JADE (RYUVIN/GYUBRIK)

玉：TRES(三)

Park Gunwook estaba volviendo a su habitación con varios pares de sábanas y toallas limpias para su nuevo compañero de cuarto. No era que esto fuera su deber, pero le pareció que sería bueno para enmendar su actitud de antes.

Sospechaba que había sido muy obvio con su comportamiento incómodo e injustificado, y odiaría que Gyuvin pensara que estaba siendo una molestia para él con su llegada.

Gyuvin incluso lo había llamado Sunbae, por lo que debería comportarse como tal.

Era solo que... Estaba sorprendido.

Ricky había dicho que la fallecida madre de Gunwook olía a flores de jazmín. Y no cualquier tipo de jazmín, sino el excéntrico Jazmín de flor tripe.

Por lo tanto, Gunwook que no había heredado ningún rasgo físico de su Madre, estaba feliz por heredar su aroma, que era la única cosa que tenía de su Madre.

Por supuesto que iba a sorprenderse al descubrir que Gyuvin también tenía un discreto aroma al jazmín de flor tripe, aunque no tan puro como el propio. Esto lo hizo sentir quisquilloso y odioso.

¿No se suponía que éste era únicamente el olor de su Madre y el suyo? Tales casualidades eran muy inesperadas.

Además, había algo en la apariencia de Gyuvin que era extrañamente familiar, pero no terminaba de descubrir qué era, lo que lo hizo sentirse más ansioso.

De todas formas, no era culpa de Gyuvin. Así que no debía despreciar al otro por eso.

Apresuró sus pasos para disculparse lo más antes posible, pero cuanto más se acercaba a su habitación, más sentía que había algo mal con las miradas que le daban sus compañeros de piso que recién iban saliendo a sus clases matutinas.

Gunwook parpadeó confundido y agudizó sus sentidos para escuchar los murmullos con atención.

—¡El Mariscal Shen es tan horrible! ¿Cómo puede intimidar a su nuevo estudiante tan violentamente?

Tan pronto como escuchó aquello, Gunwook corrió.

Una vez que escuchó el ruido de golpes, chillidos y caos, incluso antes de que llegara al pasillo, finalmente pudo entender las miradas afligidas y conmocionadas de sus compañeros.

—¡Hyung! —Gunwook urgió, pero fue incapaz de entrar por la puerta debido a una barrera.

Afortunadamente, Ricky le había enseñado a comprender y modificar las runas de sus barreras, por lo que pudo abrirse paso después de un par de intentos.

Tan pronto como estuvo adentro de la habitación, se quedó boquiabierto al ver el estado de furia en el que se encontraba Ricky.

Quizás si otras personas lo vieran, no dirían que Ricky se veía diferente de cualquier otro momento, y dirían que incluso se veía más tranquilo de lo habitual, pero Gunwook sabía que esa expresión de absoluta calma y frialdad, era de hecho, la señal de que estaba furioso hasta perder los estribos.

En cuanto a Gyuvin, él era lamentable mientras se sostenía el brazo roto, el cuál seguramente no era el único de sus huesos dañado a este nivel. Su nariz estaba sangrando y había un hilo de sangre deslizándose desde su boca hacia la barbilla. Además que su ropa estaba hecha tirones.

—¡Sunbae! ¡Sunbae, sálvame! —Gyuvin lloró.

Ante la plegaria desesperada de Gyuvin, Gunwook instintivamente bloqueó delante del chico antes de que el próximo azote cayera sobre él.

Ante la repentina intervención, Ricky hizo desaparecer su articulo espiritual para evitar dañar a Gunwook.

Gunwook tragó con dificultad cuando los fríos ojos dorados cayeron sobre él.