JADE (RYUVIN/GYUBRIK)

玉：DIECINUEVE (十九)

Ricky fue el primero en despertar al día siguiente. Tan pronto como lo hizo, se encontró a sí mismo envuelto en un reconfortante aroma masculino y un abrazo protector.

Aún se encontraba somnoliento, por lo que al principio simplemente parpadeó confundido hasta que su cabeza empezó a rebobinar los sucesos de la noche anterior y ya no pudo mantenerse quieto en una posición tan íntima por mucho más tiempo.

Ricky se quitó de encima de Kim Gyuvin apresuradamente, el movimiento fue abrupto, por lo que de inmediato contuvo el aliento, temeroso de haber despertado al más joven antes de lograr su cometido de huir de la habitación mientras el otro dormía.

El rostro del rubio cambió de pálido a rosado, ¡¿Cómo se suponía que iba a enfrentar a nadie ahora?! No obstante, Gyuvin solo murmuró en sueños y no despertó.

Ricky tragó nervioso y se deslizó cuidadosamente fuera de la cama. No pudo evitar sentirse avergonzado al percibir la incomodidad y el agotamiento en su cuerpo debido a la pasada actividad nocturna, por lo que apretó los labios y sintió que su rostro se volvía rojo.

"¡Tienes que volver a tus sentidos, Shen Ricky! ¡¿Qué sentido tiene actuar como un adolescente torpe y cohibido ahora?!" El rubio se reprendió a sí mismo mientras se llevaba las manos al cuello. Todavía tenía puesto el collar, lo que le estaba causando una sensación de picor y ardor.

Se quitó el collar, miró el material fijamente y no pudo evitar asombrarse al notar que estaba repleto de marcas de dientes.

Inevitablemente su mirada osciló entre el collar y el alfa durmiendo plácidamente en la cama, la situación era tan surrealista que Ricky casi se echa a reír, por un momento incluso pensó que estaba alucinando, pero no.

Él, Shen Ricky, accedió voluntariamente a que le pusieran un collar para que un joven Alfa pudiera acostarse con él.

Ya no tenía los nervios para mantenerse en la misma habitación que esta persona, por lo que tiró de la bolsa que contenía los medicamentos y se apresuró hacia la puerta, casi tropezando con la bandeja de comida que había sido dejada en la puerta la noche anterior.

Ricky quería morir de vergüenza al recordar que la ahjumma había dicho que les subiría la cena luego el día anterior.

¡Solo pensar en que la señora habría escuchado lo descarado que habían sido sus inquilinos la noche anterior, lo hacía querer lanzarse de cabeza en un lago y desaparecer!

¡¿Qué demonios hizo en la casa de alguien más?! ¡¿Cómo es que fue tan impulsivo?!

Tomó la bandeja torpemente y se dirigió silenciosamente a la cocina, siendo muy cuidadoso para no ser escuchado por la señora.

Como aquel que tiene una consciencia culpable, Ricky no quería delatar más su comportamiento inadecuado, por lo que revisó rápidamente la bolsa para hacer lo que debía hacer y luego deshacerse de las pruebas, pero se quedó boquiabierto al darse cuenta de que no sabía qué se supone era lo que debía hacer o qué pastillas tomar.

Gyuvin le había dado un par la noche anterior y le dijo que debía tomarse otras por la mañana, pero Ricky estaba tan cohibido que ni siquiera preguntó al respecto y no era como si tuviera el valor de ir ahora mismo a preguntarle.

Además todas lucían igual.

—Ah, ¿Qué hago? — se preguntó en aflicción, intentando ver la diferencia.

Llegados a este punto, Ricky se sintió frustrado y molesto consigo mismo por su ignorancia.

Debido a ciertas circunstancias desafortunadas en su infancia, Ricky había crecido despreciando la idea de la intimidad y había despreciado mucho más su naturaleza como omega.