*Segunda parte de Asistiendo al Idol*
Woo Yun Ji asumió que le gusta JungKook, es más, siente que lo ama tanto como él a ella.
Ella sigue bajo contrato en Hybe siendo la asistente, Jk sigue siendo cada vez más exitoso y su debut como solista se ace...
Estoy despedida y con una demanda segura, mi vida acaba aquí, acabo de pagar un montón de dinero y ahora he arruinado la fama de Jk, el me odiará, Army me odiará, las Jk bias vendrán por mi cabeza, me lincharan a las afueras de Hybe y harán un en vivo mientras me golpean hasta morir con sus army bombs, estoy muerta, ¿Aló Dios eres tú?"
—Yunji— oí un susurro.
—¿Eres tu Dios?—dije con pocas fuerzas.
—Sí, soy Dios—susurró —Solo quería decirte que tienes que ser buena con el joven JungKook y dejar de pegarle codazos mientras duerme—.
Desperté de golpe alzando mis brazos dándole una cachetada a JungKook que estaba inclinado sobre mi cara.
—¡¡¡Auch!!!—se giró y cayó por la orilla de la cama.
Me senté en la cama y restregué mis ojos, me acerqué a la mesa de noche que estaba en mi costado derecho y revisé mi celular. Eran las 7:00 am del 1 de Enero 2023, estaba en Jeju y acababa de golpear a JK en la nariz posterior a mi pesadilla.
—¿Estás bien?— me asomé al costado de la cama, Jk permanecía en posición fetal cubriéndose el rostro sin hacer sonido alguno —¿JungKook?—.
—Aish ¡¿Por qué me pegas?!—se quejó en el piso.
—¡No quise! solo tuve un mal sueño— se coloqué a su altura y acaricié su cabello.
—Esta bien— acarició el puente de su nariz con la yema de sus dedos —La verdad es que estaba durmiendo horrible, no parabas de balbucear cosas y moverte, a eso sumale que la gente que está quedándose en la cabaña del costado está tirando fuegos artificiales hasta hace media hora y no he podido dormir—se levantó del piso algo molesto —¿Y me pegas?—.
—Perdón, ven acá— caminé tras de él algo apenada —No quise hacerlo—me posicioné frente a él y lo abracé.
Él se detuvo y me miró extrañado, yo jamás lo abrazaba así pero me había despertado con tanta angustia de haberlo arruinado todo que un golpecito en la nariz podría ser perdonado y contenido en un abrazo.
—No estoy molesto, solo tengo sueño y no puedo dormir— JK se acercó y se acopló a mi en un abrazo cálido, apoyé mi rostro contra su cuello para sentir el olor de su piel.
—Te regalaré esa polera, te queda bien— besó mi frente, sus brazos me rodeaban dándome calor.
—Es muy suave—sonreí —Ven —lo cogí de la mano y fuimos a la cama.
Me acomodé junto a él y nos unimos en un abrazo donde JK descansó su rostro en mi pecho y acaricié su pelo como a un niño pequeño, el metió una de sus manos bajo la camiseta y la posicionó en mi cadera en la linea de mi ropa interior acariciando la piel con sus dedos hasta quedarse dormido completamente.
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