ㅤㅤㅤㅤㅤ𝗴𝗼𝗹𝗱𝗲𝗻 𝗵𝗼𝘂𝗿 bnha (2023).
ㅤella es su ángel. no puede haber otra persona
ㅤmejor que ella.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ☆ ͡ ݂ ⩇:⩇ ' ۫ 🌄 ࣪ 𓈒
ㅤㅤ𝗱𝗼𝗻𝗱𝙚 hanae está dispuesta a curar
ㅤㅤtodas las heridas que posee izuku
ㅤ...
—Él es muy sentimental —señaló Hanae, sonriendo mientras limpiaba sus lágrimas—. Yo sólo... Estoy feliz.
Izuku sonrió con las mejillas algo sonrojadas, mientras veía su licencia de héroe entre sus manos con los ojos cristalizados.
—Muchos me ayudaron y causé problemas a muchos más —habló Midoriya, mirando a Hanae. Ella negó con la cabeza y una suave sonrisa, sabiendo a lo que se refería—. Pero, ¿cómo decirlo...? Es como la prueba de que he madurado, y me alegra.
Y Togata no pudo evitar sonreír con lágrimas en los ojos al ver la felicidad de Izuku. Sabía lo que sentía y el porqué la sentía. Ochaco no sabía lo mucho que le costó al pecoso llegar ahí, pero Hanae sí, y se sentía muy orgullosa de él. La chica levantó su mano y acarició el cabello contrario con dulzura. Midoriya sonrió ante las caricias, y Uraraka también sonrió con ternura al ver la escena.
—Deberías enviarle algunas fotos a tu madre, Izuku —sugirió la chica, y en lo que la escuchó sacó su celular y comenzó a tomar varias fotos, murmurando. Hanae rió—. Va a estar muy orgullosa de ti, yo también lo estoy.
La sonrisa de Uraraka se amplió y sonrió mostrando los dientes cuando vió a Deku sonrojarse por las palabras que le dedicó la rubia. En serio se querían, cualquiera podría notarlo.
Hanae, ya acostumbrada al fanatismo de su novio y la manera en la que siempre quería aprender de los demás, no se sorprendió cuando él salió corriendo hacia ese chico mayor de Shiketsu junto a su libreta de anotaciones. Uraraka la miró con una sonrisa burlona, y Hanae rió. Se habían vuelto muy amigas con el pasar del tiempo, Ochaco era una chica extrovertida y sociable, y Togata era más introvertida y tímida. Eran una buena combinación.
—También le enviaré unas fotos a Mirio y mi padre —anunció la rubia, sacando su celular y tomando fotos de su propia licencia provisional. Uraraka rió; con el pasar del tiempo se daba cuenta que Midoriya y Togata eran algo parecidos, por lo que entendía cómo congeniaban tan bien—. Oh, mi padre quiere que nos tomemos una foto juntas.
Ochaco abrió la boca un poco, avergonzada. Aún así, sonrió, asintiendo con la cabeza. Eran una muy bonita amistad. Y Hanae había perdido poco a poco el miedo de conocer personas nuevas, gracias a Uraraka.
—Oh, Izuku —saludó de nuevo cuando el peliverde llegó a su lado al terminar de hablar con el de Shiketsu—. Ven, tomemonos una foto.
