo este tiempo me lo... Heredó... N-No es mi propio quirk.