JADE (RYUVIN/GYUBRIK)

玉：DIECIOCHO (十八)

Porque soy muy malo, quiero robar tu corazón.

Como usualmente ocurría, el rostro de Ricky no reveló nada luego de escuchar la propuesta repentina y escandalosa de Gyuvin, pero este último ya había aprendido que el mariscal manifestaba sus emociones mediante acciones casi imperceptibles, por lo que no pasó por alto la forma en que sus pupilas se agitaron discretamente.

Gyuvin enfrió sus pensamientos y emociones, y se sentó sobre la cama con expresión desinteresada.

—Estabas en lo cierto, Ricky. No estoy preparado para lo que significa estar emparejado contigo, y después de lo que vi esa noche, estoy jodidamente aterrado de ti —dijo, examinando sus compras—. Quería irme inmediatamente, pero debía tener algo de conciencia ya que acabaste en tal estado debido a mi.

Ricky intentó evitar darle importancia a la primera parte del comentario de Gyuvin.

—¿Qué fue lo que ocurrió? No recuerdo mucho.

—Recibiste una bala de plata cuando ya estabas en mal estado, por lo que te cambiaste a tu forma de bestia.

Esta vez, los ojos de Ricky se abrieron en asombro y pánico, abrió la boca y su postura cambió a una de hostilidad, pero antes de que pudiera decir nada, Gyuvin volvió a hablar:

—Pensé que no sería bueno para ti si regresaba con los demás con un gatito en manos.

Ricky inhaló profundamente, dejando notar su irritación.

—No es un gatito —Ricky dijo.

—Lo que sea —Gyuvin le restó importancia—. Déjame decirte que mi decisión precipitada de llevarte bajo la montaña pudo costarte la vida, pero teniendo en cuenta tu personalidad, también habrías preferido morir antes de que las personas se enteraran de tu secreto, Capitán.

Ricky no podía refutarlo, pues era la verdad.

—¡¿Qué hay de la persona que disparó?! ¿Qué ocurrió después?

—Me encargué de eso, no tienes que preocuparte.

—...

Gyuvin resopló.

—¿Por qué me estás mirando así? No me crees en absoluto, ¿Cierto? Déjame recordarte, Capitán Shen, aún cuando no tienes ninguna fé en mi, todavía soy un tigre y todavía soy un Alfa Enigma.

—No tengo otra opción que confiar en tus palabras. ¿Y cómo es que terminamos aquí?

—Hice lo posible para tratarte yo mismo lo mejor que pudiera, pero teniendo en cuenta que no podíamos quedarnos demasiado cerca de la montaña, tomé el riesgo y seguí corriendo lejos. Afortunadamente conocí a Ahjumma en el camino y ella nos trajo aquí, dio la causalidad que es una Doctora y pudo tratarte más adecuadamente. No te preocupes, no necesitas sentirte en deuda conmigo ya que estabas en ese estado por mi culpa para empezar —suspiró—. Todo ha salido bien y nadie sabe de nuestra ubicación, entiendo que ya estás recuperando tu fuerza, pero me gustaría pedirte que no te precipites para regresar a Shade y esperes hasta pasado mañana.

Obviando todo lo demás, Ricky se apuró a preguntar en gran agitación:

—¡¿Acabas de decir que nadie sabe nuestra ubicación?! ¡¿Qué hay de Jeonghyeon?! ¡¿Por qué no te contactaste con él?!

—¿Por qué lo haría?

—La Doctora dijo que había sido una semana desde que estaba inconsciente, ¿Es eso verdad?

—Sí.

—¡¿Qué?! — el tono de voz de Ricky se volvió cada vez más agudo, sorprendiendo al otro— ¡¿Y qué pasó con el despliegue?!